—Te advertí sobre Humbaba.
—Estoy soñando, usted no es real.
—Y si estas soñando ¿Por qué huyes?
—¿Qué insinúa?
—No es un sueño niña tonta. Es un plano astral, cuando te vi lo supe. La que parece no saberlo eres tú.
Todo parecía tan real, desde los sonidos del bosque hasta la brisa fresca en su rostro. Se concentró, intentando discernir si lo que experimentaba era producto de un sueño o no.
—¿Cómo es posible? —preguntó Alma con cautela.
Recordó a aquella mujer de Aaiún y sus palabras.
—Te advertí sobre los peligros de este bosque —replicó Arkael con calma— Debes quedarte para enfrentar a Humbaba por tu cuenta.
Alma se estremeció.
—Dante me salvó… —murmuró, con la mente aún intentando encajar las piezas de aquel extraño rompecabezas.
—Tú guardián lucha una batalla diferente. En este plano, Humbaba es un ente primordial con dominio absoluto.
—¿Dónde está? ¿Qué le pasó? —exigió saber con creciente angustia.
El anciano posó su mano sobre el hombro de Alma.
—Él aún lucha por protegerte, pero no debes preocuparte por eso ahora. Tu prioridad es escapar de este plano y regresar al mundo físico antes de que Humbaba te atrape de nuevo.
—¿Y cómo se supone que voy a hacer eso? —inquirió Alma con inquietud.
Arkael señaló hacia la densa arboleda que los rodeaba.
—Debes encontrar el claro de los cedros ancestrales. Sólo allí podrás conectarte con la energía primordial que te permitirá abandonar este plano astral.
Alma escudriñó entre los árboles con desconfianza. Todo parecía igual, un interminable laberinto vegetal.
—¿Cómo sabré cuál es el camino correcto?
El anciano esbozó una enigmática sonrisa y le entregó un pequeño colgante con un intrincado símbolo grabado.
—Deja que esto sea tu guía. Pero debes darte prisa. Si Humbaba te encuentra primero, estarás atrapada en este plano para siempre.
Alma tomó el colgante y lo presionó con fuerza en su puño. Una extraña vibración parecía emanar del misterioso talismán, indicándole una dirección a seguir entre la maleza.
Sin perder más tiempo, echó a correr guiada por el sutil pulso del colgante. Una parte de ella se resistía a confiar en aquel desconocido, pero era su única opción.
Arkael la observó alejarse hasta desaparecer entre las sombras y los cedros milenarios.
—El camino que te guarda está lleno de peligros… veremos si eres digna de ese don.
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Los Secretos Del Desierto
Ciencia FicciónUna joven arqueóloga llamada Alma y su equipo hacen un descubrimiento trascendental en el desierto del Sáhara. Embriagada por la emoción del hallazgo, Alma termina cayendo accidentalmente dentro de la cámara secreta. Lo que encuentra allí desafía to...