Un fantasma en una tierra extraña

Capítulo 37: ¿La Diosa de la Luna sueña con albóndigas? 2

Si la mujer se sintió molesta por la declaración de que había perdido la memoria, no lo demostró. Su disposición era positivamente alegre.

"Entonces, ¿lo has olvidado todo, o solo…?" comenzó Fujimaru.

"Oh, no, no estoy en blanco", dijo la mujer. "Sé que soy una Servant, clase Archer. Y puedo decir que tres de ustedes también son Servants". Frunció el ceño y miró fijamente a Mash. "Aunque algo se siente diferente en ti, querida. Te sientes como más real de lo que un Servant debería ser".

"Soy una Demi-Servant, Señorita…". Mash se quedó en silencio.

"Oh, un nombre. No, eso es algo que no recuerdo". La mujer se mordisqueó el labio inferior por un segundo o dos. "Aparte de una letra que se siente… algo importante para mí. Mi corazón se pone pesado y empalagoso cuando pienso en ella. O". "

Entonces… ¿Señorita O?" preguntó Fujimaru.

La mujer lo pensó un momento y luego asintió. —Señorita O. ¡Me gusta! —Su sonrisa alegre se hizo más amplia—. Hace que mi corazón se ponga aún más blando. Sí, creo que eso puede funcionar hasta que recuerde más sobre mí misma. —Comenzó a tararear para sí misma, meciéndose al ritmo de la canción.

Los cuatro intercambiaron una mirada preocupada, o al menos tres de ellos lo hicieron. Oryou había flotado hasta las ramas de los árboles y las estaba sacudiendo, buscando algo. Ardillas, tal vez. Fue Ryouma el primero en hablar, el tono de su voz era muy tranquilo y apaciguador. —Señorita O, ¿recuerda algo más? ¿Como cómo llegó aquí, tal vez? —La

señorita O negó con la cabeza—. No mucho. Solo algunas cosas raras. Hay una sensación de familiaridad, superpuesta con algún tipo de... incorrección. Como cuando ves algo que deberías reconocer pero de alguna manera todo es incorrecto. Me parece recordar que alguien que conozco lo describió como el 'valle inquietante' o algo así. Entonces... ¿aquí? Ella agitó su brazo en el aire. "Creo que estuve aquí, por alguna razón, y había alguien más aquí conmigo".

Frunció los labios. "No hay nada más claro. Hubo algunos... gritos, creo. Un nombre, tal vez, que comienza con D. Luego, nada más hasta que me despertaste". Se encogió de hombros, con una sonrisa feliz en su rostro. "Lo siento, no recuerdo más".

Mash le dio una palmadita en el hombro. "No, está bien, señorita O. No es tu culpa que no puedas recordar más. Lo que sea que te haya pasado probablemente tenga algo que ver con tu amnesia".

"¿Crees?", preguntó.

Fujimaru miró a su nuevo Rider, quien asintió. "Posiblemente. En realidad estamos aquí porque alguien nos robó algo, solo algo de comida, nada tan grande como toda tu memoria.Pero lo primero que encontramos cuando llegamos aquí es que la luna se ha ido o que le han robado su luz. Entonces te encontramos a ti, que has perdido la memoria. —Se encogió de hombros—. Es difícil pasar por alto un patrón tan obvio.

Los ojos de la señorita O se abrieron de par en par. "¡OH!". Metió una mano por la parte delantera de su vestido y comenzó a hurgar. Los ojos de Fujimaru se abrieron de par en par y Mash se sonrojó, pero todas se quedaron boquiabiertas cuando sacó una bolsa de mensajero de allí (¿CÓMO ENCAJABA?), una que tenía el logo de Chaldea y todo.

La señorita O sonrió alegremente. "Tengo esto, por alguna razón. Creo que lo cogí o algo así". Se lo tendió. "Tiene la misma pequeña imagen divertida que está en tu atuendo, querida, así que ¿te pertenece?"

Fujimaru miró cuidadosamente dentro de la bolsa.

Pasteles de luna. Todavía cuidadosamente envueltos y casi intactos; uno o dos parecían haber sido un poco aplastados, pero no estaban completamente arruinados ni nada.