Una Vida Junto A Tí //Newtmas// You.

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Newt despertó asustado, todavía con esas voces en su cabeza. Malditos sueños que habían regresado después de mucho tiempo y ahora más visibles.

Se levantó de su hamaca volteando su vista hacia donde dormía Thomas. Se acordó que estaba en el pozo el chico y ahora recordo su sueño.

Mierda el beso.

Se sonrojo completamente de la cara, porque soño con eso y ¿porque con el?. Sacudió su cabeza fuerte para levantarse, todavía era temprano pero Thomas y Minho ya habían salido, pues ya estaban abiertos los dos muros, suspiro para comenzar su día normal, y no tan normal. Tenía que ver a Ana y Teresa.

La de ojos cafés claros estaba explicándole las pocas cosas que sabía sobre el área a Teresa. Newt se quedó quieto por un instante, las imágenes de su sueño volvieron otra vez a su mente, la imagen de la chica llorando intentando estar cerca de el, le provocaba escalofrío pero no eran desagradable, simplemente extraño ya que, parecía que la conocía de toda la vida.

De simplemente pensar en eso no se dió cuenta de que las dos chicas se acercaron a el.

—Newt. —No le contestó el rubio— ¡Newt! —Tampoco hubo respuesta- ¡¡Newt!! —El chico por fin logro volver a su realidad percatándose que tenía a las dos chicas enfrente—

—¿Estás bien? —Pregunto Teresa algo preocupada—

—Sí, claro, estoy bien. ¿Necesitan algo? —Todavía sus ojos ardían por el sol y su cuerpo de algo manera no tenia muchas fuerzas—

—De echo no, solo pasaba por aquí con Teresa para que empezar a conocer el área —Newt asintió con una ligera sonrisa—

No se sientia nada bien para explicar todas las preguntas que tal vez la nueva novata le daría. Al parecer Ana lo notó por lo que solo quiso alejarse para dejar que el rubio descanse un poco.

—Bueno creo que terminamos —Dijo Ana con un suspiro viendo a Teresa. Después de que hubo un rato de silencio se acercó a Newt—Por favor descansa.

Newt asintió para irse caminando no con tanta prisa. Decidió caminar por el bosque, no sabía a qué rumbo pero simplemente quería alejarse de todo.

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Minho se acercó a el pozo en dónde ya se encontraba Thomas despierto, se inclinó para quedar mejor viendo a el peli-negro.

—Nos espera un gran día ¿Seguro no quieres quedarte? —Propuso en un tono burlón—

—Ya Minho sácame de aquí —Le contestó negando con su cabeza—

—Muy bien. —Abrió las regas del pozo para sacar al chico quien estaba desesperado por salir de ese pequeño e incómodo lugar.

Antes de salir al laberinto Minho le dió a Thomas una pechera de corredor y explicarle que muros se cierran y cuáles no. Una vez que el laberinto se abrió por completo Minho le indico a Thomas que era hora de entrar, ni un minuto menos y ni un minuto más.

—Ven por aquí, no falta mucho para la sección central —Le dijo Minho mientras seguían corriendo—

Thomas se iba guiando conforme le iba diciendo Minho ya sea a dónde ir y a dónde no, tenían que apurarse porque aunque el laberinto se cerrara a mediodía era poco tiempo para ellos por la larga distancia que recorrían. Se podrían apreciar muros de diferentes formas unos más grandes otros más pequeños, unos estrechos y algunos tenían marcado los números que Minho le había explicado a Thomas antes sobre las secciones. Recorriendo la sección 5 y las 6, y una vez que llegaron a las 7 bajaron la velocidad en la que corrían, empezaron a caminar por los muros que eran muy diferentes a los de la entrada de laberinto ya que estos no tenían lianas y eran más rectos.