Todo vuelve a la normalidad después de que Can recupera la memoria y le propone matrimonio a Sanem.
Tiene lugar una hermosa y mágica noche de henna y a la mañana siguiente Can y Sanem se casan.
La tan esperada luna de miel tiene lugar en el barco d...
Amanece y Mevkibe llama a Nihat para que la lleve a la casa de Leyla.
Una vez allí, prepara y pone la mesa del desayuno para su hija, que se encuentra sin sirvienta y, además, sin refugio.
A Huma no le agradaba la criada y convenció a Leyla para que la despidiera.
- ¿Por qué despidiste a tu doncella, Leyla?
- Dame mantequilla, hija.
- Está bien, papá.
- Falta la pulsera de la señora Huma, mamá, y está segura de que era la criada.
- Qué absurdo. Acusar a otros sin pruebas.
- Dejó la pulsera en el baño del baño y solo Emre y yo estábamos en casa ese día.
- Esto no garantiza que haya sido la criada quien lo robó.
- Hay una cosa más que no dije. Emre se enteró de que algo similar pasó en otra casa donde trabajaba.
- Incluso mi suegra. También comenzaron a desaparecer objetos y la familia instaló una cámara y descubrió que era ella.
- ¡Alá! ¡Alá! Ahora las cosas cambian.
- ¿Por qué entonces la contrataste?
- No fue culpa nuestra, fue la agencia que nos envió papá.
- Pero no os preocupéis, que ya hablé con ellos y me han pedido mil perdones y me van a enviar a otra persona con un currículum impecable. Mmm muy bien.
Emre se refiere al Borek que acaba de probar al darle un trozo a Leyla.
- Muy buen marido.
Emre pasa sus dedos por los labios de Leyla, limpiando la parte restante.
- Te adaptaste rápidamente aquí. ¿No es realmente hija?
- ¡Gracias a Allah mamá!
- ¿Podemos ir a Mevkibe ahora? Todavía tengo que abrir la tienda.
- ¡Alá! ¡Alá! ¿No puedo tomar mi café Nihat?
- Por supuesto que puedes Mevkibe, pero no te demores.
- ¿Dónde está Huma?
- Mamá se fue. Dijo que iba a tomar un café con una amiga.
- Me imagino que no es una amiga.
- ¿Con quién mamá?
- Apuesto con Ygit.
- ¿Cómo lo sabes? Podría ser con su hermana Mevkibe.
- Por supuesto que no, Nihat. Leyla me dijo que Pole ya se fue.
En Galápagos, Sanem va sonriente a la cocina, mientras cumple siete meses de un embarazo tranquilo y feliz.
En un rincón de la habitación, Can escanea su trabajo, no puede esperar a terminar todo en Galápagos y regresar con su ser querido a Turquía.
El álbum de fotos de especies animales y también de fauna y flora tenía una pinta excelente.
En treinta días Can terminaría su trabajo y regresaría con Sanem a Estambul, donde se prepararía mejor para el próximo nacimiento.
- Traje un poco de té dulce.
- Ah Sanem, adivinas pensamientos.
- Luego bébelo mientras esté tibio.
- Lo haré ahora mismo.
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