Los Santos del infierno. Torna al mio fianco

6_ Freddy Trucazo

Freddy (Nick)

- Bien Carlo - dijo Tabano y comenzó a aplaudir sin dejar de mirarlo.
Carlo sonreía ante la escena.
Estábamos totalmente rodeados de policías. Y para completar, Jack Conway bajaba de uno de los patrullas y caminaba hacia nosotros mirándonos serio.

- Que tenemos aquí? Ustedes causaron los disturbios de ahí dentro? - pregunto el superintendente mirándonos.
- Usted que cree?- Tabano hablaba sonriente, claramente por los efectos de la droga que habíamos consumido.
- Creo que puedo borrar esa sonrisa de tus labios anormal. - Conway se acercó hasta el pelirrojo quedando prácticamente pegado a su rostro.
- Disculpe pero no me gustan los viejos. - dijo causando una carcajada en Carlo que hizo reaccionar al mayor sacando la porra y dándole un golpe en la cara a Tabo, quien sólo comenzó a reír y escupió sangre al suelo.
Conway sujeto al pelirrojo y lo esposo llevándolo al patrulla, después hizo lo mismo conmigo.

Nos llevaron a comisaría.
Al momento de cachearnos solo encontraron el arma que yo llevaba, Carlo y Tabano en algún momento habían dejado sus armas en algún lado. Estaba sorprendió por su acción.

Luego nos llevaron a una sala de interrogatorios y nos dejaron ahí.

- Bien, como dije antes de salir de casa, presos o baleados. En este caso ambos. - dijo Tabano mirando al castaño y mostrando una herida en su abdomen.
- No tienen nada en nuestra contra.- dijo Carlo levantando los hombros y sentándose.

Pasaban los minutos y no venia nadie a hablar con nosotros. Empezábamos a desesperarnos, por el efecto de la droga necesitábamos estar en movimiento constante. Y la herida de Tabo me preocupaba aunque parecía no dolerle.

- Quienes tenemos aquí?- dijo Conway entrando por la puerta de la sala. - Carlo Gambino y Tabano Raggio, que regalito enviado del cielo.
- O del infierno.- dijo Carlo sonriendo.
- Quiero hacer mi llamada. Que en realidad son 3 así que... - dijo Tabano haciendo un gesto con la mano para que le den su teléfono.
- Por que crees que tienes ese derecho? - dijo el mayor con una sonrisa.
- Tenemos derecho a una llamada de no más de 1 minuto en altavoz y en presencia de un funcionario público. Era así, verdad?- dijo Tabo dejando al mayor sorprendido.
- Muy bien, hagan su llamada. - nos entrego nuestros móviles.
Carlo y él pelirrojo se miraron por unos segundos.
Ambos hicieron sus respectivas llamadas, las cuales fueron cortas y parecían hablar en clave. Solo faltaba mi llamada, mire a Tabo para que me dijera a quien llamar.
- Avísale a Lala así no se preocupa. - me dijo mirándome fijo a los ojos.

Después de 4 putos largos años al fin lo tenía frente a mi pero sin poder tocarlo. Yo era un extraño para él.

- Ahora que pudieron realizar su llamada, vamos a tener una conversación. Que hacen 2 spaguetti en mi ciudad?- dijo Conway mirando a Carlo.
- Su ciudad? No sabia que usted era el dueño. Sabe que, en realidad creo que esta es mi ciudad ahora. - le respondió Carlo sonriendo.
- Crees que puedes venir aquí y decir que es tu ciudad? Solo por ser un maldito delincuente que se cree más que el resto. Eres mierda, ni más ni menos. Y tu rojito no piensas hablar?
- Rojito? Se supone que es un tipo de insulto por mi color de cabello? Quiero un abogado. - dijo Tabano serio mirando fijo al superintendente que se notaba ansioso por empezar los golpes.
- Abogado? Por que los dejaría llamar a un abogado? No van...
- Disculpe jefe.- dijo un alumno asomándose por la puerta de la sala. - El abogado de los detenidos exige ingresar a la sala.
- Perdón que decía señor? - Tabo sonreía mostrando sus dientes.
- Maldición! - dijo bajo Carlo.

El superintendente caminó hasta la puerta y salio.
Carlo se puso de pie y se acercó hasta Tabano tomándolo del brazo.
- Eres Tabano, compórtate como él. Por qué mierda te dejó a cargo? - hablo Carlo claramente enojado.
- Porque tenemos una herida en el estómago. Pogo puede manejar esto. Ya lo hemos hecho antes.