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Pláticas incomodas

Las cosas iban bien en la relación de Genya y (T/N) ambos seguían conociéndose, respetando sus limites e inseguridades. Siendo nuevos en una relación era obvio que había cosas en las que no estaban seguros de como continuar, pero los momentos que pasaban eran realmente buenos y disfrutaban de cada detalle.

Aunque hubo otros que realmente habían sido vergonzosos de los que seguramente hubieran preferido hablar, especialmente con su madre en caso de (T/N)  y de su hermano mayor en caso de Genya.

Era un fin de semana, domingo para ser exactos, tu padre estaría en casa todo el día debido a un día libre que se había permitido para pasar el día con sus dos chicas favoritas.

Gyomei Hiemjima era una persona que planifica con antelación, siempre trataba de darse el espacio suficiente para cuidar de su familia, su esposa y su hija, además con lo rápido que crecía su princesa temía el día que ella tuviera que abandonar el nido y volar lejos de sus cálidos brazos.

Sabía que no lo podía impedir, pero no significaba que no fuera doloroso pensar en ello.

Para ese domingo en especial, salio con sus chicas a un pequeño lago donde se podía hacer pequeños picnics familiares, para evitar cocinar y perder tiempo, Gyomei había encargado a un restaurante diferentes platillos con antelación, siendo lo último un postre especial hecho por Kanroji, a él le fascinaba mucho como cocinaba la esposa de Iguro.

Aunque no conocía mucho a los chicos, podía estar seguro que eran buenas personas, por lo tanto Gyomei disfrutaba mucho de los postres y comidas cuando no tenía tiempo de cocinar y pese a los intentos de su esposa e hija por hacer comidas, simplemente resultaba en un desastre que con suerte la cocina no explotaba, entonces mejor iban a comer al restaurante de Kanroji y Obanai.

En fin, algunas cosas no pueden ser perfectas.

Llegar al lugar no fue difícil, pese a lo concurrido parecía que muy poca gente realmente disfrutaba de estar rodeado de naturaleza. Era mejor para la familia Himejima, sobre todo porque deseaban pasar tiempo de calidad como una verdadera familia.

Fue un día grato, no podías evitar sonreír de oreja a oreja por el lugar, el lago estaba muy bien cuidado, era grandes y podías ver a los patos nadar alegremente, el pasto verde estaba recién podado que podías oler su frescura tan pronto pusiste los pies en el.

Tus padres sacaron las cosas del auto mientras tu corrías con la alegría de una niña de 5 años sobre el pasto, sin dudar te quitaste los zapatos y sentiste el frescor en tus pies, diste unas vueltas sobre ti misma para volver corriendo hacia la mesa que eligieron tus padres para poner las cosas. Tomaste la manta que te ofreció tu madre y la extendiste mientras tu padre comenzaba a desempacar las cosas, aunque no comerían, primero harían varias actividades recreativas juntos.

Dentro de las cosas que disfrutaron fue montar las balsas de cisnes que había en el lago, jugar un poco de beisbol, una caminata por el sendero del bosque que había, luego disfrutaron de la deliciosa comida, por supuesto que también hablaron de como iban sus vidas fuera de casa tocando un tema de interés para los Himejima.

¿Cuál sería tu paso a seguir después de la preparatoria?

¿Qué carrera elegirías?

Por supuesto que eligieras lo que eligieras, en definitiva ellos te apoyarían y aunque todavía faltaba un año para que te graduaras, nunca estaba de más pensar por adelantado en tu futuro. Eras consiente que con tus notas tenías frente a ti múltiples opciones de Universidad y ciertamente aquello te ponía ansiosa, un mundo de posibilidades se abriría ante ti.

¿Pero como elegir lo que era mejor para ti?

¿Como podrías saber que no te equivocabas?

Ciertamente el futuro era aterrador.

Aunque ahora, que lo pensabas mejor, también eras consiente que Genya y tú no habían tocado el tema, lo que te llevaba a preguntarte:

¿Cuál era el sueño de Genya?

Por supuesto que en parte, ya sabías que el azabache se esforzaba por lograr ganar una beca para una prestigiosa Universidad. Aun no tenía seguro a cuál iría, aunque tampoco le habías preguntado cuál sería la profesión en la que desearía enfocarse. Los sentimientos que tenías por el hecho, te hacia creer ciegamente en que fuese lo que fuese lo lograría, era un chico que se esforzaba al máximo por cumplir con las expectativas del profesor Sanemi Shinazugawa, pero también por cumplir con los suyos propios.

Al verte sumida en tus pensamientos, tu mamá tomo tu mano de forma cálida, dándote un suave masaje con su pulgar en reconfortantes círculos.

-Sabes cariño, no es algo por lo que debas estresarte ahora, pero estoy segura que sea lo que sea que elijas nosotros te apoyaremos, incluso si no te llama la atención nuestras carreras.

Habías estado viendo tu postre durante algunos minutos, pero el escuchar la suave voz de tu madre levantaste la mirada, observando a ambos adultos que te miraban como un verdadero tesoro.

-Gracias mamá, gracias papá.

Con esas palabras procedieron a recoger todo y volver a casa, el sol comenzaba a teñir el cielo de colores naranja, dando una sensación de paz. No importaba el tiempo que pasarás jamás podrías olvidar cada uno de los días que podías estar con tus padres de esta manera.

Todo había sido perfecto y bueno, esperabas que así se mantuviera.

Después de cenar, te metiste a bañar y posterior realizaste tu rutina para meterte a dormir.

Estabas terminando de secar tu cabello cuando tu madre toco suavemente la puerta, con una sonrisa dulce le indicaste que podía ingresar. No era nada extraño que debes en cuando pudieras tener una breve charla de chicas con ella, pero quizás no estabas preparada para lo que realmente quería hablar contigo.

Las suaves manos de tu madre tomaron el cepillo de tu cómoda, de forma sutil tomo tu largo cabello rojo y lo acomodo para comenzar a cepillar mientras ambas se miraban de vez en cuando a los ojos.

- Y... ¿Entonces como vas con Genya?

Sonreíste con dulzura, pensar en tu relación el azabache te llevaba a sonreír más de lo que querías admitir, realmente sentías que cada vez te enamorabas más del chico y es que habías conocido tantos lados dulces del chico que podrías jurar que antes de terminar el año estarías enferma de diabetes, pero no te importaba, valía totalmente la pena estarlo si era por él.

¡TE AMO! (GENIA X TN) (EN CORRECCIÓN Y PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora