INTERLUDIO
Renjun
No supo que sucedió el lunes cuando Jaehyun simplemente decidió apartarlo y encerrarse en el baño con un fuerte portazo. Sin embargo, Renjun sabe que ese fue el inicio de todo. Quizás no lo había previsto y fue algo iluso al no tomar medidas para prevenir lo que sucedió las dos semanas siguientes, pero aun si las hubiese tomado, él no lo esperaba.
Su día después del lunes se marcó con una rutina asfixiante en la que Jaehyun iniciaba dándole un golpe a la puerta del baño y terminaba dejando el medicamento en la encimera para marcharse y volver horas más tarde en completo silencio para permanecer a su lado.
Renjun no estuvo seguro de lo que lo hirió primero, si el maltrato no verbal o que después volviese y simplemente lo abrazara como antes para después volverse a marchar y volver con una mala actitud por la noche. No obstante, esta duda permaneció durante el martes y el miércoles y se trasformó en terror de jueves a viernes con una simple oración.
¿Crees poder reconocer mi rostro?
Había comenzado a tener pesadillas en donde esta frase se repetía contantemente y al despertar, Renjun comenzó a tomarla en serio conforme las distancias se marcaron en su relación con Jaehyun. Chenle le había dicho el día en que llegaron sus cosas que se le iba a pasar, que Jaehyun no es la clase de persona que puede estar enfadada por tanto tiempo, y Renjun creyó en esto completamente. Lo creyó tanto que falsamente guardó la esperanza de que el enfado de Jaehyun se erradicaría en algunos días, pero cuando comprendió que no iba a suceder, algo comenzó a moverse en contra de sus propios pensamientos.
Y esto fue que Jaehyun ya no lo quería más. Se le ocurrió que ese momento que tanto había imaginado sobre Jaehyun dejándolo de lado estaba sucediendo justo ahora y por ello no insistió más en el asunto de hablarle y simplemente dejó que la depresión lo llevara al borde.
No lo podía entender. La actitud de Jaehyun por la mañana no era la misma que horas después, o incluso durante la noche. Todo era tan confuso y esa frase...
¿Crees poder reconocer mi rostro?
La respuesta era no.
Que Jaehyun cada vez fuese más distante con él y que comenzara a dejar de lado el cuidado del medicamento y la venda comenzó a llevarlo al límite, y que ese sábado no hubiese llegado a la casa simplemente lo catapultó hacia el infierno. Yuqi había intentado hacerle sentir mejor repitiendo las palabras de Chenle y diciéndole que las cosas iban a mejorar, pero Renjun sólo se limitó a tomar de las cervezas que ella había llevado y a asentir para no preocuparla. Aunque lo hizo.
Todos estaban preocupados mientras él comenzaba a profundizar en la oscuridad.
Lo sabía, aunque no lo había querido aceptar. Jaehyun ya no era Jaehyun, porque después de que Chenle los hubiese llevado a casa el domingo, su Jaehyun no volvió de la oficina y esa cosa se instaló en la casa.
Renjun lo sabe y no puede pedir ayuda.
Claramente, el otro Jaehyun le dijo que le haría daño. Tal vez no fue directo, pero Renjun teme que suceda, teme que su esposo realmente haya dejado de existir y que ahora, ese extraño sea quien siempre está en la casa.
El domingo Jaehyun llegó temprano, le preparó el desayuno y le dijo que tenía que volver a la oficina. Él no mencionó las razones por las que no fue a la casa y Renjun no se atrevió a preguntar tampoco.
Su teoría sobre que ese Jaehyun no era el verdadero estaba comenzando a hacerle mella, de modo que cuando Jaehyun se fue y volvió algunas horas más tarde, él se quedó muy quieto. Como al principio, que todo había comenzado con unos pocos pasos, él intentó encontrar las fallas en su esposo, convencido de que Jaehyun nunca sería esa clase de persona que está siendo ahora, y tal vez se arrepintió en cuanto lo hubo descubierto.
