#03

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Una noche confusa, después de todo lo que vivieron esos 5 hombres se dieron a la tarea de disfrutar del ambiente, claro está, pero seguido de que Sergio llegó al hotel junto a Max y Carlos, fue raro, bueno, no estar con ellos, eso fue magnífico hasta un alto nivel donde culminaron los tres desnudos bajo las sabanas mientras Carlos abrazaba a Checo, lo raro fue el despertar. Aún a oscuras sentía como alguien lo miraba, estaba pensando en los demás chicos pero seguía siendo extraño.

Con lentitud movió sus manos hasta tomar el hombro de Max quien dormía, movió con suavidad.

— Max...Max, creo que hay alguien. — Susurro muy bajito, para su suerte el mayor estaba tan dormido que ni reacciono.

Desde hace días sentía que siempre estaba alguien presente, incluso cuando solo estaba él dentro de una habitación, quizá solo eran ideas suyas pero si interrumpía su momento tan tranquilo. El joven mexicano se levantó con cuidado, tomó una de las prendas ajenas y cubrió su cuerpo con la gran camisa, dio pasos suaves hasta donde sería la puerta del baño, abrió con lentitud y casi se le sale un grito pero una mano cubrió su boca atrayendo su cuerpo dentro del baño, a oscuras.

— Shhh, no grites Chequito..—

Asustado hasta escuchar ese apodo, suspiro y pataleo empujando al contrario, un pequeño puchero se formo. Daniel.

— No seas estúpido, ¿Por qué me asustas de tal manera?— Mencionó empujando un poco al contrario.

Este solo reía, se acercó para besar la mejilla de Checo quien apenas podía notar la presencia ajena, el baño era bastante oscuro sin luz ahora que lo pensaba.

— Perdón Chequito, no quería interrumpir nada. — El australiano mencionó en voz baja, sus manos tomaron las mejillas del mencionado y acaricio las mismas.

Y ante tal momento, unieron sus labios en un beso bastante dulce, lento, cálido para alguien que deseaba solo un tacto dulce. Checo ladeo su rostro para así profundizar solo un poco antes de alejarse con lentitud.

— Pudiste haberme mandado mensaje o algo, no asustarme así. — aún reprochaba.

— Prometo hacerlo si pasa nuevamente. — Susurro dejando un besito sobre los labios del mexicano.

Sergio asintió aún con duda, se incorporo en su lugar para así tomar la mano del australiano, quien con una pequeña sonrisa lo miraba. Salieron del baño en silencio para así ir hasta la terraza de la habitación, tomaron asiento mientras sentían el frío de la ciudad. Quizá era por la hora.

— ¿Dónde está Lewis? — Cuestiono el bajito mientras abrazaba sus piernas.

Daniel quien sin dejar de observarlo respondió. — Fue a nuestra habitación, pensó en darse una ducha y seguramente se quedó dormido en el proceso. — Sonrío.

Ambos chicos estuvieron en silencio, la relación de Sergio y Daniel a comparación de la que tenía con los demás era distinta, única dentro de un aspecto de diferencia, siempre fue más tranquilo, sutil y dulce con sus movimientos. Incluso desde el primer momento fue detallista, Checo noto lo mucho que Daniel demostraba su gusto por él, era nuevo y agradable de percibir.

Sergio se acercó hasta el mayor, colocándose en sus piernas quedando frente a frente lo abrazo recostando su mejilla en el hombro del mismo, suspiro, estaba cansado y la cruda comenzaba a ser evidente. Daniel lo tomó entre sus brazos acariciando la espalda del mismo lentamente. No ocupaban más, las palabras entre esos dos nunca fueron lo principal.

¿Es confuso? Si, bastante, déjame explicar un poco su dinámica.

Todos son dueños, amantes, novios, amigos, etc. Pero hay algo que distingue la relación (además de que son más de dos en ella) , tienen un orden, un nivel donde aún que sea invisible se encuentran.

Max, el número uno.
Siempre tan posesivo, molesto y también meloso, es una mezcla de dominación, tuvo que pasar un tiempo para que aprendiera a "compartir".

Carlos, el número dos.
Compartía el aspecto posesivo con Max, era bastante demandante ante cualquier situación y le gustaba pelear por la atención de Checo.

Daniel, el número tres.
Bastante distinto, dulce, amable, juguetón y seguidor de los dos anteriores, siempre suele estar presente en situaciones malas ayudando a que sean mejor.

Y por último, Lewis quien está en el número cuatro.
Aun con misterio, siempre se muestra dulce con Checo, es amable con el aún que pelea mucho con su alrededor.

Por suerte, y para su suerte. Ninguno de los hombres pelean entre sí, seguro en juegos donde piden una respuesta al mexicano pero aparte de ello, no. Pero mas de una ocasión si pelearon con externos, como Lando o George, no a golpes pero las palabras nunca faltan.

Contando todo ello, podría entenderse un poco más pero, sinceramente es complicado, ni siquiera Sergio entiende del todo aún.

12:20am.

Salieron los cinco juntos, el dolor de cabeza, incomodidad ante el sol se podía ver fácilmente en cada uno de ellos, Max había despertado enojado. Muy Max de su parte. Carlos abrumado por la gente, Lewis sediento y Daniel, Daniel era feliz, como siempre y por suerte.

Sergio había estado agotado, su cuerpo reclamaba seguir durmiendo pero no fue posible, las prácticas empezaban justo en un par de horas.

Fue acompañado por Max quien era su compañero, ambos hombres se adentraron a una de las zonas privadas para pilotos mientras sus demás acompañantes fueron a su respectivo lugar. Sergio se dejó caer sobre el sofá y seguido de ello Max quien lo atrajo para tomarlo entre sus brazos.

— Supe que no dormiste bien, puedes hacerlo mientras empiezan. — El neerlandés acaricio su cabellera con suavidad justo antes de subirlo a su regazo.

Ambos ante un momento íntimo y relajado cerraron los ojos, sin saber que desde lo lejos alguien observaba la situación, desde hace tiempo tenía en cuenta cada paso de ellos. ¿Por qué? Buena pregunta.

Desde hace bastante tiempo aquella persona había tenido un pequeño encuentro con Checo, silencioso pero muy importante para este hombre que desde tal momento no olvido la situación.

Checo aquella tarde había perdido su último autobús donde sería llevado hasta la otra ruta de la nueva carrera, por suerte un hombre de notoria estatura llegó, habló con el y fue feliz de llevarlo, ambos hablaron pero fue la última.

Quedo flechado.
Obsesionado.

¿Quién es?

02:23pm.

Max se levantó con cuidado sintiendo como el joven mexicano dormía sobre sus brazos, Christian se adentro a la habitación y ante la escena (la cual ignoro olímpicamente) llamó al mayor, ya sería la hora donde empezaría la carrera de prueba.

Checo despertó pocos segundos después, adormilado miró a Verstappen quien con una sonrisa beso su mejilla.

— Vamos Checo, es hora de ganar nuestros lugares. — Levantó al menor, limpio su rostro asegurando una buena imagen y con una sonrisa beso sus labios previamente antes de correr fuera del lugar con Checo de la mano.

Ambos fueron corriendo hasta sus respectivos lugares, empezaron las vueltas y ahí fue donde todo siguió un ritmo que marcará importancia durante los siguientes días.

— 🪼

Musa | Checo & F1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora