El amor NO lo puede todo. P.1

1.9K 57 72
                                    

Dado que APARENTEMENTE se viene la ruptura, aquí dejo como yo gestionaría la situeision' porque tengo complejo de guionista.
Voy dejando avisado que soy un poco japuta, pa que luego no haya sorpresas.

_____________ 𝓜𝓪𝓻𝓽𝓪 𝔂 𝓕𝓲𝓷𝓪_______________

Fina se quedó sola en la tienda, Marta acababa de salir por la puerta hacía unos segundos, casi arrastrada por Jaime para ir a comer con él.
Su mirada se posó en la cesta junto a ella, Dentro reposaban la empanada de tomate, el chocolate y los embutidos que había preparado para el picnic en el río.
Suspiró, pese a que sus sentimientos por Marta eran fuertes, De la Reina tenía razón, no se sentía con fuerzas, no podía vivir a base de migajas de amor rápido y secreto y comenzaba a sentir un fuerte hastío y una profunda rabia por tener que vivir en segundo plano, a la sombra del marido de su novia, como si su amor fuera de segunda categoría.

Cada vez que trataba de pasar tiempo de calidad con ella, aparecía el marinero a interponer su presencia a Marta, que se doblegaba y ya rendida, dejaba de oponer resistencia y se resignaba a cumplir sus "obligaciones"
Puto siglo XX, puto 1958 que no dejaba a las mujeres elegir su destino...
Debía tomar una decisión, quería a Marta con toda su alma pero debía empezar a pensar por ella, priorizarse.
¿Realmente se merecía un amor de segunda? ¿Realmente podría soportar por mucho tiempo esa situación?

Si Marta no estuviese casada sería muy diferente... Seguiría siendo un amor clandestino pero serían libres de disfrutar cuando estuvieran solas.
Podrían seguir cuidando su amor día a día, sin embargo hacia ya casi dos meses que Jaime había vuelto, y Marta había dejado de luchar por intentar apartarle.
No estaba dispuesta a vivir a la sombra de nadie.

A los problemas que ya suponían por razones evidentes ser una pareja lésbica en el 1958, se sumaba la diferencia entre las clases sociales. Fina sabía que por mucho que lo intentase no podría ofrecerle a Marta la vida lujosa a la que estaba acostumbrada; donde Jaime podía ofrecerle cenas en restaurantes Franceses caros a mesa puesta, ella tenía que levantarse temprano para poder preparar todo.
Marta estaba acostumbrada a un tipo de vida que ella no podría ofrecerle y a diferencia de lo que dicen los cuentos, el amor no lo puede todo.
Había sido una maravillosa historia pero Fina siempre había sido una mujer realista con los pies en la tierra y sabía que tenía que tomar una decisión; Si quedarse en Toledo en la fábrica de los perfumes y seguir viviendo de las migajas de amor que Marta le daba cada vez que Jaime se daba la vuelta a unos instantes, o si empezar a priorizar su propia felicidad y buscar una mujer con la que de verdad pudiera compartir una vida, igualmente a escondidas.pwro con quien poder pasar tiempo .

Durante todo el día le dio vueltas a esa cuestión en su cabeza sabiendo que no podría alargar mucho más la decisión. Aparentemente Marta no estaba dispuesta a dar un paso tan temerario como el de romper definitivamente su relación con Jaime, al fin y al cabo habían estado casados durante muchos años y toda la familia de la Reina le había aceptado, cosa que con ella no harían.
Al principio había pensado que si podría llegar a encontrarse a gusto viviendo de los escasos momentos que tuviese Marta para ella, pero cada vez se daba cuenta de una manera más evidente y cruel de que eso no iba a ser así, de que ella necesitaba alguien que pudiese disponer de tiempo para ella, porque de segundos de amor apresurado e inestable no podría vivir.

Por un momento se acordó de Esther y de la propuesta que le había hecho esta, y se imaginó viviendo en París, en un lugar donde su amor no fuese visto con los ojos de quien ve el más terrible de los crímenes, pero no era capaz de imaginarse que en una relación con Esther después de haber conocido a Marta.
Tenía que elegir entre la mujer a la que quería con locura o su propia estabilidad mental y por una vez decidió que debía priorizarse a sí misma.
Si Marta no estaba dispuesta a dar todo de ella, no tenía sentido que ella siguiese intentando dar todo de sí misma a cambio de nada, Marta tenía razón; no podía aguantar mucho a base de restos de amor. Ella misma se negaba a condenarse a aquello porque no se lo merecía.
El amor no lo puede todo
A estas alturas ya no.

Mi Reina 👑 🧁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora