TE ODIO DE OTRA MANERA

SI TU ME QUIERES

"El dinero, como un fiel amante, nunca abandona a quien lo cuida con devoción."

El castaño bailaba con alegría en su cuarto, en ese momento era el hombre más feliz de todo el mundo. Sus pasos bien coordinados, moviendo sus caderas y esos glúteos pronunciado..

" O si ~~". Movía sus hombros con alegría, siguiendo el ritmo en su mente, sin importar que ese espadachin lo veía.

¿Estaba loco?

La verdad era que....

" ¿Ahora se volvió loco?". Pregunto irónico ese caballero, usando mana para no reírse a todo pulmón, era muy gracioso ver a ese castaño.

" Javier no arruines el momento!.... ¿No lo entiendes?" pregunto entusiasmado, sacando el contrato que traía en su bolsillo" La reyna firmó... Por fin firmó.... Con este contrato ganaré mucho.... Mucho..... Mucho.... DINERO " su rostro se deformaba mientras imaginaba monedas caer sobre él.

" Si... Enloqueció... " pronunció sin entusiasmo, leyendo ese contrato, ese castaño  si que era un credulo. " En este contrato recalca que usted solo puede contraer matrimonio con la reyna".  Agarro el contrato y señaló esa parte, siempre se debe leer las letras chiquitas.

Ya era extraño que esa mujer fuera tan inocente para firmar un contrato realmente absurdo de pagos elevados, todo tenía dobles intenciones. Ese castaño se horrorizado agarro el documento, las lágrimas salían de sus ojos qué se abrieron como platos, no deseaba casarse y menos con esa pelirroja qué solía asustarlo con sus fuertes afectos.

En su mente llegó el recuerdo donde fue nalgueado vil mente, mientras ese espadachin no se atrevió a ayudarlo o cuando lo abrazo con tanta fuerza que casi fractura todos sus huesos, para después decirle que necesitaba que arregle algunos pilares.

"Javier ahora que hago?". Preguntó desesperado, no podía ni imaginar lo que esa mujer le haría cuando estuvieran casados, de seguro le romperia todos los huesos.

"No me pregunte, usted se metió en esto solo ". Su respuesta fue desinteresada, ocultando su carcajadas al ver a ese castaño desesperado.

Mientras Lloyd camina de un lado a otro su mente enloquecia por encontrar alguna solución, debía salir de ese problema que sólito se metió.

"Podía ver un camino que elegir". Pronunció el espadachin, sintiendo esos grandes ojos sobre él. "Si el maestro no tuviera atracción sobre las mujeres.... La reyna no deseara casarse con un hombre que no reacciona a las  mujeres ¿No lo creeN.". No tenía intenciones de ayudar, solo quería molestar sigue al castaño.

Su plan le salió mal..

"Tienes razón Javier!!" grito estusiamado, era muy ingenuo para entender o estaba tan desesperado? Eso no importaba, ahora Javier lo estaba viendo horrorizado.

No era para menos.

Al día siguiente Lloyd Frontera se encontraba frente a la reyna junto a su leal caballero o más bien él fue obligado a estar ahí.

La pelirroja ya estaba esperando la audiencia, sabía muy bien que esa artimaña qué solo amaba el dinero saldría con una excusa para retractarse sobre su contrato. Eso no importaba, tenía el plan perfecto para engatuzar a ese hombre.

Qué tan equivocada estaba

"Me sorprende su presencia" hablo la reyna, viendo a ese torpe castaño con la cabeza baja, esperaba sus argumentos, deseaba escuchar cual sería su excusa. "Cual es el motivo de solicitar mi presencia?" estaba confiada.

"Su majestad he leído el contrato que firmamos... Me temo que no se podrá cumplir el contrato" su voz sonaba tan confiada y al mismo tiempo miedo. "Le pido romper el contrato" era tan astuto.