Capítulo 14: Un rostro oculto.

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Pasaron un par de días, Charlie podía sentirse tranquila una vez más.

Las cosas en el hotel estaban marchando bien, las burlas hacia el proyecto en televisión y en redes no eran tan habituales como en semanas anteriores y finalmente se respiraba algo de paz. Sus huéspedes seguían adelante con las actividades diarias y ahora veía a Husk más calmado, notó que aún tenía problemas para controlar su manera de beber, pero confiaba en que las terapias servirían mucho para su rehabilitación, así que no vio necesario sermonearlo con cosas que asumía él ya tenía claras, sabía que era un proceso que haría a su ritmo y presionarlo no traería nada positivo.

Sin embargo, una angustia latente aún permanecía en la mente de la Princesa y ese día por fin tendría que hacerle frente.

Su madre la había citado para hablar en el palacio de la familia real, su padre tendría una reunión con los príncipes del pecado, así que estarían ellas dos solas para conversar y eso la tenía un poco nerviosa, después de la última vez, realmente no sabía qué esperarse.

Al atardecer y habiendo concluido su trabajo con los huéspedes, se despidió amablemente de ellos y después se dirigió a Vaggie para dejarla a cargo de todo en su ausencia. La joven ángel le deseó buena suerte y se despidió de ella con un beso, ante lo cual la rubia le sonrió y le dio un fuerte abrazo.

—Estaré de vuelta en la noche —Le informó a su pareja después de apartarse, mientras se dirigía a la puerta principal del hotel—, trataré de esperar a que papá llegue, a ver si él ha descubierto alguna cosa sobre lo que Emily nos encargó.

—Está bien, amor, ve con cuidado, te estaré esperando —Replicó la joven de cabello grisáceo y Charlie le dio una nueva sonrisa antes de salir del lugar.

La demonio se dirigió hasta la limusina que se encontraba estacionada a las afueras de su propiedad y la abordó para ser llevada a donde su madre la esperaba.

Durante el camino, no pudo evitar pensar en aquella primera charla que tuvieron el día que Lilith acudió al hotel, se apoyó en una ventana mirando el panorama infernal al otro lado del cristal y recordó esas palabras que intercambiaron, que aún le hacían eco en la cabeza y no la dejaban en paz.

...

—Muñeca, ¿puedo preguntarte una cosa? —Cuestionó Lilith, mientras tomaba asiento y Charlie se sentaba frente a ella.

—Claro, dime, mamá —La joven miró a su madre con sus brillantes ojos rojos llenos de curiosidad.

—Supe que recibiste la visita de uno de los Serafines del Cielo, ¿a qué se debe eso, cariño? ¿Vino a amenazarte? —La mujer sonaba realmente seria, Charlie se sorprendió bastante por aquella pregunta.

—Oh, no, ¡para nada! Emily es mi amiga, vino a contarme algo maravilloso, mamá, ¡me dijo que mis amigos están vivos! ¡Angel y Pentious están bien y ahora viven en el Cielo!

— ¿En el Cielo...? —El rostro de Lilith cambió de la incredulidad a una expresión que Charlie no pudo distinguir si era de sorpresa o de disgusto— No lo entiendo... Se supone que las almas que son exterminadas... ¿Cómo es eso posible?

— ¡Aún no lo sabemos! Pero estamos averiguando al respecto, Emily me ayudará desde allá arriba y yo seguiré trabajando aquí, para poder enviar a más almas redimidas al Cielo —La Princesa miró a su madre con los ojos resplandeciendo de emoción—, ¿no te da gusto? ¡Podemos salvar a nuestra gente! ¡He podido empoderarlos para que tomen las riendas de su destino y hagan cambios positivos en sus vidas!

Lilith permaneció en silencio durante un instante que para Charlie se sintió como una eternidad, haciéndola sentir nerviosa.

—Cariño... Esto no era lo que esperaba con respecto a empoderar a los pecadores —Murmuró la mujer de mirada penetrante, haciendo que el rostro de Charlie se tornara confundido.

Mi Ángel. [HuskerDust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora