🍭 CAPITULO 21 🏳️‍🌈

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Narra Jimin

La familia con la que mis padres iban a negociar era muy maja y divertida. Tenían un hijo de veinte años. Lee Felix era un tío guapo y divertido. ¿Qué quieres que te diga? Pero a pesar de reírme con cada chiste que contaba, me sentía mal por dentro. 

No me gustaba estar enojado con Jungkook, no con él... La cena había terminado y nos habíamos despedido de la familia Lee. Felix me había dado su número de teléfono y viceversa. Habíamos llegado a casa y realmente estaba agotado. Me quité los zapatos dejándolos en el baño, y me puse un pijama negro bonito. Levanté las sábanas y me metí en ellas, cayendo en un sueño profundo.

—¡Jimin! ¡Despierta! —Escuché cómo me susurraban, negué con la cabeza sin abrir los ojos. Escuché murmullos, luego empezaron a mover la cama.

—¡Mierda! —Grité destapándome la cara, abrí los ojos y miré incrédulo. 

—¿Jin? ¿Hobi? ¿Qué demonios hacéis en mi habitación? —Sus caras me miraban preocupadas.

—Entramos por la ventana, pero eso no importa —dijo Hobi acercándose a mí.

—¿Entonces qué importa? —pregunté confundido.

—Jungkook —mi corazón empezó a latir rápidamente. —No, no sabemos de él. No sabemos dónde está —prosiguió Hobi.

—¿Cómo demonios no lo sabéis? —dije levantándome bruscamente, caminé hasta mi armario

—. Se suponía que estaría con vosotros en Hot, ¿no? —pregunté mientras entraba al baño.

—Sí, pero nos enteramos de vuestra pelea, así que fuimos al restaurante donde estaban tus padres y tú, a buscarte  — Hobi hablaba rápido y tartamudeaba—. Él dijo que estabas divirtiéndote con un idiota, luego me pidió que nos fuéramos y así lo hicimos. Maldita sea, Jimin, deberías haberlo visto, echaba fuego por los ojos. Nos estacionamos en un lugar y, sin decir nada, se bajó y empezó a correr. Luego desapareció de nuestra vista cuando intentábamos alcanzarlo. No sabemos dónde está, apagó su celular y pensamos que estaba contigo, pero veo que no.

—Obviamente que no. ¿Qué hora es? —pregunté mientras me cepillaba los dientes.

—Son las dos de la mañana —me contestó Jin—. No sé a dónde diablos pudo haber ido. Pero apuesto lo que sea a que ha hecho alguna tontería.

—Maldita sea, mil veces maldita sea —dije entre dientes—. Vamos a buscarlo, rápido —les dije, mis manos ya temblaban y mi corazón amenazaba con salirse de su sitio. Si le pasaba algo a Jungkook, nunca me lo perdonaría. Salimos de casa y nos montamos en el coche de Jin. El incómodo silencio se hizo presente. Los tres sabíamos que Jungkook podía hacer cualquier estupidez.

—¿Dónde creéis que podría estar? —pregunté.—Quizás haya ido a Hot —dijo Jin.

—Vale, vamos a Hot —le dije, Jin aumentó la velocidad. Parecía nervioso, y de hecho lo estaba. Los tres lo estábamos. En cuestión de segundos, estábamos fuera del local, el cual aún estaba llenísimo de gente

—. Yo bajo, vosotros quedaos aquí —les ordené.

—No, yo voy contigo. Jimin, hay muchos hombres borrachos ahí, podrían hacerte algo —me dijo Jin desabrochando el cinturón de seguridad.

—¡No, demonios, no, Jin, quédate aquí! —le grité, pero él ya había bajado.

—¡Maldición, Jimin, podrían hacerte algo! —me gritó, suspiré y lo miré durante varios segundos.

—Vale —dije entre dientes.Entramos en Hot y agarré la mano de Jin para no perderlo. Entramos con dificultad. Olía demasiado fuerte. Alcohol, mezclado con cigarrillos y sexo. Jin me tiró hacia un lado evitando que chocara con una pareja, fuimos hacia donde estaba el DJ, y Jin le dijo algunas palabras, el DJ negó, y Jin me miró, se acercó a mi oído y me susurró:

—Jungkook no ha venido por aquí.

—¿Cómo lo sabes?—Hyujin lo conoce. Dice que no lo ha visto —suspiré y de nuevo empezamos a caminar hacia afuera. Las horas pasaban y aún no podíamos encontrar a Jungkook, y para colmo había empezado a llover. Buscamos en los parques más famosos, cerca de su casa. Cerca de mi casa, en la escuela, restaurantes. Prácticamente en toda la ciudad, y aún así no podíamos encontrarlo. Me sentía culpable y tonto. ¿Y si le pasaba algo? Sería todo por mi culpa.

—Será mejor que nos vayamos a casa —dijo Jin.

—¡No, no podemos! —intervine.

—Jimin, son casi las seis de la mañana...

—No, Jin, no descansaré hasta volver a ver a Jungkook.

—Vale, entonces al menos mojémonos la cara —dijo Hobi, haciéndome recordar algo.

—¡Espera! —dije pensando. "Mojémonos", "mojar", "agua", "mar". Sonreí. —¡Ya sé dónde está! —grité sonriendo.

sᴇᴄʀᴇᴛ sᴇx - ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora