Un fantasma en una tierra extraña

Capítulo 6: Fuyuki 6

Kratos había sido criado como espartano. Habías crecido en el agoge, donde sobresalías, o morías. Su existencia había sido dura desde el momento en que pudo caminar.

Por eso su experiencia actual de ser... "preocupado" le resultaba extraña.

"No, NO me importa si la herida no es profunda. ¡Te quedarás quieta un minuto mientras te curo!" gritó el director. "¡Estamos a punto de entrar en una cueva quién sabe a qué profundidad debajo de la Tierra para luchar contra un Rey Arturo corrupto para intentar salvar a toda la humanidad! Vas a dejarme curarte para que estemos en las mejores condiciones posibles. ¡Antes de que luchemos en la que debería ser nuestra última y más dura pelea en este lugar abandonado por los dioses!

Kratos miró a sus aliados. Cu sonreía de oreja a oreja y claramente disfrutaba del espectáculo. Los ojos de Mash estaban muy abiertos y preocupados.

No, no recibiría ayuda de ese sector.

Capaz de reconocer una batalla perdida cuando podía verla, Kratos se sentó en los terrenos del templo y de mala gana se sometió a los cuidados de la Directora, esperando con impaciencia mientras su piel se volvía a unir bajo sus manos.

Mash le había entregado botellas de agua que de alguna manera había almacenado en su escudo; después de haber visto a Sindri sacar una lanza entera de su bolso antes, Kratos ni siquiera se dejó sorprender por esta última rareza, incluso ignorando que los escudos no estaban destinados a ser algo en lo que uno guardaba cosas – y ahora estaba flotando sobre el hombro del Director, vigilando distraídamente. Cu Chulainn se había sentado en las escaleras de uno de los edificios, había extendido sus runas frente a él y las estaba revisando, probablemente haciendo un balance de lo que le quedaba. El propio Kratos tenía su hacha sobre su regazo, revisando su arma en busca de cualquier daño que pudiera haber sufrido en la pelea más reciente.

Todos ellos se estaban preparando para el enfrentamiento final a su manera.

"Saber", habló Kratos. "¿Hay algo más que debamos saber antes de entrar en batalla con ella?"

Cu se humedeció los labios, sin apartar la vista de las piedras rúnicas esparcidas ante él. "No puedo decirte mucho más que no haya hecho ya. Ella es fuerte, rápida, hábil y resiste la magia. No puedo decir cuánto podrían haber cambiado sus parámetros desde que comenzó a vestirse de negro y a matar a todos. Me he mantenido fuera de su vista desde que se cayó."

Echó la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, pensando. "Dado que ella eliminó a Archer y Berserker con un solo movimiento de su espada, no creo que podamos hacer que Mash se contenga y sea un guardaespaldas esta vez. Tendremos que tirar todo lo que podamos". Tengo que ganar esta vez." Miró hacia donde habían dejado a Fujimaru, la niña durmiendo pacíficamente. "Lo mejor que podemos hacer por ella y la pequeña dama es que se queden atrás en el túnel, suponiendo que Saber sea lo suficientemente amable como para luchar contra nosotros en un área abierta. Las paredes de la cueva deberían proporcionarles algo de cobertura, y Si ella saca su Noble Phantasm, nuestro Shielder debería tener tiempo suficiente para interceptarlo y bloquearlo como bloqueó a Heracles".

Mash se irguió con expresión dolorosamente seria. "¡Haré lo mejor que pueda, Sr. Chulainn!"

"Solo Cu, niña", dijo el hombre, saludando a la niña con la mano. "'Mister' me hace sentir como la bruja de mi maestra".

Olga Marie le dio una palmada en la espalda a Kratos. "Eso es lo más curado que puedo conseguirte por ahora. Cualquier cosa más tomaría tiempo que no tenemos, y no creo que me concedas paciencia". Kratos se puso de pie. "La pérdida de sangre se detiene, por lo que no perderás sangre mientras luchas, y la piel reparada no debería rasgarse en el combate, a menos que conozcas la espada de Saber".