Musa | Checo & F1.

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Un distintivo, cada uno de esos hombres marcaba algo sobre la piel ajena, un sello personal que les recordará el como eran dueños y orgullosos propietarios de dicho ser humano. Todos compartían a un solo chico. Más de uno peleo a capa y espada por tomar ese puesto que de algún modo se fue generando conforme los meses pasaban. Lograron hacer que Sergio, ese joven poco experimentado fuera domado no por uno, ni siquiera dos, si no cuatro de ellos.

Max Verstappen, podría decirse que dentro de una jerarquía era aquel que en un alto nivel se encontraba, tenía a Sergio a su lado todo el tiempo y si era posible, las 24 horas del día. Fue un clic instantáneo que desde la primera ocasión en la que se encontraron quedaron intrigados, especialmente el neerlandés que prácticamente señaló al joven como suyo desde el primer momento, no hubo que plantearlo para saber que desde ese momento ahora Sergio tenía marcada la huella del más alto.

¿Cómo pasó todo? Aquel joven mexicano que llegaba a redbull por primera ocasión fue llevado gracias a su gran talento con poca edad, a comparación de otros pilotos sin duda fue uno de los más jóvenes en adentrarse actualmente a la liga, Sergio con 23 años recién cumplidos se encontraba dentro de un mundo totalmente distinto a lo que fue su vida años anteriores. Desde un principio fue bien recibido por la gran mayoría, había diferencia de edades pero para su suerte no era tan complicado el poder convivir con sus mayores, fue agradable saber que aún así podía llevarse con la mayoría.

Daniel Ricciardo, el tercero en aquella lista jerárquica donde se encontraba, desde el primer día fue amable e incluso dulce con el mexicano, llamó su atención y no tardo mucho en darle a entender dicha situación. Sergio no tardo en crear una pequeña conexión con el australiano pues en poco tiempo se les veía a la par, Daniel siempre lo llevaba de la mano dentro y fuera de cámaras.

Más de una ocasión fue visto con él, Sergio poco a poco empezaba a crear esa fama donde todos los espectadores del gran gremio lo veían como un buen acompañante para sus contrarios, incluso si no eran del mismo equipo. La relación de los pilotos y el mexicano siempre fue sana dentro de los límites competitivos.

Carlos Sainz Jr, un segundo el cual es ocupado dentro de la jerarquía, casi con la misma intensidad que Max este hombre llamó la atención de Sergio, al hablar el mismo idioma la conexión fue rápida e íntima entre los dos, comúnmente se podían ver a la par junto al neerlandés pues parecían ser un gran trío de acompañantes dentro de la f1, todos empezaban a relacionar al mexicano y el español con más frecuencia desde aquella entrevista juntos, "un duo increíble" llamado por muchos de los hispanos. Carlos era amable aún que notoriamente controlador frente al mexicano, tomaba al mismo como una pequeña marioneta con la cual le gustaba jugar junto a Max.

Aquellos tres hombres (Daniel, Max y Carlos) fueron los primeros en darle atención al chico, siempre atentos, pendientes a sus movimientos dentro de la carrera y fuera de la misma, más de una ocasión salieron juntos creando un ambiente agradable entre todos pues sin saberlo aquellos hombres habían pactado un trato en el cual Sergio fue el gran premio de la noche. Todos estaban consientes de aquella extraña relación que poco a poco tomaba forma.

Lewis Hamilton, el último en llegar por ende nombrado número cuatro en la jerarquía líneal, este hombre fue directo aún que pasivo dentro del acercamiento con Sergio, buscaba momentos precisos para atacar por debajo de la mesa. En alguna ocasión dentro de los vestidores de redbull comenzó una platica con el mexicano, ambos entendieron como la cercanía era algo evidente en busca de ser creada.

Entonces fue que Sergio lo noto, el como cuatro hombres estaban detrás suyo como cazadores en busca de una presa, solo que en esta ocasión todos parecían querer cuidar de la misma, tomarla sin dañar algo de ella y eso para él fue algo nuevo, extraño pero maravilloso, sin duda se dejaría tomar por cada uno de ellos hasta el punto de vivir solo para servirles. No buscaba más. Lo tenía todo. Los tenía a ellos.

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