Prologo: Amargo despertar

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Notas del autor.

Honestamente esta es una idea que llevaba dando vueltas por la cabeza desde hace un tiempo y no me la pude sacar hasta que la empecé a escribir, Dark souls es uno de mis videojuegos favoritos de todos los tiempos y RWBY fue una serie que me llamo bastante la atención, no diría que es mi favorita, pero su mundo definitivamente me parece fascinante y bueno mi cabeza dijo "¿por qué no juntarlas?" y aquí estoy escribiendo mi primer fanfic.

Quiero avisar que me voy a tomar algunas libertades con el lore de Dark souls, sobre todo porque la verdad es que el lore no es nada claro y muchas cosas (por no decir todo) son interpretaciones de los pequeños (muy pequeños) trozos de historia que nos da el juego, puedes considerar el pasado del protagonista como mi interpretación de la historia de dark souls.

Por último, he de recalcar que este es mi primer fanfic, y si tienes alguna crítica te invito a dejarla en los comentarios de la manera más respetuosa posible, estaré encantado de leerla, sin más dilación muchas gracias por hacer click y espero que disfrutes de esta historia.

~X~

"¿Por qué sigo vivo?"

Esa pregunta rondo mi cabeza tan pronto como desperté.

La llama debía acabar conmigo, pero sigo respirando. ¿Acaso mi destino era volver de la muerte hasta que enloqueciera?, me sentía mareado y debilitado, decidí dejar de lamentarme y mejor, centrarme en mi entorno.

"¿Dónde estoy?", me pregunté, estaba rodeado de árboles y parecía ser de noche... ¿Es este el Jardín Tenebroso? Se ve muy distinto ¿Cuánto tiempo ha pasado? El aire olía a tierra húmeda y hojas, y los sonidos de criaturas nocturnas resonaban en la distancia.

Con las manos temblorosas, palpé mi costado hasta sentir la correa de la caja sin fondo. Una ola de calma me invadió al tocarla, llevé mi mano a mi espalda y pude sentir la inconfundible empuñadura del espadón de luz de luna, al menos mi equipo sigue conmigo. Mi paz duro hasta escuché un ruido, lo que me hizo desenvainar.

A la luz de la luna pude ver a un hombre con el cabello negro peinado hacia atrás. Vestía una camisa blanca con gris de un diseño que no había visto antes, junto con unos pantalones negros. Parecía llevar algún tipo de espadón en la espalda. Se sorprendió por mi presencia, pero rápidamente se puso en guardia.

El hombre dijo algo, pero no reconocí la lengua. Me quedé callado, y pareció frustrarse por la falta de respuesta. Esto no iba bien. Antes de que alguno de nosotros hiciera un movimiento, se escuchó un grito desgarrador seguido de una ráfaga de viento. El hombre tuvo un sobresalto, sus ojos se abrieron de par en par y de inmediato se volteó en dirección al alarido y comenzó a correr.

Lo perseguí. Ese grito fue de una dama. ¿Acaso ese hombre está involucrado en un atentado contra alguien? No es mi problema, pero no puedo quedarme atrás. La adrenalina corría por mis venas mientras lo seguía por el bosque hasta que llegamos a un claro y logré ver a cuatro personas: dos adolescentes y dos mujeres.

Los adolescentes, un chico y una chica, sujetaban a una mujer de cabello oscuro y la mantenían de rodillas. La otra mujer, también de cabello negro, le sujetaba el rostro con una mano que brillaba con una luz inquietante. Los gritos de la mujer arrodillada me hicieron saber que no era un ritual agradable. Desenvainé mi espadón de luz de luna, pero se sentía más pesado de lo normal. Tuve que sujetarlo con ambas manos para poder usar su habilidad. Di un tajo al aire y del filo del espadón salió un corte de magia pura que se dirigió hacia el brazo de la mujer de cabello negro.

Ella se percató del ataque y logró esquivarlo con gracia, dando un salto hacia atrás. Los adolescentes reaccionaron, volteando la cabeza hacia mí con sorpresa y alarma. El hombre que había seguido se acercaba a ellos, haciendo girar su espadón hacia su dirección. Los adolescentes esquivaron el corte por poco, rodando hacia atrás. Sin perder tiempo, el hombre sujetó a la mujer de cabello oscuro que estaba siendo sometida. En cuanto lo hizo, el suelo bajo sus pies comenzó a brillar intensamente. El hombre saltó hacia un lado y, de inmediato, del suelo surgió una explosión de luz que me obligó a apartar la mirada. Cuando el brillo se apagó, los adolescentes y la mujer de cabello negro habían desaparecido.

Concédeme el descansoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora