34º Cap - Güliz finalmente se casa con Muzzo

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Mihriban se siente avergonzado porque esperaba ver a alguien esa noche, excepto a Aziz, su verdadero y único amor.

- Me imagino que todavía estás enojada conmigo.

- ¿Estás molesto contigo?

Mihriban sonríe.

- ¿No lo es?

- Estoy más que molesto, si quieres saberlo.

- Quizás no fui muy sensible contigo cuando nos separamos, Mihriban. Lo siento por eso.

- Sí, faltaba. Mucha sensibilidad.

- Me hiciste creer que finalmente estaremos juntos para siempre Aziz.

- Pero nuestras diferencias me hicieron creer que aunque nos amáramos, no funcionaría, querida.

- Está bien. Ya lo entiendo. ¿Pero puedo saber qué estás haciendo aquí, eh, Aziz?

- Como voy a estar un tiempo aquí en Estambul, pensé en venir a verte. No pensé que fuera gran cosa.

- Bueno, sabes que jugaste mal.

- Si quieres, puedo dejar Mihriban.

- Bueno, hazlo, Aziz.

- Aziz entonces se levanta y se va.

Mihriban permanece quieta con los ojos llenos de lágrimas.

Mirka se levanta temprano dejando listo el café de Can y Sanem.

- Estimado.

- ¿Miguel?

- Sí, soy yo. ¿Eres capaz de hablar?

- Estoy terminando el desayuno de la pareja, pero puedes hablar Miguel. Ambos siguen durmiendo.

- Sólo para decirte que estaré en el mismo lugar donde siempre te he estado esperando.

- Él está bien. Estaré allí pronto. Besos. Creo que esta vez debería dejar un mensaje.

Mirka se dirige a uno de los cajones, saca un bolígrafo y le escribe un mensaje a Sanem.

- Listo. Sólo entonces el Sr. Can vendrá a buscarme como la última vez.

Mirka, sonriente, coloca el mensaje debajo del jarrón sobre la mesa, abre la puerta de la cocina y sale por ella para no ser vista.

Sanem no tarda mucho en despertarse con el estómago gruñendo, incluso más que antes.

Hoy Sanem está embarazada de cuatro meses y su hambre iba aumentando junto con el tamaño de su barriga.

Aprovechando que Can aún no se había despertado, lo colocó suavemente sobre la cama y salió de debajo de la manta, dirigiéndose directamente al refrigerador, donde disfrutó de un buen trozo de tarta de manzana.

Aprovechando que Can aún no se había despertado, lo colocó suavemente sobre la cama y salió de debajo de la manta, dirigiéndose directamente al refrigerador, donde disfrutó de un buen trozo de tarta de manzana

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Can y Sanem - Viaje a Galápagos (Spanish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora