Capítulo 7: Un lugar «mejor»

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OLV, ya pasamos de las 1k de lecturas!! Me da mucho gusto que la historia les esté interesando tanto, de igual manera estoy muy feliz de que me dejen saber mediante sus votos que la historia les gusta (⁠ノ⁠◕⁠ヮ⁠◕⁠)⁠ノ⁠*⁠.⁠✧ también aprecio mucho sus comentarios y retroalimentación, es muy importante para mi ya que me permite seguir mejorando y me motiva a continuar trayéndoles más del fic.

Pero bueno, ahora sí, disfruten este nuevo capítulo.
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Alguna vez en el pasado Angel se había tomado con cierto humor a dónde iría si llegaban a matarlo de nuevo.

Siempre pensó que en el momento que eso pasara, todo habría terminado para él y pasaría a ser no más que un recuerdo que con el tiempo se desvanecería de la memoria de quienes lo conocieron... Pero cuando esa lanza lo atravesó y la vida se le fue lentamente entre los brazos de Husk, jamás se esperó que ese no fuese el final, pues ahora estaba listo para ir a un lugar mejor y su alma había sido llamada a ese sitio.

Cuando menos se dio cuenta, apareció en un lugar que le era desconocido, pero lucía bastante limpio y luminoso. Delante suyo había una gran puerta dorada y, ni bien acabó de observar a su alrededor, un tipo de cabello rubio y pulcras túnicas apareció frente a una especie de podio a un lado de la puerta.

— ¡Saludos, nueva alma! ¡Se bienvenido! ¿Cuál es tu nombre? —Le preguntó, a lo que Angel lo miró más confundido que nada, en ese momento una intensa luz lo cegó y cuando dicho resplandor se atenuó, frente a él vio a dos seres que a primera vista le resultaron temibles por su naturaleza; se sintió en peligro y trató de retroceder, pero la más pequeña de esos dos seres se le acercó con una evidente expresión de alegría.

— ¡Oh, por Dios! ¡Pero si eres tú! —Exclamó ella, con notable entusiasmo— ¡Sera, no lo puedo creer! ¡El hotel de Charlie sigue dando resultados! ¡Él finalmente está aquí!

Angel no dijo nada, sólo observó con desconcierto a aquella otra mujer alta de piel morena y cabello gris claro, que parecía estar perturbada ante su presencia y se mantenía en silencio.

—Charlie nos contó sobre ti aquella vez que vino a visitarnos —Explicó la pequeña Serafín—, ¡yo estaba segura de que pronto vendrías con nosotros! Y ahora finalmente estás aquí, ¡me muero de ganas por mostrarte todo el lugar y reunirte con las personas que te han estado esperando!

—He... Hey, espera un momento —Finalmente dijo Angel, intentando procesar tanto como fuera posible en el menor tiempo—, ¿qué es este lugar? ¿Cómo llegué aquí? ¿Ustedes quiénes son?

— ¡Estás en el Cielo! Yo soy Emily y ella es Sera, ambas somos serafines y cuidamos de este lugar y las almas que viven aquí —Explicó la pequeña—. Aún no sabemos exactamente cómo llegan las almas redimidas, ¡pero ahora tú eres una de ellas!

Angel se quedó pensando, aún un poco confundido. Se llevó una de sus manos superiores a la cabeza intentando recordar lo que había estado haciendo antes y las imágenes de sus últimos momentos en el Infierno llegaron a su cabeza como una especie de flasheo. La araña comenzó a respirar agitadamente y se llevó su par inferior de brazos al abdomen, recordando la herida que lo había atravesado, mientras que el par superior lo mantenía en su cabeza, recordando cómo iba corriendo por las calles de Ciudad Pentagrama con Husk y cómo este había sido herido.

Emily lo miró con angustia y trató de tranquilizarlo.

—No te preocupes, estás a salvo ahora —Le dijo ofreciéndole una mano para que la tomara.

Angel negó con la cabeza y retrocedió lentamente, alejándose de ella.

—N-No... Esto no está bien, yo estaba teniendo una cita con Husk y de repente... Llegaron esos ángeles a matar a todos y yo... Yo quería protegerlo para que sobreviviera... Y lo último que recuerdo es que yo tenía el estómago abierto y me estaba desangrando mientras él volaba hacia el hotel con su ala herida... Y entonces me dijo que me amaba... —Los ojos de la araña se llenaron de lágrimas al pensar en aquellos últimos momentos, Emily puso una cara de asombro y horror al escuchar sus palabras y se volvió a ver a Sera, quien aún seguía con esa expresión de perturbación, sin decir una sola palabra.

Mi Ángel. [HuskerDust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora