Park Sunghoon nació destinado a ser el mago que salvaría a las seis naciones que conforman Nevaeh del golpe de los rebeldes y aquel que por fin detendría la catastrófica guerra mágica.
Ha pasado años entrenando para ese momento y cada mago tiene su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Volver a pisar el subterráneo no era algo que lo hiciera saltar de alegría. Sin embargo, ahora tenía la certeza de que Jake podría ayudarlo y además, llevaba su brazalete mágico en la muñeca, listo para cualquier eventualidad.
Para su suerte, el viaje es tranquilo. La familia de Jake les ha empacado cajas repletas de repostería, las cuales comparten en el camino junto a las charlas tranquilas.
Deja caer su cabeza en el hombro de Jake. Él se tensa, pero no lo aparta y solo se muerde el labio.
—No lo contengas, está bien —el Wandler Tier parecía inseguro, aunque al escucharlo suspiró.
Pronto unas pequeñas orejas con motas y una larga cola apareció. Era un jaguar, el cual lo olfateó con curiosidad.
No se movió, se quedó con su cabeza apoyada en su hombro. Le resultaba curiosa la forma en la que Jake y sus animales parecían combinarse cuando no estaba por completo transformado, teniendo comportamientos tanto humanos como animales.
Se sentía tranquilo, en esta ocasión Jake sí había pagado los boletos de regreso, aunque luego de deslizar un par de monedas extra sobre el mostrador Sunghoon logró conseguir un vagón para ellos solos pese a sus objeciones.
