Capítulo 9.

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Aquí esta el segundo capítulo que prometí que subiría!!!!! Léanlo, denle mucho love, votos y comentarios. Si no les gusta díganmelo, es que acabo de terminarlo y tenía sueñito u-u
Ahora si, disfruteeeeeeeeeeeeeeeeeeen y gracias por todo! <3


Una cita que termina mal.


Escuché que alguien llamaba a la puerta, me quejé y fregué mis ojos, bostecé y estiré mis extremidades.

-¡Pase!- Grité después de un rato. Era Sandra, una empleada de mis padres.

-Señorita Amy, sus padres me pidieron que les trajera el desayuno- Dijo con amabilidad y luego dirigió su mirada hacia Barbs.

-Muchas gracias Sandra y por cierto, dime Amy, siempre te lo repito- Sandra rio y se adentró en mi recamara con el carrito donde trae las bandejas.

-Te lo agradezco, ¿ya desayunaste?- dije oliendo el delicioso café.

-Sí. Bueno debería irme, los patrones me regañarán si ven que no estoy haciendo nada.

-Tómate el día libre- Balbuceé mientras mascaba mi emparedado.

-¿Qué? Pero si los patrones son los únicos que pueden darme el día libre- Rodeé los ojos y tragué. Vi a Martha pasar por la puerta de mi habitación que estaba abierta.

-¡Martha! ¿Podrías decirle a mi madre que la estoy llamando?- pregunté, Martha alegre aceptó y se dirigió hasta mi madre. Al cabo de unos segundos mi madre apareció en mi recamara, siempre tan linda y comprensiva.

-Ma, ¿sabes qué día es hoy?- pregunté con tono coqueto.

-Es sábado mi amor, ¿por qué lo preguntas?- dijo amablemente, sentándose a mi lado.

-Bueno pues creí que podrías darle el día libre a Sandra, sé que los domingos le das el día libre a todo el personal, pero bueno este sería un secreto- Dije arrugando los ojos.

-Claro cariño, pero no se lo comentes a nadie, ahora debo irme. Disfruta tu día libre Sandra- Dijo y nos lanzó un beso a ambas.

-¿Lo ves? Ahora ve, diviértete- Dije guiñándole el ojo, Sandra me sonrió y besó mi mejilla.

-Gracias Amy, nos vemos el lunes- Exclamó y se retiró de mi habitación. Vi a Bárbara durmiendo como bebé y no quise molestarla.

-Barbs, ¿un café?- susurré, pero no dio señales de vida. Tomé mi café sola y en completo silencio, me encantaba el silencio en las mañanas.

-hmmmm café-Balbuceó Bárbara.

-Con que has revivido-Bromeé. Barbs me tiró una almohada y esta provocó que derramara mi café.

-¡Bárbara! Dios mira lo que has hecho-Dije molesta.

-No me regañes Amy Campbell, tú has comenzado- Dijo sentándose en la cama y quitándose el cabello de la cara.

-Dame mi desayuno, dame, dame, dame- Dijo estirando sus brazos y moviendo los dedos en forma graciosa. Rodeé los ojos, posé mi café en la bandeja y le pasé a Bárbara el suyo.

-Eres igual que Nick- Dije antes de beber.

-No es cierto, yo soy más linda-Bromeó. Papá se asomó en la puerta de la habitación y nos echó una sonrisa.

-¡Pa! ¿Crees que Barbs es más bella que Nick?- Papá subió su mano a su rostro y se rascó la barba en señal de duda.

-Pues la verdad es que Nick es el bebé más hermoso en todo el planeta, y pues Bárbara... Bárbara tiene un buen sentido del humor- Dijo riendo.

Granada al corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora