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¿Qué le había hecho cambiar de opinión sobre Apolo? Llanos estaba confuso. Se podría incluso decir que estaba en el punto más confuso de su vida.
El punto en el que estaba empezando a creer que lo que había pensado como amistad todo ese tiempo, no era del todo aquel concepto, y que todas las bromas y las palabras supuestamente sin sentido que habían ido soltando, podrían tener cierto sentido... romántico.
Miguel era consciente de que había una posibilidad... pero no estaba seguro de si lo que sentía por su amigo, era ese sentimiento. Desde luego, Álvaro y Tatiana lo sabían, ¿por qué harían todo aquello simplemente para que él y Apolo estuvieran solos?
Era muy tarde por la noche. Y Llanos no podía dormir. Estaba tumbado en la cama abrazado a una almohada y mirando a la nada. Sin nada en lo que pensar realmente que no fuera eso. Quería hablar con Apolo. Es más, necesitaba hablar con Apolo.
Se levantó intentando no hacer ningún ruido, caminó hasta la puerta de la habitación de Apolo y la abrió para ver si estaba dormido. Pero estaba con el móvil y la luz de la pantalla lo iluminaba. Apolo miró a Miguel.
—¿Todo bien? —levantó una ceja.
—¿Puedo pasar? —señaló Llanos.
Apolo asintió con una sonrisa y el chico entró cerrando la puerta sin hacer ruido. Se acercó a la cama y se quitó las zapatillas subiéndose a ella un poco alejado de Apolo, que lo miró extrañado.
—¿No tienes sueño?
Miguel lo miró. —¿Eh? No, la verdad... ¿y tú?
—No puedo dormir... —siguió mirando la pantalla. Llanos miró a los ojos a Apolo y miró lo que veía en la pantalla.
—¿Qué ves? —se acercó un poco, para no molestarlo. Apolo giró la cabeza y le enseñó el móvil.
—Nada, mierdas del TikTok...
A Llanos se le salió una risita.
—¿Quieres quedarte y vemos alguna cosa juntos? —Apolo propuso el plan. Y a pesar de que esa misma tarde ya habían visto una película juntos, a Miguel no le pareció mala idea. —Vale, sí... —Apolo sonrió al escuchar la respuesta y se acercó a Llanos. Se acomodó en las almohadas y las palpó para indicarle a Miguel que se pusiera junto a él. Se acurrucó junto a Apolo y notó como apoyaba la cabeza en su cuello. Tragó saliva y lo miró de reojo.
Fue entonces cuando un acto involuntario, le hizo mover la mano alrededor de la cabeza de Apolo para acariciarle el pelo. Lo hizo casi inconscientemente, automático.
—¿Tú has notado a Tati y a Alvarito raros? —soltó Apolo.
Llanos se pensó su respuesta. No quería mencionar AQUELLO, de lo que habían estado hablando todo el día.
—Ahm... sí, la verdad. Ni idea. Será el cambio de casa.
—Puede ser... —Apolo hizo una pausa de unos segundos y luego volvió a a hablar. —¿Y tú? ¿Estás mejor? Esta mañana te notaba raro también...
—¿Yo? No, no... —se rió. —todo bien. Estoy raro porque no estoy familiarizado con la casa, perdón si ha parecido otra cosa, se me pira.
—No, no... qué va.—se rió—. Aprecio que hagas estas cosas...
—¿El qué?
—Venir a verme cuando no puedes dormir, quedarte a ver pelis conmigo y cocinar cosas... —abrazó a Llanos y se quedó así.
—Ah... —tragó saliva otra vez. Apolo ya lo había rodeado muchas veces durmiendo, pero no con los pensamientos que ahora tenía Miguel en la cabeza. —Me gusta hacerlo y está guay...
—Guay... —Apolo cerró los ojos y se acurrucó en el cuello de Llanos. Acabó por sonreír y finalmente, pareció dormirse. Miguel se quedó un rato más despierto.
No podía negar que dormir con Apolo le gustaba más que dormir solo. No necesitaba manta porque Apolo ya lo rodeaba por lo alto que era y además, si apagaba el móvil de Apolo en el que estaban viendo el vídeo, podía llegar a notar los latidos del chico.
Prefirió dejar de ver el vídeo y escucharlo. Hasta que notó que los latidos de Apolo se coordinaron con los suyos y eso le hizo suspirar y abrazarse a Apolo también. Sin pensar en las consecuencias.
Comenzó a creer que tal vez era mejor así. Cerró los ojos y apoyó la barbilla en la cabeza de Apolo. Le gustaba el olor de su champú y además, él era una de las pocas personas con las que tenía tantísima confianza. Una de las personas con las que mejor se sentía.
Llanos no había apagado su móvil y sonó una notificación. Apolo no se despertó, pero Miguel se giró para verlo. Al ver que era de Álvaro, resopló quejándose. Abrió el chat y lo leyó.
"Dale fiera."
Frunció el ceño y respondió.
"Tu eres gilipollas?"
"Calmate q yo no soy el q ha ido a buscarlo a la habitación, crack 😊"
Miguel se llevó la mano a la frente y se rió un poco.
"No podia dormir"
"Aja" "Le gusta que hagas esas cosas"
Llanos levantó una ceja.
"Y eso?"
"Estabamos en la puerta" "Muy bonito jiji"
"Hdp..."
"🤣🤣🤣" "Duerme con él anda..."
"Eso iba a hacer"
"Uy, no se ha puesto nervioso" "todo bn?"
"Si... alvarito, creo q quiero intentarlo"
"Q Q"
"Creo q quiero probar con Apolo"
"AYAYAYAYAYA" "SIIIII"
"Esta leyendo tati?"
"Uh y tanto"
"Vle, tati, portaventura ya"
"Dice q de puta madre" "AAAAAAHH"
"relajate coño 🤣🤣"
"esq me parece chupi guay" "porfin ostia puta"
"😳"
"duerme con el!!!!!"
"q siiiiiii"
"😁"
Salió del chat y dejó el móvil en la mesita. Miró a Apolo y recordó que habían estado en la puerta. Se le salió una sonrisa acompañada después de una risa.
Se abrazó con fuerza a Apolo y rodeó su cuello con los brazos. Su sonrisa se amplió. Subió una pierna por encima de las de Apolo y al abrir un poco los ojos, no pudo evitar darle un beso suave en la frente, que duró un par de segundos, cogió aire y lo soltó poco a poco liberando estrés.
Solamente un día. Un día para prepararse mentalmente. Quería montarse en todos sitios con Apolo. En todas las atracciones.
Y antes de que se pudiera dormir, se dio cuenta de que ya no había incomodidad, ni pensaba dejar de hablar a Apolo, ni quería olvidarse de lo que había visto en su móvil.
Quería ver que podía pasar. Quería intentarlo.
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GATHERED || LLANOS x APOLO ❤
FanficDos influencers que son mejores amigos deciden juntarse en una sola casa junto a otros dos amigos para volver a vivir la experiencia que tuvieron la primera vez que quedaron juntos en una casa. Pero los problemas empiezan a asomarse cuando a uno de...