𝙇𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙚𝙢𝙤 𝙙𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙫𝙤. °•🛸

Aldea luminosa.

finalmente llegan a la entrada de la aldea en medio de la noche. Observan con curiosidad a su alrededor, asombradas por el bullicio y la alegría del festival que se está llevando a cabo. Las personas vestían de hermosos yukatas y kimonos coloridos,el ambiente estába lleno de luces brillantes y música festiva. Kiyo sonríe mientras habla cautivada.

- No había escuchado de esto... - Camina moviendo su cabeza a distintas direcciones, buscando las cosas mas llamativas para deleitar su vista, Naho y sumi le siguieron el paso.

- Woow, es muy llamativo, ¡Mira! Que bonitos esos kimonos.... -Sumi se emociono y se acercó a una linda mujer, está no se percato de la presencia de la niña porque estaba ocupada comprando en un pequeño puesto, La niña quiso tocar la vestimenta pero recordó que era de mala educación, cuando quiso volver con las demás... Ya no estaban allí, ¡¿AHORA QUE HARIA!?

Kiyo se había distraído con los pequeños juegos que habían mientras que naho fue a babear por las comidas tradicionales que vendían, la pequeña aldea estaba llena de muchas personas, casi no se podía caminar, y por su baja estatura no pudo localizarlas, se agachó en el piso y empezó a llorar como cualquier niño... Cerro sus ojitos tratando de pensar pero el miedo y el sentimiento de tristeza no la soltaba. La bulla no ayudaba y los adultos ni siquiera le prestaban atención..... La niña sintió que una gran mano toco su hombro con delicadeza pero firmeza a la vez, hablo en un tono dulce pero su voz grabé no ayudaba.

- ¿Que pasa pequeña?- ella se exsalto y sonrió al notar la reconocida voz, ¡Era el señor Gyomei! La infante se levantó de golpe y trato de rodear la pierna del más alto mientras lloraba de alegría.

- ¡S-señor Gyomei! Por fin lo encuentro... O bueno.. usted me encontró a mí. - Gyomei se quedó callado y luego analizó.

- Sumi? - pregunto de repente, la niña lo vio confundida pero luego recordó que no veía muy bien, río apenada y asintió inconscientemente.

- Sí, la mismísima señor... - Se paró recta e hizo la seña de un soldado, Gyomei estaba confundido a decir verdad, se le hacia raro que ella estuviera en un lugar tan llamativo.

- Niña, ¿Que haces tú aquí? Sabes que es muy peligroso, ¿Que hubieras hecho si yo no te encontraba? - Hablo con preocupación y poso su mano en el cabello de la niña, Sumi estaba avergonzada, tenía razón, pero la información era importante, ella frunció el ceño y hablo rápidamente.

- ¡Tenemos un chisme nuevo señor! - Hablo con una sonrisa pero está se borro al recordar que sus otras amigas estaban perdidas.- Uh, Pero me he separado de las otras niñas y n-no se donde están... - Sus ojitos de botones de llenaron de lágrimas. El mayor se preocupó por lo último que dijo, suspiró pesadamente y trato de tomarla de la mano.

- Tranquila, venir a estas horas fue imprudente, pero gracias a Dios yo me encontraba aquí.- Sumi abrió bien sus ojos y analizó mejor al adulto, Gyomei no vestía su típico uniforme, parecía llevar la misma ropa que las demas personas, bajo su vista y noto que un su otra mano llevaba objetos referentes a los gatos o su religión.

Luego de una caminata por la aldea, Gyomei pudo encontrar a cada una de las niñas en poco tiempo, ellas bajaron sus cabezas avergonzadas por el sermón que les dio, pero no era un regaño con ira, mas bien utilizo las palabras adecuadas. Cuando eso termino se sentaron en unas banquetas y Gyomei hablo de la nada.

- Que querían decir? Acaso es tan importante que no pudieron aguantar? - Para ser sinceros Gyomei quería sonar desinteresado, pero por dentro moría de las ganas de saber lo que traían.

- Uhm.... Es, ¡es una injusticia! - Dijo Kiyo con enojo a lo que las dos respondieron con un "sí" sincronizado.- La señorita Shinobu junto al pilar del viento y el de la serpiente están cometiendo un acto inhumano. - de donde había sacado esas palabras? Bueno muy sencillo, Gyomei les había enseñado a expresarse de esa manera, El ciego asintió y cerró sus ojos para pensar un poco.

- Pero a qué te refieres con Inhumano?- dijo Gyomei en susurros, Esta vez hablo Sumi, parecía una exposición.

- Tienen un libro muy sospechoso, parece ser del señor Tomioka, Se que el a veces es raro y algo antisocial.- En cualquier lugar en el que se encontraba Tomioka sintió que la oreja le zumbaba.- ¡Pero no es justo! ¡No, no! No me parece un ejemplo a seguir lo que hacen los pilares... - infló sus mejillas con desaprobación.

Naho recostó su cabeza en el brazo del adulto y bufó.- Ése libro tenía muchas cosas personales.... Se sintió feo no poder hacer nada. - La niñita alzó su cabeza y observo a Gyomei, hizo una seña de silencio pero sabía que este no la podía visualizar.- Shh, señor Gyomei, no puedo decir nada, verdad niñas? - Las mencionadas asintieron a la vez.- Si la señorita Shinobu se enterará... Uy seguro que nos regañaría...

El mayor cerro sus ojos e hizo su típica seña, juntar las manos y llorar por los acontecimientos.- Shinobu, ella no era así, esos jóvenes necesitan un buen sermón... - El pilar se levantó y la niñas lo siguieron, el plan era llegar a la finca como el que no quiere la cosa para poder espiar más a gusto los comportamientos de las "víboras"

Holaas, actualice otra vez...

Como dije, lo hice porque ni el sábado ni el domingo tuve tiempo, seguro hay algunos errores pero voy a corregirlos.

Se viene el mini equipo Justiciero, su lema es: ¡no hay nada que no sepamos! Con: Sumi, Naho, Kiyo y Gyomei!!! JAJAJAJA.