¿Cuanto tiempo había pasado? Seguramente el necesario para que los pilotos se sentarán a platicar con dentimiento todo lo sucedido desde entonces.
Aquella noche que culminó de una manera algo alborotada fue crucial para las opciones que desde hace tiempo se veían analizando, todos eran conscientes de que Charles venía tal cual cazador queriendo robar a Sergio y para evitarlo Carlos puso límites, una de las muchas cenas juntos platicó con el mismo dejando en la mesa una invitación.
— Se parte de nuestra relación. — Dice el madrileño tan tranquilo, una risa de burla se escucha por parte de Leclerc.
Se inclina con cuidado quedando tan cerca. — Yo no quiero nada con ustedes, es a Sergio a quien que pretendo obtener. — Relata, sus palabras firmes y tan seguras provocan una incertidumbre.
Sainz sonríe y niega, su mano acaricia la copa que se encuentra frente suyo, el vino tinto siempre era un buen indicador. — No creo que eso sea posible, hay una lealtad firmada. — Toma su copa para dirigirla hasta sus labios y así beber del líquido. — Solo si piensas en pelear con más de jno inténtalo.
Su conversación terminó en ceros, ninguno de los dos parecía llegar a un acuerdo y ante ello nuevas sensaciones comenzaron a recordar a cada uno. Sergio se mantenía bastante unido pero muy en el fondo la curiosidad de alguien distinto llamaba bastante su atención, quizá no iría corriendo pero no estaría mal descubrir un poco más haya de lo vivido.
Las citas eran perfectas, salía con Lewis, Daniel, Max y Carlos seguido, cada uno de ellos mostraba su interés más que nunca y Sergio era consiente, también aceptaba que sin dudas era un ser perdidamente enamorado de ellos. O eso hasta una de las salidas inesperadas.
Después de GP en México Charles robo al tapatío por completo, desde la salida mantuvo su coqueteo insistente y caballeroso. Pérez solo era un joven enamoradizo y sabía muy bien de los intentos en que Leclerc fuera parte dé, acepto su invitación dejando en su memoria distintos encuentros, nunca pasó más haya pues en su mente sólo vivían los demás. Cada que Charles trataba de robar un beso Sergio retiraba su rostro, no era así como iría.
— ¿Qué tanto temes, Chequito? — Cuestiona el monegasco ladeando su rostro, su mano alcanza la ajena y entrelaza sus dedos.
Sergio mira con dentimiento y sonríe. — ¿Por qué no aceptaste la invitación de Carlos? — Menciona devolviendo una pregunta.
El hombre frente suyo recupera su postura sin alejar su mano, incluso atrae más al joven tapatío. — No los quiero a ellos, te quiero a ti..pretendo que seas solamente mío, Sergio. — Y el tono es casi perfecto para aceptar.
Pero no era tan fácil, si bien Sergio pretendía experimentar algo muy evidente era que no quería lastimar a ninguno, menos la confianza de sus hombres -que eran bastante meticulosos- incluso prefería estar justo ahora con alguno de ellos a la par.
— Hoy no será el día, si quieres algo..tendrás que aceptar mis propuestas, Charlie. — Remata Pérez, seria justo.
Los minutos pasan siguiendo con una charla tranquila, era evidente la tensión presente pero el joven no dio ni un solo paso, no hasta tener al monegasco bajo la palma de su mano. Aquella cena culminó con otro piloto en la lista jerárquica.
Max Verstappen.
Carlos Sainz.
Lewis Hamilton.
Daniel Ricciardo.
Y Charles Leclerc.Todos con solo una persona en la mira, una musa la cual adorar de pies a cabeza en cada mínimo momento por lo que después de dicho "trato" el joven tapatío fue corriendo a hablar con ellos, claro, fue extraño el recibimiento.
Max mantenía un rostro serio, sus brazos cruzados y nulas intenciones de hablar primero, jamás salían sin avisar y Sergio fue lo primero que hizo aquella noche.
— Puedo explicar de principio a fin. — Dijo caminando por el pasillo hasta la sala donde los demás se encontraban.
Daniel se acercó corriendo, abrazo al chico y beso su mejilla adorando la presencia del mismo. Siempre era así.
Mientras tanto Carlos observa, no está seguro de lo que su lindo chico puede decir y tampoco espera mucho. Lewis en un mood de tranquilidad solo analiza la situación desde el sofá.
— Charles acepto. — Y las palabras parecen no ser muy bien recibidas, no por el neerlandés que parece odiar el nombre en sí.
Carlos sonríe, estaba seguro de que pasaría aquello y Daniel solo suspira, no es fácil compartir después de todo.
— ¿A eso saliste hoy? — Habla el británico de la habitación, su tono tranquilo da comodidad a la pequeña mecha que encendió Sergio. — Tendremos que hablar esto todos juntos, y con él presente.
Sainz asiente, podrían modificar incluso sus tiempos para tratar de llevar la mejor relación posible, pero conocía Max y tanta facilidad para ello no veía.
La platica siguió solo pocos minutos más, entre buenas y malas sensacionesal respecto pero al final llegando a un bien común, incluso si no querían aquello los nuevos limites se tendrían que plantear; Sergio se vio manipulado por Max con tanta facilidad que pronto de encontró en la habitación del mismo.
— Trato de tomar la situación de la mejor manera, entiendo que es un gusto tuyo y bueno..algún pasado hay. — Habla el mayor y su dupla, toma asiento en la orilla de la cama para así observar mejor al tapatío. — ¿Charles es bueno contigo? — Y se escucha tan puro, la preocupación nata lo hace parecer más lindo aun.
Sergio asiente para caminar poco a poco hasta el contrario, se coloca frente suyo sintiendo como Max abraza su cintura y recuesta su rostro a la altura del abdomen ajeno. — Charlie es consiente, no dejaré que cambie nuestro sistema y mucho menos me aleje de ustedes. — Calma con palabras dulces, su mano acaricia el cabello rubio con lentitud.
Era eso, Max incluso siendo perfecto dentro y fuera de la pista, temía. La simple idea de no tener a Sergio consumía su alma, siempre se muestra intimidante para que ello no exponga su sentir. Lo hablan, incluso se recuestan en la cama para sentirse uno al otro, lo pequeños besos que Sergio reparte dan el confort necesario y poco a poco llega esa paz.
¿Qué tanto podría cambiar? Esperaban qué fuera algo positivo, tranquilo y armonioso.
— En el segundo donde haga algo, lo pondré fuera de un solo golpe. — Murmura Max, su rostro a la altura del pecho ajeno muestra la comodidad.
Ante ello Sergio solo asiente, sabe que las acciones de cada uno son por algo. Un bien común. — Tienen la libertad de poner límites, solo es una prueba. — Dice tratando de dar la seguridad necesaria.
Ambos hombres son consientes de los nuevos cambios, y tratan de estar en paz con lo mismo.
Y mientras eso pasa los demás planean algo, Lewis había dejado en claro algunos límites junto a Daniel, Carlos que siempre fue el principal de la relación daba la seguridad de que todos seguirían el ritmo predeterminado. Por lo que en algún momento de la noche y como era normalmente se fueron a la habitación donde Sergio se encontraba, Daniel se recostó al lado del mencionado, Carlos junto a Max y Lewis acompañando a Dani.
Eran una relación con frutos buenos, no esperan que algo abrume lo que ya tenía meses en sintonia.
Uno más no era tan malo si lo pensaban, solo un juego distinto.
Después de ello las semanas fueron bastante cotidianas, todos mantenían el ritmo necesario junto a los horarios que su trabajo dejaba libre. Sergio parecía muy unido a Max desde entonces, también con Daniel que ante cámaras presumía siempre su "amistad" con el piloto mexicano de la parrilla. Era bastante bueno, incluso los pequeños encuentros con Charles parecían estar bajo un control sano.
Bastante tiempo sin escribir en Musa, esto es solo un pequeño recuento de lo que sucede.
Hoy de fondo estuvo una playlist de the weeknd.
— 🪼
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Musa | Checo & F1.
FanfictionCada uno lo ama, cada uno de ellos está dispuesto a dar todo lo que tengan por la felicidad del joven. "Eres nuestro, Sergio." "Soy suyo.." ACTUALIZACIÓNES LENTAS.