pequeñas comunicadoras.

303 24 2
                                        

Ya era de noche, las niñas se habían escabullido con cuidado para no ser vistas, algo que lograron con éxito. De todas formas, los pilares estaban muy concentrados haciendo sus fechorías. Corrieron por los pasillos oscuros de la finca y salieron al jardín. Sumi observó el cielo y suspiró resignada.

— Ahh, qué mal, ya es de noche... — Frunció el ceño y se sentó en el piso de madera. — Ahora no podremos contarle nada. — Infló sus mejillas y suspiró nuevamente.

Se pusieron a pensar en cómo podrían llegar a la finca del pilar. Naho pensó detenidamente y luego pegó un brinco de alegría, dando a entender que ya tenía algo en mente.

— ¿Y si le pedimos el favor a En? Ella seguramente sabrá dónde vive el señor Gyomei, además podrá acompañarnos. — Kiyo movió su cabeza para indicar que eso era imposible.

—La idea está muy buena, solo que En le dirá a la señorita Shinobu... —Las tres bufaron y se quedaron sin decir nada por un largo rato. Kiyo caminó al centro del jardín y llamó su atención.

— ¡Niñas! Vengan, no pienso quedarme de brazos cruzados, así que... ¡Aunque nos tome un mes llevaremos la información al señor Gyomei! ¡Ahora empiecen a caminar! — La niña con accesorios rosas les señaló la puerta de entrada. ¿En verdad harían algo así? Sería peligroso, pero ellas pensaban que nada les quedaba grande y bueno, en esa zona no habitan los demonios... ¿Verdad? Eso pensaron ellas, confiando en su intuición.

Las tres infantes salieron de la finca mariposa y se dirigieron al pueblo cercano. Primero tenían que pasar por un terreno limpio de cosechas, con campos abiertos y árboles dispersos. Como era de noche, el momento para cualquier niño sería peligroso. caminaron decididas, pero no podían evitar sentirse con la piel de gallina. El terreno se veía muy solitario, y el agua en las cunetas no se movía para nada. De repente, una brisa fría hizo que imaginaran miles de cosas aterradoras. Los árboles parecían cobrar vida con cada susurro escalofriante del viento, y las sombras se alargaban en la oscuridad.

Sumi se encogió tratando de quedar atrás de Kiyo, sentía una mala intuición pero trataba de no pensar en eso.— N-naho... Esto no pinta bien... — La mencionada sintió un escalofrío repentino y regaño a la niña por su negatividad.

— Shhhh, no digas eso, mira.. — Señaló hacia el pueblo, se veía tan cerca pero lejos a la vez, Kiyo se mantenía callada, quería transmitirle a sus compañeras que no sentía ni una pizca de "miedo".

A medida que avanzaban, el pueblo cercano parecía estar cada vez más lejano, sumergiéndolas en la inmensidad silenciosa de la noche. Las dos niñas se aferraban a la falda de Kiyo y continuaron con su avancé, recordando las palabras de la infante y confiando en su instinto. Aunque el temor las invadiera, sabían que debían seguir adelante para cumplir su misión de ir con el "Chisme"



Holaa, solo quiero decir que los capítulos siempre son cortos, por eso actualizaré mañana, se suponía que eran los sábados/domingos y lunes, pero no pude avanzar mucho por mis ocupaciones.
Ya mañana se viene el encuentro con el líder "comunicativo" ¡GYOMEIII! 🥳



𝙇𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙚𝙢𝙤 𝙙𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙫𝙤. °•🛸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora