Park Sunghoon nació destinado a ser el mago que salvaría a las seis naciones que conforman Nevaeh del golpe de los rebeldes y aquel que por fin detendría la catastrófica guerra mágica.
Ha pasado años entrenando para ese momento y cada mago tiene su...
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El aire gélido le hace cosquillas en la piel. Observa todo desde la azotea; los aprendices moviéndose al ritmo de la música que toca la banda de Yongbok, bebiendo de la enorme fuente de ponche y otros perdidos en el cotilleo intentando adivinar quién será el siguiente aprendiz cuyo corazón rosa sea rechazado.
Soobin suspira. El cuarzo rosa en su mano pesa, recordándole su poca valentía para enfrentar sus sentimientos. Ni siquiera tuvo el valor de buscarlo e intentar entregarle su corazón por miedo al rechazo.
—Hola, Choi —la voz de Taehyun lo hace brincar. Esperando no ser notado, esconde el cuarzo tallado en su bolsillo —. No creí ver a nadie más aquí.
Ansioso, comienza a mirar en todas direcciones buscando alguna excusa para no decir: "estoy huyendo de mis sentimientos y me vine a esconder".
—Uhm... Es que, yo... —balbuceó. Miró sobre su cabeza —. ¡La luna llena! Sí, eso. Hay luna llena y no podía perdérmela.
Taehyun siguió el camino de su mirada, haciendo una mueca al encontrarse con el brillante satélite.
—Ugh, la luna rosa. ¿Intentarás alguna poción de amor?
—¿Qué? —musitó —. No. No soy bueno con las pociones y menos las de amor. Además, no creo que sean correctas.
Taehyun sonrió, fue un gesto confiado que puso todo su mundo de cabeza.
