❤ PortAventura (segunda parte) ❤

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Miguel cogió aire y finalmente, llegaron al punto más alto de la noria. Las luces brillantes y de colores se reflejaban en sus ojos y se escuchaba la música que lo hacía ver todo de película.

—Apolo, yo... —volvió a tragar saliva pero Apolo solo levantó las cejas expectante. Esperando a saber aquello que lo mantenía con intriga.

—¡Dilo, tío! —sonrió riéndose un poco.

Llanos entre abrió la boca. Estaba muy nervioso. Notaba su corazón latir fuera de su pecho. Bajó la mirada a los labios esponjosos de Apolo y sin esperar más tiempo, puso una mano en su cuello, lo que hizo que Apolo frunciera un poco las cejas confuso. Se acercó de una y posó sus labios sobre los de Apolo. 

Apolo levantó las cejas. Una sensación punzante le recorrió toda la espalda. Cerró los ojos y también llevó una mano al cuello de Llanos para acariciarlo.

Miguel se fue apartando poco a poco y miró a Apolo esperando respuesta, pero solo sonrío. La sonrisa de Apolo se contagió y Miguel sonrió también. 

Esta vez fue Apolo el que se volvió a acercar y besó a Llanos, quien respondió y se atrevió un poco más. Puso las dos manos en el cuello de Apolo y movieron la boca atrapándose los labios el uno al otro mutuamente.

Escuchaban la respiración del otro y eso solo les hacía querer acelerar el beso, hasta el punto en el que la lengua de Llanos se encontró con la de Apolo y el beso se hizo un poco más agresivo.

Apolo puso una mano en la cintura de Llanos pero la noria comenzó a descender, así que se apartaron rápido y se quedaron cada uno mirando hacia el lado contrario. Y aún así, los dos se miraron de reojo y al darse cuenta de que lo hacían a la vez, se empezaron a reír. 

—Ahm... —Apolo se frotó la cara intentando controlar el ponerse rojo. —Cuando lleguemos a casa, ¿quieres hablar de ello? ¿O mejor dejarlo aquí?

—Ah- ahm... —se relamió el labio. —Hablarlo estaría bien. —le sonrió.

—Vale... —le devolvió la sonrisa y se quedaron mirándose a los ojos. Llanos sentía que ya habían roto la tensión que llevaban más tiempo del que pensaba acumulando. 

Apolo, le gustaba Apolo. Apolo, Apolo, Apolo...

Antes de que se dieran cuenta, la cabina ya estaba abajo. Cuando bajaron, Tatiana y Álvaro los esperaban con sonrisas cómplices.

—¿Qué tal la experiencia? —preguntó Tati, con una mirada inquisitiva.

—Muy bien la verdad...—respondió Miguel, sonriendo ampliamente, aunque aún sentía un ligero acelerón en sus latidos al estar tan cerca de Apolo.

—Perfecto... —dijo Álvaro—. ¿Y ahora qué? ¿Nos vamos a ver el espectáculo de fuegos artificiales?

—¡Hostia, es verdad! —exclamó Apolo—. Es el cierre perfecto para un día brutal.

Se dirigieron al área donde se realizaría el espectáculo final, encontrando un buen lugar para sentarse y disfrutar de la vista. Cuando los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo, el grupo se quedó maravillado, disfrutando de los colores.

Miguel miró a Apolo, con el reflejo de los fuegos artificiales en sus ojos, y supo que había tomado la decisión correcta. El día en PortAventura había sido un éxito y les quedaba de qué hablar.

Con un último vistazo al cielo iluminado, Miguel suspiró. Álvaro se deslizó hasta estar cerca de su oído con una sonrisa pícara. Miguel lo miró extrañado. Álvaro subió y bajó las cejas un par de veces.

—¿Qué tal? 

—¿Qué tal qué?

—El lío. Os habéis morreado, ¿no? Te envié el mensaje y me has dejado en visto.

—Ah... sobre eso...

—A ver, habéis bajado muy contentos. No me jodas que no lo has hecho... —se sintió decepcionado por un momento.

Llanos buscó a Apolo con la mirada y al ver que no lo miraba, se lo pudo contar a Álvaro.

—Sí que lo hemos hecho, —Álvaro sonrió de oreja a oreja. —pero no te pienso contar detalles—.Llanos le dio un golpecito con el codo.

—¡Uuhhh! ¡Toma, sí! —lo celebró. — Lo habéis hablado entonces, ¿no? ¿Sois novios?

—Qué va. Hemos quedado de hablar cuando lleguemos a casa.

—Pero será muy tarde cuando lleguemos a casa, es muy de noche.

Miguel sonrió. —¿Y?

Álvaro captó la sonrisa. —¡Aamigo! ¡Tú lo que quieres es tema!

Llanos se llevó un dedo a los labios mandándolo callar. —No, aún no... es prontísimo.

—Ya, ya... —sonrió Álvaro mientras asentía. —Ya os había cogido los condones Tati esta mañana.

—¿¡Qué!? 

Álvaro se llevó un dedo a los labios sonriendo para mandarlo callar. —Todo estaba planeado... y bueno, si no los utilizabais no pasa nada. Ya se usarán.

Miguel frunció el ceño pensando en todo y encajando las piezas. —Nah, nah... es muy pronto...

Álvaro levantó una ceja. 

—Que no, Alvarito, no...

—Bueno, yo os dejo las luces de la piscina encendidas por si aca... —Hizo el gesto de chupar una polla con la boca y Llanos puso una expresión de vergüenza abriendo los ojos.

—¡Estás puto loco! —lo dijo con tono de susurro pegando a Álvaro de broma.

—¡Es la putísima verdad, acéptalo! —levantó las manos mostrando inocencia. —Tú quieres ver a Apolito agachado, rodeándotela con las manos... —Representó la escena en el aire. —Pasando la lengüita de arriba a abajo...

Llanos lo pensó por un momento pero al notar que las mejillas le empezaban a arder se tapó la cara y se apretó las manos. —¡Vale, ya, ya basta!

—¡¡AAAH!! —se rió con fuerza Álvaro. —¡SÍ QUE QUIERES!

—¡¡CALLA, CALLA!! —le tapó la boca con las dos manos pero Álvaro siguió riendo. 

Tati y Apolo se giraron hacia ellos. —¿Todo bien? ¿Quién quiere qué? —preguntó la chica.

Apolo sonrió al ver la escena. Se hacía una idea del contexto.

—¿Cuándo nos vamos a casa? —Miguel cambió de tema.

—Sí, nos deberíamos ir yendo ya... —Tati se levantó. —Que hay cosas que hacer en casa y es tarde.  —Los tres chicos se levantaron y siguieron a Tatiana hasta el coche.


—Me lo he pasado de coña... —se estiró Álvaro que se sentó de copiloto. 

—¿Ves? Si es que era la mejor idea del mundo... —Tati se sentó al volante.

—Pues la verdad es que si... —Llanos se sentó.

—Brutal. —Apolo al lado de él. Miguel sonrió mirándolo.

—Ea, pues nos vamos. Que yo me voy directa a la cama... —arrancó el coche y se fueron a la casa. Nada más arrancar, Apolo apoyó la cabeza en el hombro de Llanos y Llanos, apoyó la cabeza encima de la de Apolo. Cerró los ojos sintiendo que de verdad, estaba a punto de aclarar un punto importante en su vida.

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GATHERED || LLANOS x APOLO ❤Where stories live. Discover now