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Pláticas incomodas II

Hablar con tu mamá nunca fue un problema, siempre era como hablar con una mejor amiga, le podías expresar tus planes sin problemas y ella siempre te ayudaría a darte el mejor consejo.

A pesar de que ya eras toda una señorita, había un tema del que no habían hablado, y ahora que ya tenías un novio al que querías mucho, era necesario. Tus padres estaban seguros que en la escuela ya había algún tipo de curso, pero tu mamá sentía que no sería bueno confiar en solo eso, debía hablar contigo más claramente y que pudieras expresar tus dudas sin temor.

Tampoco quería que recurrieras al internet, era una buena fuente de conocimiento, pero era importante que supieras que no todo era creíble, además de fomentar la confianza en ellos, en tus padres que sin importar la situación te amarían. 

Para Gyomei no fue fácil aceptar la idea de hablar contigo sobre "Esos" temas, había que entender, para él aun eras su bebé y aunque sabía que el joven Genya Shinazugawa nunca te presionaría para hacer algo que no quisieras, (bueno el realmente no quería pensar que su princesa ya era una mujer que podía tomar sus decisiones y entre ellas su "PRIMERA VEZ"), nunca estuvo de más el hecho de tener una platica al respecto.

Tus padres no son apegados a una religión, respetan las creencias de cada individuo, aunque por supuesto, Gyomei estaría mucho más feliz de entregarte de blanco en el altar de forma intacta, ya sea que elijas una boda tradicional occidental o bien un hermoso Shiromuku para una boda tradicional japonesa, pero entiende que no es su decisión por lo que se limita a soñar abiertamente con las ideas.

Déjalo soñar, por cosas del destino eres su única hija y siempre soñará lo mejor para ti.

Tu madre había pensado mucho en como abordar el tema, no se consideraba una puritana para no ser clara contigo, aún así eras una adolescente que estaba aprendiendo sobre si misma y la vida. Sobre todo el constante pensamiento de "No quiero que cometas mis errores" pasaba por su mente, pero era fácil pensarlo, hablarlo era mucho, mucho más difícil.

Antes de hablar contigo, tuvo varias noches donde platico sus inquietudes a tu padre, ambos compartían una regla importante en su relación y sobre todo en base a tu educación: la comunicación.

Ambos creían en que la base para cualquier relación, ya sea matrimonial o fraternal, era sin duda la comunicación, ambos estaban comprometidos en que fuera fácil para ti comunicar tus emociones y pensamientos, sin llegar al agravio o falta de respeto. Entonces, durante un tiempo, bueno para ser precisos, desde que les informaste sobre la formalidad de tu relación con el azabache, tus padres había debatido sobre como abordar el tema de las relaciones "SEXUALES" y sobre que puntos tu mente adolescente podría estar lista para abordar.

Tu madre tenía un pasado complicado, una parte de si, quería hablar contigo sobre eso y de alguna manera ayudarte a ver que hay cosas en la vida que puedes evitar por experiencia ajena que propia. 

Ella siempre fue muy liberal, sobre todo para una familia conservadora. 

Fue considerará como la oveja negra de la familia, la chica rebelde del cual sus padres se sentían avergonzados la mayor parte del tiempo. Claro que no puede decir que esta orgullosa por como desafiaba cada orden que sus padres le daban, en aquel tiempo solo pensaba en lo bien que se sentía, jamás pensó en las consecuencias que tendría a largo plazo.

Y aunque actualmente esta orgullosa de la grandiosa hija que tiene, a veces las pesadillas la consumen. Pero tuvo que trabajar mucho en esa parte de si misma, no fue fácil, pero tener en el amor de tu vida como tu mejor amigo, ha sido la mejor de las bendiciones que pudo recibir.

Entonces decidieron no hablar mucho contigo sobre el pasado de tu madre, de momento por tu bien sería tocar el tema de forma superficial con temas relacionadas a la comunicación en la pareja, riesgos y como evitarlos, sentían que no merecía la pena llenar tu mente con cosas para las que todavía no eras lo suficientemente madura para procesar.

Entonces fue una sorpresa para ti cuando después del picnic familiar que habían tenido, ella entró a tu habitación. Lo raro no era que ella te visitará, incluso el que sacará el tema de tu relación Genya era normal en tu relación madre e hija, lo extraño comenzó cuando empezó a preguntarte si alguna vez habías pensado en tu novio de alguna forma menos inocente que besos y abrazos.

¿Como le explicas a tu mamá que últimamente quizás no has visto a tu novio de la misma forma?

¿Qué sin saber como, tu mente hormonal admira los músculos bajo el uniforme?

Vale, quizás era momento de aceptar que una de las razones que te atraía de Genya, era lo injustamente ajustado que le quedaba el uniforme, había algunos momentos en que habías "admirado" lo más discreta que podías, los músculos ocultos que poseía, que había momentos en que pensabas en como se vería sin "tanta" o mejor dicho sin nada de ropa.

Algunas otras noches despertabas agitada en tu cama, porque simplemente tu mente te llevaba a pensar en situaciones para las que sabías que no estabas lista.

Para empeorar tu caso, tu madre era buena leyéndote, tan tranquila como era, se sentó en tu cama, palmeo a su lado para invitarte a sentarte con ella. Tragaste en seco, tenías miedo, aunque no tenías claro porque, tus padres nunca te trataron mal, incluso cuando te portabas mal las reprimendas que te daban incluían explicarte el motivo de porque te regañaban y asegurándose que el suceso no se volviera a repetir. 

Antes de que pudieras pensar demasiado en la situación tu madre, ya había puesto sus manos sobre las tuyas, una sonrisa comprensiva y cálida adornaba sus rasgos.

Siempre habías pensado que tu madre era una mujer hermosa y esperabas serlo tanto como ella.

-(T/N), no tienes porque sentirte mal si piensas en Genya de maneras no inocentes...

Tu madre suspiro, no era momento de usar frases disfrazadas, tenia que hablar contigo abiertamente, la sinceridad era mucho mejor que mentiras disfrazadas, no tenía que fingir una charla de abejas y flores.

- (T/N)... esta bien si has pensado en tener relaciones sexuales con Genya.

Esta vez la voz de tu madre era seria no había condescendencia detrás, de inmediato supiste que esto era un tema que debías escuchar con especial atención.

Con un suspiro de derrota decides abrir tu corazón.

-Si... a veces lo eh pesando, pero... no sé... no estoy segura

Murmuras con la vergüenza tiñendo tus mejillas de un rojo muy claro, tu mamá no te mira como si te juzgará, es todo lo contrario, su mirada es comprensiva mientras asiente con la cabeza dándote la señal de continuar.

-Yo simplemente no quiero hacer algo por impulso y que ambos salgamos lastimados, realmente estoy enamorada de Genya.

Finalizas tu línea de pensamiento y tus preocupaciones.

Tal como pensaba tu mamá, estabas llegando a esa parte donde podías confundir tus sentimientos con las hormonas, era normal, tu cuerpo se estaba preparando para tener relaciones sexuales, pero entendía mejor que nadie que eso no significaba que estuvieras lista para tenerlas y menos la madurez mental para afrontar las consecuencias posibles.

-Así que seré clara contigo.- tu madre pese a la seriedad que intentaba mostrar nunca perdió la mirada comprensiva en su rostro.- Es normal tener sueños y deseos, es algo que todos pasamos, incluso tanto como lo es la menstruación, en caso de las chicas. No tienes porque avergonzarte por ello. Pero, también es cierto que debes ser consiente de las posibles consecuencias, por eso mañana iremos con mi ginecóloga, me gustaría que una profesional te explicará mejor sobre los métodos anticonceptivos, sus riesgos y las dudas que puedan surgirte.

Después de acordar que pasaría por ti luego de salir de la escuela, le terminaste platicando como los gemelos Tokito solían preguntar sobre Genya, en especial Muichiro parecía que realmente el azabache les había agradado.

No paso mucho tiempo para que te fueras a dormir con un beso en la frente de tu mamá.

¡TE AMO! (GENIA X TN) (EN CORRECCIÓN Y PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora