Capítulo IV

375 49 5
                                    

ADVERTENCIA

Esta historia contiene representaciones oscuras, y a veces violentas, del mundo del crimen organizado, la agresión sexual, y algunos eventos pueden ser desencadenantes para algunos lectores.

MILÁN, ITALIA. . .

DURANTE VARIAS NOCHES, SAKURA HABÍA SOÑADO CON EL MOMENTO EN QUE SE VOLVÍA A REENCONTRAR CON SASUKE. Cada uno de esos sueños, le había causado una tonta sonrisa de felicidad en la cara al despertar. Pero había un dicho muy famoso. Un maestro se lo había dicho durante una de sus clases. Su abuela se lo repetía cuando decía alguna imprudencia. No obstante, hasta que uno lo experimentará en carne propia sería capaz de entenderlo. "Ten cuidado con lo que deseas, se puede convertir en realidad". Aturdida, ella observó al hombre que frecuentaba sus sueños y que ahora era el causante de la pesadilla que estaba viviendo.

- ¡Un sueño! Esto es un sueño, ¿no es así? Quiero que se acabe ahora mismo- murmuró Sakura con voz temblorosa, tratando inútilmente de despertarse hasta que al fin se hallará de nuevo en la cama de su habitación. No podía haber otra explicación.

-¿Por qué no compruebas si es un sueño o no?- Inquirió Sasuke con una sonrisa maliciosa en su rostro y que solo aumentó el intenso pánico en la muchacha.

Sakura lo observó incrédula y los latidos de su corazón aceleraron cuando él empezó a acercarse, eliminando los pocos centímetros de distancia que los separaban. Sasuke rodeó su cuerpo y deslizó uno de sus brazos hasta la cintura y el otro hasta debajo de sus rodillas y la levantó en brazos como si pesará menos que una pluma al viento.

-¡Ah! Espera un momento. Yo....yo- balbuceó Sakura al no saber qué es lo que él planeaba hacer.

-Agárrate con fuerza- le advirtió Sasuke disfrutando de su compañía y pegándola aún más contra su cuerpo. Se giró hacia un lado para evitar que la cabeza de Sakura chocara contra la abertura y saltó sin más hasta la pista de aterrizaje.

Sakura gritó, cerró los ojos con fuerza al sentir como caían y apretó sus brazos alrededor de su cuello. Sasuke dobló las rodillas un poco al aterrizar, posándose sin problemas en sus pies antes de enderezarse.

Cuando finalmente Sasuke la bajó al suelo, ella abrió poco a poco los ojos, pensado que despertaría sana y salva en su hogar. No, todo seguía igual.

-Es imposible que algo así pase. ¿A qué si?- murmuró Sakura para sí misma- ¿Sasuke?...- musitó Sakura débilmente sin querer aceptar aún la realidad.

El hombre a quien no podía olvidar estaba justo frente a ella y la había raptado, mirándola con sus intimidantes ojos oscuros como la noche, tal y como los recordaba. Sólo con volver a verlo se sentía de una manera tan extraña. Sakura no pudo evitar levantar la mano y acariciar torpemente el rostro que aparecía en sus sueños cada noche.

-Eso es, esto es un sueño. Yo me encargaré de que lo vivas. Espero que tengas el mejor de los sueños aquí en Italia- declaró Sasuke con una voz profunda y una mirada que hipnotizaba totalmente a la joven.

-Sas... Sasuke... ¿Tú?- tartamudeó la joven, sin dejar de tocar el rostro del hombre. «¿De verdad delante de mí tengo a Sasuke?».

De pronto, Sakura tomó conciencia de lo que estaba haciendo y soltó la mejilla de Sasuke como si su contacto le hubiera quemado la palma de la mano. «¿Pero qué estoy haciendo?», pensó avergonzada por sus acciones, pero Sasuke rápidamente volvió a tomar su mano y la puso contra su mejilla, dejando a Sakura sorprendida y ruborizada.

LA NOVIA DE LA VÍBORA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora