𝙇𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙚𝙢𝙤 𝙙𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙫𝙤. °•🛸

¿Qué hace Tomioka?

Kanzaburo, el pobre cuervo del pilar, bajaba su cabezita con pesar. Se sentía apenado por no haber podido cuidar de la finca debido a su avanzada edad. Giyu, por su parte, estaba algo preocupado por la desaparición de su diario, donde plasmaba su día a día. Le resultaba extraño que los intrusos hubieran tomado algo de poco valor cuando en la finca había pertenencias de mayor importancia. A pesar de sus dudas, no quería hacer sentir mal al animalito.

- No importa, Kanzaburo, hiciste lo mejor que pudiste - consoló Giyu al cuervo con voz suave. El ave lo observó con los ojos cristalinos, sintiéndose viejo e inútil, pero las palabras de su amigo le brindaban algo de consuelo.

Después de esa charla reconfortante, el pilar decidió salir de su propiedad para dar una caminata en el pueblo más cercano. Aunque no le gustaba mucho interactuar con la gente, sabía que necesitaba abastecerse de provisiones.

Al llegar al bullicioso mercado del pueblo, sus ojos fueron cautivados por los coloridos puestos llenos de comida fresca y productos locales. La cultura del lugar le pareció asombrosa, y la mayoría de los aldeanos lo reconocían como pilar, saludándolo con respeto y admiración. Aunque en apariencia parecía indiferente, en lo más profundo de su corazón sentía una cálida gratitud por el gesto.

Mientras observaba los puestos repletos de peces y verduras, un comerciante se acercó a él con una sonrisa sincera, lanzando saludos y preguntas al joven pilar. Giyu se sorprendió por el repentino acto de amabilidad, pero decidió responder al saludo.

- Es un honor tenerlo por aquí, señor Tomioka - Dijo el comerciante con tono respetuoso, esperando la respuesta del pilar.

Giyu suspiró y bajó la mirada, sintiéndose incómodo con tanta atención. - Gracias por sus palabras... Pero solo estoy en busca de provisiones -Respondió fríamente, mostrando su naturaleza reservada y distante.

El aldeano, sin intimidarse por la actitud cortante del pilar, continuó hablando con total naturalidad, demostrando un respeto sincero hacia Giyu y ofreciéndole su atención durante su visita en el pueblo.

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Daba pasos lentos, siguiendo el sendero hacia su finca, ahora que veía había comprado demasiado... "Lleve estos pescados, están muy frescos." Fue lo que recordó que dijo uno de los pescadores, al principio no quiso pero le dio tanto pesar que accedió... Suspiró pesadamente y fijo su mirada al frente... Ya quería llegar y mostrarle los bocadillos que compró a kanzaburo...

El cuervo aleteaba feliz, pensó que el pilar en verdad no lo perdonaría a pesar de sus palabras. Pero Giyu sabía que no le podía exigir mucho al animalito. Saco con cuidado una bolsita llena de frutas y las otras la dejo a un lado, extendió su mano y quiso dar de comer al cuervo como si fuese un niño pequeño cuidando de su mascota.

- Giyu, Giyu... Déjamelo en el suelo yo podré comerlo mejor.- Tomioka entrecerró sus ojos algo decepcionado pero de todas formas cumplió la petición.

- Kanzaburo... - Dijo de repente, el mencionado limpio su pico con la madera y lo observó con atención. Giyu junto sus manos y sonrió levemente.- ¿Crees que sí le regaló frutas a Kocho.. ella dejará de odiarme? -La pregunta casi le rompe el corazón al cuervo, este frunció el ceño y bufó como un toro.

- Sí así usted lo quiere, aunque... Esa, esa mujer es un diablo! - El pilar tapo su boca para no reír, sabía que con Kanzaburo podía mostrarse así...

Holaaa, estaré corrigiendo alguna falta de ortografía, así que seguramente cambie algunas cosas...

Por favor no se olviden de dejar su estrellaaaa, así me motivaría más. ✌️

Por cierto. Kanzaburo es muy tierno. Me gusta la idea de que Tomioka aún lo tenga como cuervo kasugai a pesar de su edad. 💗