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V

En la madrugada regrese a mi casa, todos estaban completamente dormidos, estaba cansado, pero no me importó y empezé a empacar mis cosas en una valija.

No tenía muchas casas, además de que solo guarde ropa y cosas importantes.

Cuando la valija estuvo lista, la dejé a un lado de la cama y me fui a dormir. Aunque, mi alarma no tardaría en sonar para ir a clases de nuevo.

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La mañana era fresca, amaba los días de primavera, siempre frescos.

Las clases comenzaban como normalmente lo harían, aunque está vez alguien me esperaba para sentarme a su lado.

Empezamos con la maestra Joan Jett, era maestra suplente, así que era obvio decir que el profesor Morrison no había llegado. Aunque la chica era buena profesora, había veces que no le apetecía trabajar, por lo cual solo nos dejaba hacer lo que quisiéramos.

La clase, no fue aburrida como normalmente lo sería, pues todos mis amigos estudiaban otras carreras, lo unico que nos unia era la escuela. Está vez, tenía a alguien para hacerme reír y sacarme una sonrisa con cada cosa que decía.

La hora paso rápidamente, nosotros seguíamos riendo al salir de ahí.

-No quiero ir a la siguiente clase.- Suspiré, el siguiente profesor no era era de mi agrado.

-¿Quieres escaparte?

-No, solo no quiero escuchar toda su aburrida clase, solo nos hablará de su tercer divorcio y bla bla bla.- Kurt río por lo que hice.

-Bueno, entonces solo entremos y centrémonos en otra conversación, no tenemos que hacerle caso a él, ¿sabes?

-Si, tiene razón, será mejor.

Entramos a la clase, el maestro siguió con su plática de sus múltiples divorcio, si bien eso no me importaba, era molesto saber que no nos enseñaba lo que tenía que enseñarnos.

-¿Y qué hacías en estas clases?- Me preguntó Kurt mientras mordía una pluma.

-Nada, solo lo escuchaba o me dormía, ¿y tú?

-Dibujar, no me apetecía escuchar todo su discurso sobre las infidelidades que le hicieron.

-¿Dibujas?

-Un poco, no soy tan bueno.

-¿Puedo ver tus dibujos?

-Claro.- Saco una libreta de su mochila.

Revise la libreta, había dibujos desde compañeros, maestros, paisajes, animales y objetos. Todos sus dibujos eran realmente bellos.

-Dibujas precioso, tienes talento, Kurt.- Él sólo se limitó a asentir, mientras sonreía.

-Me alegra que te gusten, aunque no sean tan buenos.

-¿Qué dices? Esto es realmente hermoso, dibujas muy, muy bien.

-Gracias.- Dijo sin saber qué más decir.

-No hay porque, es la verdad.

Ambos sonreímos.

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Al terminar las clases, lo primero que hicimos fue ir a mi casa, necesitábamos sacar la valija que tenía ya hecha.

Al entrar, mis padres peleaban sobre, seguro, una tontería. Ambos pasamos hasta mi habitación, él intento saludar a mis padres, pero lo detuve antes de que algún jarrón le cayera a él.

Ya estando en mi habitación, solo tomamos la valija y volvimos a bajar las escaleras.

-¡Por eso tú hijo se está yendo de la casa!- Escuché a mi madre gritarle a mi padre.

-¡Es lo suficiente grande para hacer lo que se le venga en gana!- Sí, tenía razón.

-¿¡Vas a dejar qué se vaya así como sí nada!?

-¡Si, que se vaya con quien quiera!

En ese momento, tome la valija y la mano de Kurt, ya no estaba soportando escuchar sus gritos.

-¡Axl, no te puedes ir!- Suspiro al escuchar a mi hermana menor gritar; Amy.

-Amy, tengo que irme, no puedo quedarme más aquí. Tú y Stuart van a estar bien.- Estaba siendo un poco egoísta, pero no podía seguir en ese lugar.- Voy a estar para ustedes siempre.- Dejé un beso en su frente y seguí mi camino.

-No creo que ella entienda porque de tu ida.- Kurt por fin hablo.

-Ella es lo suficiente inteligente, seguro entiende, pero por mas que quiera no los puedo traer conmigo.- Suspiro. Mi casa es nuestro infierno y por fin estoy saliendo de ahi.

-Entiendo. Bueno, mejor vamos a mi departamento.

Caminamos, mientras platicábamos, cada conversación nos acercaba más y nos permitía conocer más del otro.

Llegamos a donde vivía, era un gran edificio de departamentos, al entrar entramos al ascensor. Subimos bastantes pisos, hasta llegar a uno de los últimos.

-¿Te das cuenta qué puedo ser un asesino o secuestrador?- Caminamos hasta su departamento.

-No lo creo, no hay posibilidades.

Él solo rie, mientras abre el departamento, dejando ver una sala mediana. Entró al lugar, parece ser mediano, perfecto para dos personas. Lo miro con una sonrisa.

-Ven, sígueme.- Me guía hasta una habitación en donde me instalaré.

Es mediana, con un closet, una cama individual y un estante donde puedo poner algunas cosas. La habitación simplemente es perfecta.

-Muchas gracia por todo.- Le agradezco, mientras lo vuelvo a abrazar, él me regresa el abrazo con cariño.

-No hay de que, me gusta ayudar a las personas.- Me sonríe, bueno, el nunca dejó de sonreírme.

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La noche cae, me he instalado en la habitación. Escucho la puerta abrirse, se que se trata de Kurt yendo al lugar abandonado.

No me quiero quedar solo, por lo que le sigo, él se da cuenta y me toma de la mano. Platicamos en el camino al lugar, si seguimos así los temas de conversación se nos acabaran.

Cuando estamos en el piso de siempre, nos sentamos a ver toda la ciudad, esto se va volver rutinario entre nosotros.

Hablamos, hablamos y hablamos.

Con cada cosa que nos decimos nos conocemos más. Todos los días hay algo nuevo que saber de la otra persona.

Kurt se está volviendo la persona de la que más conozco.