Can y Sanem - Viaje a Galápagos (Spanish)

40º Cap - Nacen trillizos

Sanem recibe una llamada de Ygit y no reconoce su voz.

- Hola.

- ¿Sanem?

- ¿Quién habla?

- No puedo creer que no reconozcas mi voz.

- Soy yo quien no puede creer que me llames después de todo lo que has hecho.

- Sólo llamo para disculparme una vez más.

- ¿Quién es Sanem?

Can sale de la ducha después de hacer el amor por la mañana con su amada.

- Ygit.

Can mira a Sanem y ella le entrega su móvil.

- Escucha, cabrón, ¿no te habías ido de Turquía?

- Günaydin (Buenos días) a ti también Can. Sí, lo hice. Fui a Antalya por negocios. Tus informantes deberían haberte dicho más sobre mi vuelo.

- ¿Has perdido la vergüenza?

- No hay necesidad de estar nervioso, Can.

- Dime dónde estás y verás si estoy nervioso de verdad.

- En absoluto. ¿Es suficiente que me golpearas en el estómago aquella vez?

- Eso no fue nada comparado con la paliza que te iba a dar, para que lo sepas.

- Realmente eres un cavernícola, Can. No puedo creer que Sanem haya caído en tus garras otra vez.

- Sanem y yo nos queremos y era inútil que tú y tu hermana intentarais separarnos.

- No tienes que preocuparte porque esta vez no volveré a este país en mucho tiempo.

- Creo que es bueno.

- Creo que es bueno mantener las distancias contigo que casi me haces daño.

- Debería haberte lisiado de verdad, al menos no mentirías más, imbécil.

- He llamado para despedirme de mi amigo Sanem. Hoy me voy a Alemania y me quedaré allí unos años por negocios. He firmado un contrato maravilloso.

- Se está haciendo tarde. No me importa.

- Tal vez a ti no te importe, pero Sanem tiene buen corazón y seguro que me desearía «Buen viaje».

- Mi deseo es el mismo que el suyo, que te vayas al infierno, imbécil.

Ygit sonríe libertinamente.

- Veo que aún no tienes paciencia, Can.

- ¿Has terminado lo que querías decir?

- Sólo una cosa más, dile a Sanem que le deseo lo mejor en el parto.

- Alá ya lo ha arreglado. Sanem no necesita tus buenos deseos.