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Después de un largo día de práctica, Cheol entró a su apartamento compartido a altas horas de la noche.
A pesar de que estaba tratando de estar en silencio, aún se escuchó el clic de la puerta principal y sus tanteos en la entrada. Entonces decidiste levantarte y saludarlo.
"Seungcheol?" preguntaste adormilada, frotándote los ojos mientras salías de tu habitación
Su nombre lo sorprendió tanto que ni siquiera respondió durante unos buenos 30 segundos.
"Perdón por llegar tarde a casa", frunció el ceño, "no te enfades". Se quejó suavemente, pensando que estabas molesta con el. ¿Por qué más usarías su nombre completo?
Lo miraste con curiosidad y te acordaste en sus brazos, el pareció relajarse significativamente ante tu toque.
"No estoy enfadada, ¿qué te hace pensar eso?" preguntaste, mirándolo con las cejas levantadas
"Me llamaste Seungcheol", hizo un puchero, "¿qué pasó con baby?" Su puchero se intensificó y su labio sobresalió aún más
No pudiste evitar reírte de sus travesuras, "lo siento, cariño", bromeaste, enfatizando el apodo, "no sabía que te gustaba tanto", arrullaste, poniendo tus manos en sus mejillas y aplastándole la cara
"No te burles de mi", refunfuñó, fingiendo estar molesto, lo que provocó otra risa de tu parte
"Bien, bien", dijiste con las manos levantadas, burlándote de una rendición, "vamos a la cama, cariño, has tenido un día largo", sugeriste, besando sus labios y tomando su mano para llevarlo al dormitorio
JEONGHAN (정한)
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Habías estado disfrutando de la compañía de Jeonghan todo el día. Fue un raro día libre para el idol y pasaste cada segundo posible con el.
Actualmente estabas en una de tus pausas de conversación, sentada en un cómodo silencio en dos extremos diferentes del sofá mientras ambos navegaban en sus teléfonos.
