¡TE AMO! (GENIA X TN) (EN CORRECCIÓN Y PROCESO)

11

YO TE ELIJO

El tiempo pasa más rápido de lo que uno piensa, sin darse cuenta Genya y (T/N) cumplían un mes desde que oficialmente iniciaron su noviazgo, todos en la escuela estaban entre sorprendidos y molestos cuando se enteraron, excepto los amigos del azabache y de la pelirroja.

Muchos no podían entender como la chica más linda de la escuela saliera con el más tenebroso sin importar que fuese hermano menor del profesor de matemáticas, incluso para muchos aquello le brindaba más puntos para ser poco ideal para (T/N) Himejima, realmente era de no creerse, aquello solo intensificaba los rumores acerca de que el chico había amenazado a la joven de alguna manera para salir con él.

Sobre todo conociendo tu carácter como dulce y amable, claro que la mayoría desconocía que llegar a ello te costo, pues no solo habías heredado el físico de tu madre sino también su inusual temperamento explosivo. Para tu padre represento un reto reformar esas características sin dejar de amar la esencia misma de la fémina de cabello rojo que era su esposa y la pequeña que era su princesa; siempre decía que la violencia no resuelve nada, solo se usa como excusa para reforzar el caos que actualmente existe en la sociedad,una clave más para la resolución de conflictos bélicos. Entonces, tuviste que aprender a mejorar tu forma de ser y tratar a los demás, te fuiste acoplando a las enseñanzas de tu padre, al igual que tu mamá, pues Gyomei no le gustaba pensar que esa forma agresiva de ser de las dos chicas de su vida, les pudiera cobrar factura en el futuro y que él no pudiera protegerlas como lo más precioso de su vida.

Por lo tanto, tu ingreso en la preparatoria habías sido como un dulce, no lo hacías por apariencia, era agradable en cierta manera no estar enojada todo el tiempo y tomar cosas positivas de la vida, además hacer amigas como Aoi y Kanao era lo mejor que te había pasado.

Así que cuando empezaron a circular esos feos rumores alrededor de tu lindo novio, tu semblante lindo y tranquilo se fue apagando, tus amigas conocían esa mueca de desagrado que hacías, por lo que realmente se preocuparon por el chico de 3ero A que se acerco a ti, con intenciones de alejarte de Genya.

Era la hora de la comida cuando el chico un año mayor que tú se acerco a tu mesa, sin siquiera pedir permiso te tomo de la mano para alejarte de tus amigos y novio que miraban atónitos aquella situación. Genya estaba molesto, bueno más bien fúrico, por como un chico equis trataba de alejarte de él.

Por un momento pensó en romper la promesa que había hecho con su hermano mayor, Sanemi tendría que entender que debía defender a su novia, ¿No?

Así que sin importar las miradas que le dedicaron en el comedor siguió al chico y a su novia para defenderla de cualquier situación y ser el príncipe que ella se merece.

Sus pasos se detuvieron cuando llego al jardín trasero de la escuela, el mismo donde se dieran su primer beso, aquel que les hizo darse cuenta que ambos se querían más allá que solo amigos. La voz del chico lo hizo detenerse en seco, quería impedir que te dijeran cosas malas, pero otra parte de él, aquella parte llena de inseguridades lo hizo escuchar lo que sea que pudieran decirte de su persona.

- Oye preciosa, no tienes porque estar con alguien a la fuerza, puedes confiar en mi, puedo protegerte.- la voz varonil sonó gruesa y segura de si misma estremeciendo al chico de cabello negro.

-¿Qué quieres decir?- hablaste con la ceja enarcada viendo al chico mientras cruzabas los brazos sobre tu pecho.

- Oh vamos, ¿porque otra razón estarías con un perdedor como Genya Shinazugawa? Es decir, no tiene nada que ofrecerte considerando que es hermano menor de un maestro.

Fue quizás en ese momento que observaste al chico, era guapo, no podías negarlo, tenía el cabello levemente desordenado en color castaño claro, así como grandes ojos de color verde y pestañas enchinadas y largas. Se podía decir que era rico por las cosas que portaba, un rolex en su mano izquierda, así como zapatos que parecían bastantes caros.

Para ti no era desconocido la gente con dinero, es decir, tener como padre al mejor arquitecto, así como la mejor abogada del país te da tranquilidad financiera, pero no significa que tus padres o tú piensen que el dinero defina a una persona, sobre todo tu padre, aquella forma de hablar tan arrogante del chico sin duda sería el indicio adecuado para quererlo lejos de ti.

-Así que, si de alguna manera te amenazo para estar en un "relación" con él, solo dímelo y te ayudo a salir de eso... por supuesto, con un pequeño precio a pagar. Nada que no sea beneficioso para ambos, es decir,solo tienes que ser mi novia, mi linda novia señorita Himejima.

Una sonrisa cruzo tu rostro, pero no era feliz, incluso podía decirse que era cargada de ira.

"¿Como puede hablar así de una persona que se esfuerza mucho para sacar adelante a su hermano menor?"

-No se de donde sacas tales palabras, pero puedo asegurarte que mi relación con Genya Shinazugawa es totalmente verídica. Así que de forma amable te pido que no me vuelvas hablar y dejes de decir cosas absurdas sobre la gente que no conoces.

- ¡Oh entonces realmente te ha domado ese perdedor?- rio con burla el castaño, mientras te veía desde arriba demostrando dominancia sobre tu frágil figura.

-¡Tú no sabes nada de Genya!- casi gritaste mientras con la palma abierta goleabas al chico de 3ero A en sus mejillas rosadas.- Él es simplemente un chico maravilloso, que se esfuerza mucho por salir adelante, es amable, tierno y de buenos sentimientos, cosas de las que careces claramente. Además, el profesor Shinazugawa es el mejor maestro que podamos tener en esta academia, no necesita fingir que es toda felicidad como lo es el profesor Rengoku, pero puedo decir que se esfuerza porque aprendamos algo que nos sirva en la vida. Y yo... yo lo elegiré siempre, mil veces sobre gente como tú.

Enojada y sin esperar más caminas con los puños apretados, mirando al suelo molesta cuando un par de lagrimas corren por tu mejilla. No te das cuenta cuando tus pasos te hacen chocar con el pecho de alguien, levantas la vista temerosa por las lagrimas topando tu mirada con un par de orbes lila que te observan con adoración.

-Yo también te elijo (T/N)