Tras una guerra comandada por el emperador Jiangxi, una joven es llevada como esclava después de presenciar la horrible muerte de sus padres. Desea vengarlos y encontrar al hombre que hizo tal atrocidad.
Un general se compadece de ella y la recluta...
- Estaba a punto de hacerlo, pero antes de ello, lloré tanto que me quedé dormida -.
Entonces Ji Hong la abrazo fuertemente y dijo :
- No sabes el susto que me diste. Si hubieras tomado el veneno como acordamos, sin duda yo ya no podría volver a vivir -.
Luego le dio la tan emocionante noticia y ambos lloraron de alegría, pues su amor por fin dejaría de ser un secreto.
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Después de que hablaron un gran rato, el gneral fue a donde Ye Ningzhi para transmitirle la decisión del emperador. Comenzó diciendo:
- Lamento causarte dolor o decepción desde el momento en que contrajiste matrimonio. Pero debes saber que la mujer a quien en verdad amo es Jing Tian y no habrá nadie más en mi vida. Así que no es justo para ti seguir viviendo en constante rechazo. Por ello el emperador a decidido devolverte tu libertad -.
Al oír esto Ye Ningzhi respondió :
- Con habilidad influi en su Majestad el emperador, para que pudiera elegirme como tu esposa. Tontamente creí que con el tiempo me querrías. Pero hoy se, que no puedo obligar a tu corazón para que lo haga. Y nunca lo haré. Ojalá un día me amen con la misma fuerza con la que tu amas -.
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Entonces, sin siquiera verlo a los ojos salió de la habitación. Comprendió que todo lo que había soñado simplemente estuvo en su cabeza.
Al día siguiente, el emperador la llamó y le hizo saber personalmente la decisión. Además le recompenso todo el tiempo que estuvo con Ji Hong. Agradecida prometió que no le permitiría a su padre tomar represalias contra él. Entonces la despidió y mandó que la escoltaran hasta su palacio.
Después de un tiempo, llegó el dia tan esperado. La unión matrimonial de estos dos enamorados. Todo lucía esplendoroso, digno de tan magno acontecimiento. Pero no más que la radiante belleza de Jing Tian y el imponente aspecto del general Ji Hong. Con un gran banquete ofrecido por el emperador, todos en el palacio celebraron felizmente la boda.
Al anochecer, el general llevó a Jing Tian al jardín. La luna y las estrellas brillaban de tal forma que parecían obsequiarles su más lujosa iluminación.
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Tal escenario motivaba al corazón para expresar las palabras más puras y sinceras. Entonces, tomando las suaves manos de su amada, Ji Hong dijo :
- Hoy, la luna está avergonzada, porque eres tú quien la opaca. Es mi amada Jing Tian por la que estoy rendido y completamente vencido, cual ciudad se rinde ante el emperador. Curaste mi corazón tan atribulado y solitario, que ahora solo desea ser tu esclavo, tu fiel sirviente, hasta que ya no palpite más -.
Al oír aquellas palabras sinceras y delicadas Jin Tian respondió :
- Las lluvias de agosto bañan las flores, refrescan la tierra y reviven los bosques, dejando un aroma agradable. Quiero estar contigo para verlas caer, quiero estar contigo en cada estación. En el frío invierno, en el sol del verano, quiero estar contigo en el cálido otoño y en la feliz primavera. Amaré a Ji cada año, cada minuto, cada momento. Nunca te dejaré. Siempre, te seré leal -.
Entonces, con un beso sellaron su promesa de amor, promesa que duraría hasta el fin de sus vidas. Ese día comenzaron a vivir su historia de amor. Juntos velarian por la paz del pueblo y lucharian para que siempre fuera un lugar seguro. Y así fue como llegó hasta aquí la esclava que capturaron aquel día, es decir:
La esclava del pabellón.
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