Los Santos del infierno. Torna al mio fianco

2_ Alias Nick

Freddy

Los días pasaron, no había tenido ninguna mejoría en la investigación.
Sinceramente no había intentado hacer contacto con esos jóvenes.
El trabajo en comisaría me ocupaba todo el tiempo, estaba tratando de acostumbrarme a esta nueva antigua vida.

Dentro de comisaría usaba una máscara para cubrir mi identidad.
Después de tantos años casi nadie conocido quedaba en la ciudad y eso era una ventaja para esta misión de infiltración.

Ese era el día en que intentaría hacer contacto con alguno de los dos jóvenes, estaba decidido.
Sabía que tenía más posibilidades con Laura Perez, que se notaba sociable y manipulable.

Salí de mi casa con la máscara puesta y subi a mi coche, conduje hasta garaje de colores, subí a la ante última planta donde había otro vehículo para mi. Estacione mi auto verificando que no haya testigos.

Baje del mismo y camine hasta el otro.
Ya dentro me saque la máscara y cambie mi ropa por una que tenia guardada dentro de éste.
Pantalón azul, sudadera negra con capucha y zapatillas negras, sencillo y nada llamativo.

Cuando estuve listo, arranqué el coche y me dirigí al Kerule.

Estacione en el garaje de enfrente y camine lentamente hasta el badulaque.

- Buenas! - saludo la joven de cabellos negros al verme entrar.
- Buenas pituka! Quiero cigarrillos.
La joven me dio un paquete mientras sonreía.
- Necesita algo más? - dijo.
- Mechero.
Se agacho por unos segundos, al volver a incorporarse me miró.
- Parece que no quedaron. Espere que pregunto por favor.
Salió de detrás del mostrador y camino hasta el fondo del lugar para entrar por una puerta.

Unos minutos después salió nuevamente pero esta vez la acompañaba el pelirrojo.

Él solo me miró y camino hasta detrás del mostrador revisando por varios lugares.
- Como puede ser que no hagan pedidos? - dijo el joven mirando a la chica.
- Técnicamente eres el encargado y debes ocuparte de eso tú - respondió.
- No me pagan lo suficiente para hacer estas cosas - dijo mientras operaba la computadora que se encontraba sobre el mostrador.

Levantó la vista de la computadora y me miró unos segundos, parecía analizarme.
Metió la mano en su bolsillo y sacó un mechero color rosa y extendiendo su mano me lo ofreció.
Lo tomé haciendo un gesto de agradecimiento con mi cabeza.

El joven simplemente camino nuevamente hasta el fondo y volvió a entrar por la puerta.

- Le paso la factura por los cigarrillos - me dijo la joven.
- Y el mechero - le mostré mi mano con el mechero rosa.
La joven sonrió.
- Te dio su mechero? - observo en detalle el objeto en mi mamo - Pues ese es de regalo de Tabo.

Pague la factura y me dispuse a salir del badulaque cuando por la puerta entro el hombre mayor que solía atender en la tienda.

- Gasolino llegas tarde. A Tabo no le gusta la impuntualidad, sabes?
- Lo se Lala. Tuve un problema con mi auto. - respondió el mayor.
- Que problema?
- Que no tengo auto - dijo riendo.
Ambos rieron a carcajadas

Prendí un cigarro y me quede parado fuera del establecimiento.

Lala salió y se me acercó
- Lo lamento por lo de los mecheros, pero oye te llevaste uno mejor de los que vendemos aquí. - dijo sonriendo
- Quisiera agradecerle.
- Ni lo intentes. Tabo no es lo que podría decirse sociable. Yo soy Lala por cierto, tu?
- Nick.- dije sin pensarlo.
- Mucho gusto Nick - dijo la joven estirando su mano hacia mi.
Estire mi mano y la estreche.

- Que hay para hacer en esta ciudad Lala? - le pregunte simple.
- Eres nuevo aquí?
- Si hace una semana llegué desde Europa.
- Nosotros también. Hace un mes llegamos a la isla desde Italia.
- Eres italiana?
- No, Tabo es italiano al igual que nuestros jefes. Yo solo fui a acompañarlos.