Sin Escape

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El Titan Bi Han abrió un portal hacia la Línea de Liu Kang dispuesto a dejar su rosa semanal, sin embargo, vio que ya habían cinco acumuladas sin ser tocadas, más la que tenía en manos sumarían seis. Había pasado un mes y medio en el que Johnny no había ni siquiera roto las rosas, eso le hizo pensar que quizás el castaño ya ni siquiera estaba en Wu Shi.

¿Como saber en donde se encontraba? Desde la última vez que había escapado del Lin Kuei decidió ponerle algo para rastrearlo y encontrarlo más fácilmente, eso podría ayudar ahora.

Se concentro en encontrar la presencia de Johnny, hasta que pudo localizarlo abriendo un portal hacia aquella dirección.

Apareció en una habitación a oscuras con la poca iluminación de un gran ventanal cubierto por las cortinas. Se veía lujoso, con la poca luz de la luna podía ver un espejo de cuerpo completo, una mesita de noche con una lámpara, tres puertas, un tocador y una gran cama matrimonial en la que se encontraba su ser amado, los demás muebles dejaron de importarle.

Se acercó hasta la cama dejando las seis rosas sobre la mesita de noche. Johnny estaba durmiendo plácidamente destapado con una temperatura baja en el ambiente, artificial. Después de todo el tiempo que estuvo en clima frío talvez ya no toleraba tanto el calor o un clima "normal".

Johnny despertó asustado al sentirse observado, pero no veía nada, prendió la lámpara iluminando un poco la habitación, no había nadie más que él, sin embargo, al ver las rosas de hielo entendió que el Titan criomante estuvo ahí.

—No no no no -se sujeta la cabeza entrando en pánico- tiene que ser una jodida broma, me tienen que estar filmando -mira a todos lados una vez más- prefiero que sea una broma de mal gusto a qué él me haya encontrado.

Tomó las rosas y salió por la terraza arrojandolas al vacío, no soportaría la idea de tener a un sociópata como acosador.

Recargó sus manos en el barandal y miro la luna, después las estrellas mirando como unas brillaban más que otras.

—No creo del todo en la idea de que las estrellas más brillantes son las personas que más queremos observandonos desde el cielo pero... si estás ahí... me gustaría saberlo, no puedo lidiar con esto yo solo.

Bajó la cabeza sintiéndose ridículo.

—Te necesito, me entendías mejor que nadie y ahora... siento que no puedo recurrir con nadie porque... no son tú.

Tiembla un poco.

—Pense que cuando me fuera con Bi Han tu también te salvarias de la helada, desconocía que te había herido antes de congelarte. Estos tres años pensé que estarías bien... pero estabas muerto... y eso me duele... perdóname Kenshi...

Vuelve a la habitación tomando a Sento en sus manos dejándola en la cama, se acostó a lado del arma e intento volver a dormir con la lámpara encendida.

Ahora poseía las dos espadas de Kenshi: la que tenía cuando era Yakuza y Sento, la que marcaba una nueva vida. Simplemente no puede evitar no aferrarse a Sento, no sabe si es porque aquella arma tiene las almas de los Taira o solo porque le pertenecía a alguien que apreciaba, independientemente de eso, se sentía más seguro con ella.

Johnny ahora tenía una vida tranquila lejos de la fama, intentaba pasar desapercibido para que algún tipo random no anunciará por Twitter que se había encontrado con él, prefería no estar en los reflectores.

Las ganancias que aún mantenía gracias a las películas de Mortal Kombat le aseguraban poder vivir un largo tiempo sin necesidad de trabajar. Era interesante saber que aquel Universo Cinematográfico de películas continuo sin él, de todos modos recibía las ganancias de las películas y regalías de juguetes.

Tempano De Hielo (Johnhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora