Hoy presentamos... ¡ LA VIDA DE UN EMO DEPRESIVO!
Dirigido por: Kocho shinobu, shinazuwaga sanemi e Iguro Obanai.
• Días en que se actualiza •
-Sabado/domingo.
Lunes pocas veces.
[Historia corta]
Cada cap no pasa de las 600 palabras, aunque depende...
La puerta rechinó. Al parecer, había llegado a su hogar. Tomioka suspiró con tranquilidad y caminó lentamente por su habitación. Todo estaba tan solitario. Observó su cama y luego su mesita de noche. Todo parecía normal... Espera... ¡¿Y EL DIARIO?! El joven abrió los ojos con impresión mientras su pecho comenzaba a latir con fuerza. Estaba nervioso. ¿Qué había pasado con el objeto? Se acercó rápidamente y puso sus manos en la madera tratando de buscar con la mirada. Se arrodilló para abrir los cajones, pero nada. Estaba seguro de que lo había dejado allí... Bajó la mirada y controló su respiración. No era momento para perder el control solo por un diario. Pero... ahí estaba escrito todo lo que le pasaba día a día. Si alguien lo encontraba, todos sus secretos serían revelados. Bufó y se sentó en su cama, sentía un sentimiento de tristeza. Ahora, ¿con quién se iba a desahogar?
Mientras Tomioka se lamentaba, en la finca mariposa estaban las tres "víboras". Shinobu atendía a los enfermos mientras que los dos jóvenes solo pasaban el día sin hacer nada. Las niñas se acercaron a los pilares con curiosidad.
- Es un milagro que vengan tan seguido - dijo Kiyo mientras jalaba el haori de Iguro para llamar su atención.
- Solo nos sentimos enfermos, nada más... - Iguro disimuladamente rodó los ojos para luego quitar la mano de la niña. Las tres infantes los vieron con preocupación y como si estuvieran sincronizadas hablaron en coro.
- ¿¡Enfermos!? ¿¡Los pilares también se enferman!? -Sanemi ignoró ese comentario, Iguro solo se encogió de hombros tratando de que ellas no preguntaran nada más, pero para su desgracia las niñas eran muy curiosas.
Naho se sentó al lado de Sanemi y de repente dijo:
-Ya sé qué tiene el señor Shinazugawa. Escuché que del cabezazo que le dio Tanjiro quedó medio loco, ¿es eso cierto? -Iguro tapó su boca con la mano para no reírse, trató de tener una mirada neutra pero no pudo conseguirlo. Al albino se le pusieron los ojos en blanco y una vena saltona se hizo notoria en su frente. Iba a tomar a una de las niñas para darles una paliza pero recordó que debía controlarse.
-¿Quién carajos te dijo que eso fue así?.. -Trató de ser comprensivo pero con esa grosería no lo logró para nada. La pequeña tembló al escuchar el tono de voz que utilizó; se quedó callada y luego habló en un susurro.
-Los chihuahuas dan miedo... - Eso fue la gota que derramó el vaso; Iguro rió suavemente y observó con burla al pilar. Sanemi solo se quedó callado, nuevamente controlando lo que diría, se levantó de su asiento y se fue dando pisadas fuertes, desde lejos se veía su aura asesina.
- ¡Ah! Naho, eso fue muy grosero -dijo Sumi frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. La mencionada bajó la mirada avergonzada, Iguro negó con la cabeza y acarició el cabello de la "culpable".
-Eso no fue así, no pasa nada, mi amigo es difícil de entender.- La niña sonrió alegre al sentir el afecto del mayor, las otras quedaron asombradas al ver que Iguro era capaz de hacer algo así. La tarde paso rápido, y ya era hora de seguir con su plan, leer las páginas que aún no habían sido resitadas por el pelinegro.
Los tres se sentaron en la gran sala de la finca, Iguro abrió el libro y ojeó un poco, Sanemi se levantó para comprobar que nadie estuviera cerca pero no se dio cuenta de que las niñas se escondieron muy bien, tenían curiosidad por saber que tanto ocultaban los pilares, ahora entendían el afán que tenía la señora kocho al terminar rápido con los pacientes, Sumi les hizo una seña de silencio y como si fuera una espía se asomo con cuidado.
Iguro tomó el diario y comenzó a leer en voz alta:
-Día 48:Ah, nuevamente escribo sobre Sabito... Pero es que no puedo superarlo... Ni a Makomo ni a él.. Esos niños eran como mis hermanos...
Los pilares escuchaban con atención, ninguno cambiaba de expresión, era como si les diera igual, total, solo querian burlarse de el idiota, sanemi cruzo sus brazos y se echo hacia atrás, cerro sus ojos y después de una pausa, Iguro continuó con la siguiente página:
-Día 53:Hoy noté que alguien visitó mi finca, su voz era muy enérgica y gritaba mi nombre desde afuera. Quería llamar mi atención, era el niño que había salvado... Tanjiro. Venía a visitarme pero no le abrí la puerta.
Las infantes escuchaban con impresión todo lo que leían, pensaron tristes, cuando Tomioka venía a la finca, ellas no se acercaban al joven porque pensaban que era aterrador, pero ahora, sentían algo de culpa por no hacerlo, Kiyo suspiró suavemente y hablo en susurros.
- El señor Tomioka me da tanta pena.- Con sus manitas froto sus ojos con apariencia de botones y sollozó por el mencionado, Sumi y naho se vieron con tristeza e intentaron calmar a la niña.
- Shhh, no pasa nada Kiyo, cuando el señor Tomioka regrese de vista le prepararemos su comida favorita!- se dió cuenta de su escándalo y tapo su boca avergonzada, los pilares aún no se habían percatado de su presencia.
Naho río y se asomo nuevamente.- Tenemos que informarle esto al señor Gyomei, están siendo demasiado crueles con el. - Frunció el ceño, estaba decepcionada de que las figuras a las que ella admiraba, y sobre todo la mujer, quisieran burlarse de una persona con poca estabilidad emocional, alzó su puñito y se dio la vuelta.- ¡Está decidido! Iremos a contarle todo.
GYOMEI HIMEJIMA VIENE A PONER ORDEN.
Holaa, vengo a decir que, actualizaré los fines de semana, ese será el horario, de Sábado a domingo, y pocas veces puede que los lunes, también haré correcciones en la ortografía.
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