🍭 CAPITULO 11 🏳️‍🌈

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—¡Bájame ahora!- Grité lo más que pude. Mi garganta estaba ardiendo, por tratar de gritar y no poder. Me quedaría afónico pero no importaba. —¡Mierda que me bajes!- Comencé a golpearle la espalda, pero solo recibí una nalgada y esta fue más fuerte que la anterior. Jungkook carcajeó y siguió caminando sin importarle el silencio y las miradas que se producían en la cafetería.

Al llegar al estacionamiento, el cual estaba solo. Jungkook me bajó y lo primero que hice fue darle una cachetada, dejándole mi mano marcada en su mejilla.—¡Uy! Qué gatito- Dijo sobando su mejilla.

—Te mereces eso y mucho más. ¿Qué piensas? No tienes derecho sobre mí, Jungkook, no puedes hacer algo que yo no quiera. No eres nada mío.

—Pero bien que compartiste 'Sexo secreto' conmigo.

—¡Cállate! ¿Lo recordarás todos los días de mi vida?

—No me digas que te arrepientes.

—¡Pues sí! Sí me arrepiento- Jungkook levantó una ceja sínica y me tomó por la cintura pegándome a él.

—Pues eso no lo decías cuando estabas gimiendo de placer. Y aceptémoslo, Jimin. - Se acercó a mi oído y con voz ronca dijo. –Te mueres porque entre en ti una vez más- Lo miré asombrado. ¿Dónde estaba el Jungkook del fin de semana? 'Patán, es como los demás'.

—Pues no, fíjate que no. Me pegó a él y pude sentir su gran erección. Gemí al instante y me aventuré a mirarlo a los ojos. Negros de pasión. Sus labios estaban tan cerca de los míos, solo con acercarme un poco y podía sentirlos. Pero no, yo no daría el primer paso.

—Te mueres porque en este mismo momento te bese- Murmuró diciendo toda la verdad.

—Sí— murmuré. Jungkook sonrió. —No cantes victoria, es solo que Taehyung me ha dejado un mal sabor de boca— Levanté mi ceja y Jungkook me soltó bruscamente. Casi aventándome. Lo miré sorprendido, él estaba furioso. Llevó sus manos a su cabeza y despeinó su cabello, como si estuviera frustrado. Luego se acercó a su carro y golpeó el vidrio. El sonido del vidrio quebrado me hizo tapar mis oídos y estremecer. Lo miré confundido. ¿Qué mierda le estaba pasando? Luego miré su mano, estaba ensangrentada. Mi corazón se aceleró más de lo normal.—¡Dios mío, Jungkook!— Corrí hasta él y tomé su mano. La respiración de Jungkook estaba agitada, pero seguro que no era por dolor.

—Déjalo así.

—¿Qué? No me pidas eso. Vamos inmediatamente a la enfermería.

—No— Murmuró seco. —No queremos que los demás  ni mucho menos Taehyung nos vean juntos. ¿O sí?— Mi estómago se retorció al escuchar eso. Había estado mal lo que dije.

—Mierda, Jungkook, no seas infantil ¿quieres? Anda— Traté de moverlo pero fue imposible. Seguía con su actitud. Bufé estresado, lo miré fijamente. —Por favor, Jungkook — Supliqué y, dicho esto, con delicadeza junté nuestros labios. Fue un cálido beso, mis manos se enredaron detrás de la nuca de Jungkook, dio una leve mordida en mis labios. —Por favor— Susurré sin dejar de besarlo. Esos labios eran perfectos. Suaves y tan deliciosos.

—Bien— Susurró. Me separé de él lentamente para verlo a los ojos. La furia se había ido, y un lindo brillo había aparecido en ellos. Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.*

—Bien, hemos llegado— Dije mientras me estacionaba frente a la casa de Jungkook. Lo había ido a dejar a su casa, ya que su mano derecha estaba fracturada y su auto sin vidrio. —Quiero que te cambies las vendas según te dijo la enfermera.

—Sí, Jimin, ya te he dicho que así lo haré.

—Bien— Sonreímos.

—Oye, ¿por qué no te quedas a comer?

sᴇᴄʀᴇᴛ sᴇx - ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora