LA NOVIA DE LA VÍBORA

CAPÍTULO XX

ADVERTENCIA

Esta historia contiene representaciones oscuras, y a veces violentas, del mundo del crimen organizado, la agresión sexual, y algunos eventos descritos en esta historia pueden ser desencadenantes para algunos lectores.

INGLATERRA, LONDRES. . .

DURANTE EL TRAYECTO, LA MÚSICA ALEGRE INVADÍA EL AUTOMÓVIL Y, cuando llegaron a Ichiraku Ramen, el lugar donde preparaban el ramen favorito de Naruto, él abrió la puerta de un empujón y salió del vehículo. Abrió la puerta del copiloto, antes de ayudar a Sakura a salir a la acera.

Teuchi, el fundador del restaurante estaba junto a la entrada y, cuando se acercaron, les dijo: ―Wow, Naruto, ¿quién es la mujer tan hermosa que llevas del brazo?

Las manos de Sakura se apoyaban en su vientre, y Naruto vio lo que parecía ser un bultito de embarazada. ―Es suficiente, Sr. Teuchi. Pero gracias por sus elogios... ―se rió Sakura.

Él se inclinó para besarle ambas mejillas.
―Me alegro de verte de nuevo, Sakura.

Naruto le dio la mano a Teuchi antes de entrar en el restaurante. El sitio era casi como si Sakura se hubiera adentrado en un bosque de bambú con luces suaves y cálidas procedentes de farolas.

―Es muy bonito -mencionó Sakura observando los cambios en el restaurante.

―Me alegro de que te guste. Trabajamos arduamente para obtener este resultado ―murmuró Teuchi mientras los conducía a una de las mesas.- Por cierto, Naruto. Te acabas de perder a Jiraiya. Estaba aquí con una cita.

―¿Ah? ―La ceja de Sakura se levantó―. ¿Él está saliendo con alguien?

―Ya sabes como es el sabio pevertido. Sale con muchas mujeres, pero no toma en serio a ninguna. No lo entiendo, él asegura estar enamorado de la tía Tsunade pero actúa de está manera.

Llegaron hasta su mesa y Naruto saco una silla antes de ayudar a Sakura a sentarse. Se desabrochó el saco y miró a Teuchi con una sonrisa burlona. ―¿Tú nos vas a servir, viejo?

―Eso quisieras ―se rió Teuchi entre dientes ―. Mi nieta Ayame estará contigo en breve.

Naruto asintió con la cabeza.

―Disfruten de la comida, muchachos ―dijo Teuchi antes de dejarlos solos.

-¿Por que tan pensativa, mi pequeña Saku? -inquirió Naruto con una sonrisa. -No me digas que ya se te pasó el antojo. O, ¿cambiaste de opinión sobre el ramen?

El estómago de Sakura gruñó ante el delicioso aroma que provenía de la comida y ella se sonrojó por la vergüenza. Naruto soltó una estruendosa carcajada y varios de los clientes voltearon a verlos con clara curiosidad. -¡Naruto!- le murmuró con reproche y timidez.

-Perdón, Saku...- dijo Naruto risueño. -Si no es por la comida... Entonces, ¿de qué se trata?

Sakura lo miró indignada. -Solo estaba pensado en la Sra. Tsunade y el Sr. Jiraiya.

-Oh, es eso. Dime, Sakura. ¿Crees que el sabio pevertido tenga alguna oportunidad de ser correspondido?

Los músculos de la joven se tensaron ante la pregunta.- Para ser sincera, no lo sé... A pesar de todos los años que ya han pasado, ella continúa extrañando a quien una vez fue el gran amor de su vida-. El corazón de Sakura se estrujó. En un principio la había juzgado por no darle nuevamente otra oportunidad al amor. Pero ahora, que se enamoró perdidamente de Sasuke, ella podía entenderla. Su pobre corazón dolía por él, todos los días. Por un hombre que consumía, destruía y arruinaba. Que tomaba todo y no dejaba nada a su paso. Un pecador impenitente. Un destructor, un asesino y un torturador. Un monstruo. El padre de sus hijos. El hombre que sostenía su corazón en su mano cruel y brutal.