Capítulo 8.

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Estoy trabajando en el siguiente capítulo, pero si o si lo subiré hoy. Voten, comenten y disfruteeeeeeeeeeeeen y gracias por todo hermosas!!! <3

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¿Quién anda ahí?


Bárbara me sacó de mi sueño, desesperada me agitaba para despertar y yo tenía una resaca con un dolor de cabeza insoportable.

-Bárbara ¿qué haces? ¿Qué hora es?- Balbuceé mientras me refregaba los ojos y me sentaba en la cama.

-Amy, escuché ruidos afuera, tengo miedo- susurraba agitada. Pegué un salto y me paré de mi cama. Vi la hora en el teléfono de Bárbara, eran las 04:12am. Cerré los ojos, deseé que esto no estuviera pasando y caminé con sigilo hasta la puerta del balcón.

-¡No vayas!- dijo Barbs silenciosa, pero volteé y la ataqué con la mirada. Tomé la perilla para abrir la puerta y escuché como rompían un florero de mi balcón, Barbs corrió hasta el baño y yo la seguí.

-¿No que eras la valiente?-Preguntó cuando llegué a su lado con los ojos aguados-Debemos llamar a la policía.

-¡Shhhh! Nos van a oír- Trataba de calmarme, pero con Bárbara a mi lado era imposible.

-Amy, quienquiera que esté afuera debería preocuparse por ser lo menos audible posible- dijo tiritando. Abracé a mi mejor amiga y besé su cabeza. Nos quedamos en silencio unos segundos y no volvimos a oír nada.

-Creo que se han ido- Dije abriendo la puerta del baño lenta y precavidamente para no causar tanto ruido- Iré a ver.

-Amy aguarda ¿estás loca? Podría ser el picador criminal mutilador, ¿acaso nunca viste Bob esponja?- Dijo dando saltitos y agitando las manos. Ya se había calmado. Traté de aguantar la risa lo más posible tapando mi boca con ambas manos. Seguí caminando y volvimos a escuchar otro florero romperse, la cara de mi amiga cambió, estaba completamente horrorizada.

- Alcánzame la lámpara, rápido- susurré agitada. A lo que Bárbara caminaba a pasos silenciosos hasta mí, no quité mi vista de la puerta. Estiré la mano derecha hacia atrás, esperando a que Barbs me pasara la lámpara. Cuando llegó a mi lado, tomé la lámpara y me dirigí hasta la puerta del balcón. Volteé para ver a Bárbara, y ya no estaba, supuse que estaba en el baño. Tomé la perilla y suspiré, estaba sola en esto, me quedé un segundo pensando en lo peligroso que podía ser todo eso. Giré la perilla y abrí la puerta, mi corazón se aceleró y aguanté la respiración. Caminé cautelosa, midiendo cada centímetro que daba con los pasos, exhalé lento y me faltaba el aire. Mi balcón era gigante y estaba lleno de plantas, macetas y adornos, perfecto para jugar al escondite. Miraba hacia todos lados, desesperada, tenía miedo y no podía refugiarme en los brazos de nadie. Escuché a alguien moviéndose en las plantas que estaban a mi espalda, giré velozmente y me quedé paralizada. No había nadie.

-¿Hola?-Pregunté tragando saliva. Nadie respondió. Caminé hasta el final del balcón y asomé mi cabeza, esperando ver a alguien colgado para poder tirarle la lámpara por la cabeza. Al no ver a nadie, creí que tal vez sólo eran cosas paranormales, o incluso un animal. Suspiré aliviada, me quedé un momento en el balcón apreciando la noche, pensé en Matthew y deseé tenerlo a mi lado. El frío comenzó a apoderarse de mi cuerpo, haciendo que temblara, tenía las manos entumecidas y no sentía los dedos. Decidí volver a mi habitación para abrigarme, me dirigí hasta mi recamara con la guardia baja. Sentí unas respiración agitada, la adrenalina volvió a correr por todo mi cuerpo, mis ojos recorrían todo el balcón en busca de algún rastro de vida, ya sea humana u otra cosa. Caminé mas deprisa, divisé la perilla y estiré las manos para alcanzarla y abrir la puerta. Unos metros antes de llegar a esta, sentí una respiración cerca de mí, me paralicé, comencé a temblar y mis ojos se aguaron. No podía pasarme esto de nuevo. De pronto unas manos aparecieron de la oscuridad, rodeando mi rostro y tapando mi cara. Intenté gritar de inmediato, pero no fui veloz. El tipo me apoyó en un pilar que sostiene el techo del balcón, aún con sus manos en mi boca.

Granada al corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora