Capítulo XIII

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ADVERTENCIA
Esta historia contiene representaciones oscuras, y a veces violentas, del mundo del crimen organizado, la agresión sexual, y algunos eventos descritos en esta historia pueden ser desencadenantes para algunos lectores.

ITALIA, MILÁN. . .

CUANDO EL VAPOR DE UNA DE LAS DUCHAS LATERALES COMENZÓ A ELEVARSE, SAKURA GIRÓ EL CABEZAL de efecto lluvia. De pie, bajo el chorro de agua, se lavó la cara. Aunque Sakura deseaba olvidar con gran desesperación los acontecimientos de ese día tan desastroso, no podía deshacerse de sus enloquecedores pensamientos. ¿Qué haría si efectivamente estaba embarazada de Sasuke?

Un bebé cambiaría absolutamente todo su mundo y ni siquiera estaba preparada para ser madre. El agua tibia se deslizaba por su cuerpo, Sakura cerró los ojos, dejando que aquella horrible realización llenara sus huesos. No había tomado la píldora, y él nunca había usado protección. Hundió los dedos en su cabello cubierto por una fina capa de espuma blanca de shampoo, rogando desesperadamente por que su sospecha no fuera más que un susto. Si estaba embarazada, sería el fin de todas sus esperanzas. De su esperanza de recuperar la vida que solía llevar en Londres antes de que Sasuke apareciera, y de volver a estar junto a su familia y amigos.

Sobresaltada, Sakura ahogó un jadeo al notar las suaves caricias de unas manos deslizándose por la piel húmeda de sus hombros y brazos. Luego, sintió un beso en la base de su cuello, y luego otro. Ya no se encontraba sola en la ducha. Había estado tan ensimismada en sus pensamientos, que ni siquiera oyó el sonido de la puerta del cuarto al abrirse. Todavía sorprendida, quiso darse la vuelta, pero se encontraba anclada en el sitio.

Ella sabía perfectamente que se trataba de Sasuke. Ninguno de los guardias que custodiaban esa gran mansión, se atrevería a tocarla o mirarla equivocadamente. Todos allí temían provocar la furia de su despiadado amante. Y aunque estaba enfadada con él, su crisis de ansiedad era mucho mayor en esos instantes. Se sentía demasiado vulnerable, y dada su situación de confinación, Sasuke era el único que podía ofrecerle un refugio. Recargada contra el torso del Capo, se dejó mimar por sus besos y por sus seductoras caricias. Sakura no pudo evitar que su cuerpo traicionero reaccionara al de él como de costumbre.

-Me enteré de que te has estado sintiendo mal - comentó Sasuke luego de depositar un beso en la piel de su hombro izquierdo, y estrechándola entre sus brazos -. ¿Qué malestares tienes?

-No. . . Quiero decir. . . Estoy bien, lo que pasa es que Aurora tiende a exagerar las cosas -le contestó Sakura nerviosa y sus mejillas se ruborizaron. Pero fue Sasuke quien le enseñó el arte de mentir y evadirse, y tendría que culparse a él mismo cuando se diera cuenta del monstruo que creó. Sakura sintió su enorme erección, y angustiada intentó alejarse de él.- Sasuke. . .- balbuceó con voz temblorosa.

Con una sonrisa perversa jugueteando en sus labios, Sasuke deslizó sus manos por su mojado cuerpo antes de empuñarle el cabello y echarle la cabeza hacia atrás, dejando que el agua corriera sobre él. Sus ojos la recorrieron y, cuando ella notó que se endurecía aún más contra su cadera, Sakura aspiró rápidamente y lo miró a los ojos.

―Me vuelves jodidamente loco, gatita. ―Su voz era grave, de acento marcado, y solo oírla le producía un escalofrío, al tiempo que sentía su cuerpo masculino y fornido presionándose contra su espalda. ―Hay algo que quiero de ti.

―¿Qué?

―No puedo pensar en otra cosa más que tenerte de rodillas delante de mí con esos labios perfectos alrededor de mi polla.

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