Todo vuelve a la normalidad después de que Can recupera la memoria y le propone matrimonio a Sanem.
Tiene lugar una hermosa y mágica noche de henna y a la mañana siguiente Can y Sanem se casan.
La tan esperada luna de miel tiene lugar en el barco d...
Can lleva a Sanem a un recorrido rápido por Irán, donde a las mujeres no se les permite caminar por las calles sin la cabeza cubierta.
La mayoría de las visitantes salen sin pañuelo en la cabeza, aunque algunas lo llevan alrededor del cuello por si son detenidas por la policía moral.
- Hace calor, me voy a quitar el hijab.
- Cuando lleguemos al hotel, haz esto.
- ¿Porque no ahora?
- Porque ahora vamos a almorzar Sanem y las mujeres lo usan en los restaurantes.
- Ni siquiera en Türkiye me obligan a caminar así.
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- Esto no es Turquía, mi todo.
- Por eso no me pueden obligar a hacer lo que no quiero.
- Bueno, aquí en Irán no sólo hablan persa. Así que cuando entremos al restaurante, no hables más de eso.
- Sé que hablan persa, kurdo, turco y árabe.
- Si lo sabes, entonces no se complica. De hecho, sanem, me prometiste respetar y aceptar la cultura de cada país por el que pasemos.
- Pero no sabía que era peligroso quejarse del hijab de Can.
Sanem habla en voz muy baja y Can sonríe.
- Lo realmente peligroso de Sanem es el riesgo de engordar en esta ciudad, ya que los kebabs de cordero, el azafrán en el arroz, las sopas e incluso los helados son una tentación.
Todas estas delicias que menciona Can van acompañadas de dulces de pistacho en infinitas variantes y también de barbacoas, que son capaces de sorprender incluso a un hombre tan viajado como él.
- Ese kebab de cordero está para chuparse los dedos.
- Pues come y disfruta de Sanem, hoy viajaremos a Irak porque quiero que pruebes también el kibbeh que elaboran allí.
- También quiero probar la esfiha de allí Can.
- Puedes probar lo que quieras Sanem. Allí hay un cigarro de col que se parece un poco al que tenemos en Türkiye. Cuando descubrí Irak me presentaron y confieso que me enganchó.
- ¿Más que el nuestro en Türkiye?
- No es tanto, pero me hicieron extrañar nuestro país, sí.
Llega el cumpleaños número 25 de la hija de Mohamed, propietaria del Gran Bazar y una de las nuevas clientas de "Fikri Harika".
En la agencia, Deren estaba empacando su escritorio para irse, cuando Güliz apareció en la puerta.
- Voy Deren.
- En cuanto termine de limpiar este desastre haré lo mismo.
