Park Sunghoon nació destinado a ser el mago que salvaría a las seis naciones que conforman Nevaeh del golpe de los rebeldes y aquel que por fin detendría la catastrófica guerra mágica.
Ha pasado años entrenando para ese momento y cada mago tiene su...
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Lo último que recuerda es estar cayendo al vacío luego de que la central de mando se vino abajo. Jake le pide que cierre sus ojos y se aferre a su pecho, así que eso hace, sin darse cuenta de que suplica en silencio mientras lo rodea con sus brazos.
«Por favor, denme la fuerza».
Sus oraciones parecen ser escuchadas, porque a los pocos segundos todo su cuerpo muta de formas en las que jamás lo había hecho. Sunghoon creé ver una enorme serpiente de escamas rojas, pero no está seguro.
Despierta a la orilla de un río. En un primero momento creé estar muerto, aunque el dolor en sus huesos y músculos le dicen que tal vez no es así. Luego recuerda que no se hallaba solo, busca a Jake y para su suerte, lo encuentra inconsciente a solo un par de metros suyos.
Se asegura de que está vivo revisando sus signos vitales, su ritmo cardíaco y respiración son normales, aunque parecen acelerarse un poco al percibir su cercanía.
Lo acomoda en el suelo y se acurruca a su lado. Va a esperar a que despierte y después ideará un plan. En ese momento, solo quiere estar ahí, con él.
Se toma el tiempo de apreciar cada detalle de su rostro; las varias pecas esparcidas sobre sus mejillas y parte de su nariz, su cabello tan rojo como el fuego y sus labios abultados. Delinea con sus dedos la mandíbula redondeada, jugando un poco con las orejas peludas del jaguar de Jake.
