II

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Cuando mis problemas familiares son tan estresantes prefiero perderme entre las calles de la ciudad. Caminar sin rumbo fijo hasta que mi mente se despeje.

La noche es tan oscura el día de hoy, muy pocas estrellas hay en el cielo y la luna solo me sonríe sin mucha luz.

Mi caminata me ha llevado a una construcción abandonada, entró en ella con cuidado, pues hay alambre para detener el paso.

Exploro el lugar, solo hay muchos grafitis sin o con sentido.

Sigo hasta el ultimo piso de ese lugar, ahí me siento en el suelo viendo la gran ciudad en la que me encuentro, las luces de los edificios y casas son las estrellas de la ciudad, pero su brillo no se compara con las que hay en el cielo.

-La ciudad es un poco aburrida, no hay tanto que ver en ella, solo son las mismas luces de siempre producidas artificialmente, no hay nada de interesantes en ellas.- Atrás mío escucho, volteo a ver de quién se trata. Se suponía que solo yo estaba en ese lugar.- Lamento asustarte, nadie viene a este lugar, solo queria hablar.- Me sonrió.

Él se veía tan amable, un chico lindo y rubio, de ojos azules y piel clara.

-¿Quién eres?- Pregunto con interés.

-Oh, que descuidado, mi nombre es Kurt, ¿y el tuyo?

-Axl, pensé que este lugar estaba solo, más bien abandonado.

-Esta abandonado, suelo frecuentar lo para distraerme, nunca te había visto aquí, bueno, nunca he visto a nadie más aquí.- Me cuenta, mientras se sienta a lado mío.- Este lugar es tan solo, sirve mucho cuando tú también lo quieres estar.

-Si, era justamente lo que quería.- Noto que eso ha sonado grosero, pero el parece reír por ello.- ¿De qué te ríes?

-Porque parece que el destino no te quiere dejar solo ni un momento.

-Bueno, tal vez no lo necesitaba del todo, talvez si necesitaba hablar con alguien.- Lo miro, notando que esa sonrisa que me regalo desde el primer segundo sigue ahi.- Puede que tú seas esa persona, ¿qué tal si nos conocemos ahora?

-Una noche no es suficiente para conocerte perfectamente.

-Claro que puedes, solo tengo que decirte algunos gustos y ya, ¿no?

Él solo ríe mientras niega con la cabeza, no lo entiendo.

-Mejor solo dime por qué estás aquí.- Propone.

-Bueno, mis padres están peleando como de costumbre, talvez esta noche si lleguen a la decisión de divorciarse.- Centro mi mirada el algún punto de la ciudad.- Eso sería mejor para mi y mis hermanos, cada dia los soporto menos, todos los días tienen que pelear por cosas innecesarias.

-¿Estás aquí para escaparte de ellos?

-Si, no puedo estar más ahí, me aturde escucharlos todos los días pelando.

-Te escapaste, ¿no?

-Si, pero a ellos tampoco les importa donde este ahora, pueden estar más preocupados por sus estúpidos trabajos.

-Entonces no nos tenemos que preocupar por terminar de hablar hasta que el sol salga, ¿verdad?

-No, no importa, que siga hasta ese momento.- Los dos reímos por eso.- ¿Y tú?

-¿Yo que?- Respondió con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí?

-Todos las noches vengo aquí, solo porque si, este lugar es bueno para pensar.- Me miro, sus ojos azules parecían dejar ver su alma, esta estaba sola y triste, o yo lo note asi.- Es bueno para dejar tus sentimientos.

-Si, es como una manera de desahogarte, estar solo es bueno para pensar.

-No tanto, no cuando sabes que la soledad no es buena para ti, la soledad no ayuda si no te encuentras del todo bien.

-¿Tú estás bien?- Esa pregunta salio de mi boca sin que yo la pudiera detener.

-Si, si no estaría rodeado de personas.- Río, pero sus ojos demostraban algo contrario.- Estoy bien, lo estoy.- Se lo dice para convencerse a si mismo, mas que para convencerme a mi.

-Kurt, ¿cuántos años tienes?- Parece ser más joven que yo.

-No creo que tengamos muchos de diferencia, parecemos de la misma edad.

-Te ves más joven que yo, no creo que seamos de la misma edad. ¿Cuántos años tienes?

-Si tu me dices primero, yo te diré.

-No creo que debería decirte yo primero para que tú me puedas decir tú edad.- Él solo ríe.

-Cierto, bueno, tengo veintitres años. ¿Tú cuántos tienes?- Para mi sorpresa tenía razón, no nos llevamos tanto de diferencia.

-Veinticuatro, tengo veinticuatro años.

-Ves, te dije que no nos llevamos mucho de diferencia.

-Si, aunque te ves más joven.- Alza los hombros, no parece importarle eso.

-No importa, tengo esa edad.- Baja la mirada, parece pensar un poco, hasta que vuelve a alzar su mirada y sonríe.- ¿Tienes mascotas?

-No, no las tengo, a mis padres jamás les gustaron tener animales.

-Oh, que mal, los animales son muy lindos, te ayudan mucho.

-Si, ¿tú los tienes?

-Si, tengo un gato, se llama Moon.

-¿Por qué Moon?

-Solo me gusta la luna, es linda.

-Oh, entiendo.

La ronda de preguntas y respuestas sigue un buen rato, hasta que el sueño está por ganarme, él parece tan energético como si hubiera comido toda una bolsa de dulces.

-¿Tienes sueño?- Me pregunta al ver como intento mantener mis ojos abiertos.

-Un poco.

-Creo que es mejor que vuelvas a casa.- Y aunque no quiera, se que tiene razón.

-Si, será lo mejor.

Me levanto del suelo, él también lo hace, los dos nos sonreímos.

-Te conocí mucho está noche, pero se que hay cosas que me faltan conocer.- Me dice mientras bajamos las escaleras del lugar.- Está noche no me vasto.- Le sonreí.

-Entonces, espero repetir una noche como está para poder hablar y conocernos mas.

-Lo hará, nos conoceremos más, Axl.

Con ello dicho desaparece entre las calles oscuras, para dejar que vuelva a mi casa,

Esa noche fue la primera vez que lo vi, la primera vez que hablé con él y fue lo mejor que pude haber echo en ese tiempo.

ᵀᴱᴷ ᴵᵀ °ᴷᵁᴿᵀᴬˣᴸ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora