¿Qué podría pasar? Sergio nunca se planteo tal acontecimiento con aquellos hombres, fue nuevo cuando cada uno de ellos fue comunicando un sentir por él. Algo distinto, algo lindo y puro para el mexicano.
Aquella noche donde Daniel confesó su sentir por el hermoso chico de ojos oscuros, fue tan mágico que hasta el mismo grupo creo bromas por ello, era común ver como el australiano mostraba su lado más dulce, suave y romántico para el chico. Había preparado una salida justo después del día donde se jugaría por el GP de Brasil, busco por horas en línea lugares lindos donde pudiera cenar con Sergio, al tenerlo creo el mejor ambiente para así sentir seguro y llevarlo.
Fue aquello lo que el joven recordaba por la mañana, como acepto con brazos abiertos al mayor y como ahora estaba recostado al lado suyo después de la noche anterior, Carlos salio antes para así trabajar unas cosas, Max y Lewis salieron a desayunar para después traer algo. Mientras tanto el australiano se quedó abrazando a Sergio, sus cuerpos unidos y tan tranquilos, podían sentir la respiración del otro dejando llevar por el ritmo de la misma.
— Incluso por las mañanas luces hermoso, Chequito..— Murmuró observándolo, seguido de ello acaricio su mejilla detallando cada peca sobre el rostro del mencionado. Daniel sonrío.
Sergio mostró una dulce sonrisa mientras que dejó un beso sobre la barbilla del mayor, se acurrucó escondiéndose en su pecho mientras cerraba los ojos nuevamente. Había tanto en su mente, aún aprendía a como amarlos a todos, como entender su situación y el saber vivir con una opinión ajena, siempre.
El contrario se acomodo tomando la cintura del bajito, rodeo su cuerpo con calidez mientras fue bajando hasta dejar besos sobre sus mejillas, mandíbula y barbilla. "Chequito". Siempre fue llamado de tal manera por el australiano que por alguna razón creaba un ambiente suave cada que estaban solos a la par.
— ¿Quieres comer algo antes? — Susurro.
El mexicano observo a Daniel ladeando su rostro y al entender sonrío dejando un casto beso sobre sus labios mientras se acomodaba sobre la cama quedando sentado justo al lado suyo, el mayor se acercó dejando su barbilla apoyada sobre el muslo de Sergio quien acaricio su cabellera suavemente.
— Dani, es muy temprano para una comida así. — Murmuró inclinándose lo suficiente para besar la frente del mismo.
Asintió para ahora recostar su mejilla sobre la zona previa, cerró los ojos mientras sentía las suaves caricias de su contrario, Daniel estaba enamorado. Muy enamorado.
Más de una ocasión se preguntó el como termino así, perdido y enamorado de aquel chico que de algún modo causó tanto en él, había creído que un embrujo recorrió su cuerpo pues desde el día uno quedó cautivado por Sergio, era hermoso de pies a cabeza y sin duda alguna pretendía acercarse, más cuando vio el como aquel mexicano sonreía para el neerlandés, tan bello que sintió envidia por no ser el quien provocará dicha acción del chico. Los días pasaron hasta darse cuenta que ambos crearon un pequeño lazo donde salían más, hablaban seguido y eso fue todo para que por fin aquel Daniel pudiera confesar su sentir, o al menos aceptarlo para si mismo.
Cada uno de ellos había tenido una historia distinta de como se unieron a Sergio, y en el caso de Ricciardo fue el más romántico, tal cual una película de comedia romántica donde por cosas de la vida llegan a ser almas gemelas conforme pasan los meses, fue único hasta cierto punto pues sabían que la conexión era extrañamente buena. Especialmente para Sergio quien apenas entendía el como se sentía con cada uno de ellos. Max provocaba deseo, Carlos pasión, Lewis protección y Daniel anhelo. Supuso que serían cosas que cada uno de ellos le harían entender, claramente no fue equivocado aquel pensar pues en más de una ocasión ya había vivido algo relacionado con cada uno.
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Musa | Checo & F1.
FanfictionCada uno lo ama, cada uno de ellos está dispuesto a dar todo lo que tengan por la felicidad del joven. "Eres nuestro, Sergio." "Soy suyo.." ACTUALIZACIÓNES LENTAS.