Capítulo 10.

93 15 5
                                    

Oigan sólo quería decirles que falta poco para llegar a 1K!!!
Me interesa saber si les está gustando la historia :'c así que porfi comenten que les parece u-u
Gracias por todo toditooooooooo!!! son lo mejor<3
Voten, comenten, compartan y enjoyyyyyyyyyyyyy pequeños colibríes! <3

No confíes en las palabras de cualquiera.

Calvin, Bárbara y Matthew estaban sentados en camillas alejadas de la mía, unos médicos nos estaban revisando para ver si teníamos heridas graves y todo eso. Un policía se acercó a mí y me sonrió.

-¿Quieres otro café?-Preguntó con amabilidad.

-No, gracias-Respondí devolviéndole la sonrisa.

-Bueno, como sabrás, debemos tomarte declaración una y otra vez, sólo para coincidir con los hechos y corroborar que no están mintiendo.

-Entiendo.

-Amy, ¿puedes contarme detalladamente lo que pasó?- Dijo el policía con una libreta y un lápiz en la mano. Asentí y ordené mis pensamientos para poder hablar.

-Bueno, estábamos con Calvin, Bárbara y Matthew en ese lago de ahí-Dije apuntando el lago, el oficial alzó la vista para ver el lago y anotó algo en su libreta- Teníamos una cita doble, luego Matthew me tiró al lago y prendimos una fogata, ni siquiera nos preocupamos por apagarla, el punto es que, luego Matt y yo nos acurrucamos y nos acostamos en la arena. Pasaríamos la noche ahí, luego iría a casa por la mañana, pero Calvin y Bárbara tuvieron la brillante idea-Dije haciendo comillas con los dedos- de ir a la casa embrujada, no sé muy bien la historia de esa casa, pero el punto es que me negué, ellos insistieron y asentí. Fuimos a la casa y comenzamos a escuchar ruidos raros, cosas quebrándose en la planta superior y quisimos irnos, pero cuando fuimos a la puerta, estaba cerrada, la única opción que teníamos era subir y verificar si había alguna ventana o puerta para escapar, al llegar arriba Calvin decidió que debíamos separarnos así que lo hicimos. Calvin y Bárbara por la izquierda y por la derecha fuimos Matthew y yo. Entramos en cada habitación, luego escuchamos algo romperse abajo, paramos en seco e intentamos no hacer ni un ruido, luego escuchamos a alguien correr por las escaleras, tan rápido que comenzamos a desesperarnos. No podían ser ni Calvin ni Bárbara, ya que ellos estaban en la misma planta que nosotros, y si hubieran querido bajar, los habríamos oído. Matthew y yo comenzamos a correr, hasta llegar a una habitación que tenía una ventana, entramos, pusimos pestillo a la puerta y la atascamos con un mueble, Matt rompió la ventana atascada con un adorno de la habitación y salimos, bajamos por el tubo de gas y escuchamos el grito de Bárbara.

-Amy, ¿Realmente no sabes lo que ocurrió en esta casa?-Preguntó el oficial alzando las cejas. Negué con la cabeza, el oficial suspiró y me miró- En esta casa vivían el señor y la señora Johnson, bueno, la señora era horriblemente celosa, el señor Johnson tenía una mejor amiga, y todos los sábados venía a comer a casa de los Johnson, un día, la señora Johnson comenzó a dudar de la mejor amiga de su esposo, apuñalándolos reiteradas veces en el pecho y piernas hasta dejarlos sin vida. Luego llamó a la policía diciendo que nunca la atraparían y se escuchó el disparo, obviamente se había suicidado. El punto es que dicen que en esta casa aún sigue el espíritu de la señora Johnson, por eso está prohibido entrar aquí, la última persona que entró, salió con problemas psicológicos.

-Dios... eso es realmente desagradable- Dije llevando mis manos a mi cara, tapando mi boca.

-Deberías ir a ver a tu amiga, antes de que lleguen sus padres- Dijo el oficial retirándose. Me paré de la camilla y me dirigí hasta Bárbara, quien no había probado su café, seguía afirmando su brazo y con la mirada perdida.

Granada al corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora