Capítulo 8

3.4K 50 0
                                    

ARIANA

- Estuve pensando en que necesitamos hacer algo para atraer a más personas al negocio - dijo Paco por la mañana mientras desayunábamos, haciendo que todas las hermanas lo volteáramos a ver - creo que sería una buena idea vender tacos afuera de la carnicería los fines de semana, empezando desde hoy, no sería mucho lo que tendríamos que gastar y tenemos el asador de papá, ustedes se harían cargo del puesto y yo de atender la carnicería, así podríamos vender más y atraer a la gente que aún no es parte de nuestros clientes habituales ¿Qué opinan?

- ¿No crees que es peligroso para tus hermanas? Porque no estarías al pendiente de ellas y...

- No, no lo creo, bastaría con que una de ellas se encargara de asar la carne, picarla y hacer los tacos, Melody podría hacerlo sin problema, ella es muy buena con los cuchillos - Melody se sonrojó al escuchar las palabras de mi hermano - Ariana se encargaría de cobrar y entregar las órdenes, Diana de empacar los pedidos; claro que, antes de empezar a vender, entre los cuatro tendremos que preparar la verdura, las salsas, trasladar el asador, lavarlo, y al final del día podríamos dejarlo en la carnicería para volver a servir tacos mañana, así nos podríamos acabar la carne que tenemos y regresar al rastro el lunes antes de abrir.

Fue muy evidente que la idea de Paco nos pareció bien a todas, principalmente a Melody que sonreía de una forma tan entusiasta que era obvio que apenas podía guardarse sus emociones ante el elogio que le acababa de dirigir mi hermano.

- Bueno, tú eres quien dirige el negocio hijo, así que tú decides, pero, Melody, te lo advierto, no quiero que estés jugando con los cuchillos, no quiero que te vayas a lastimar, porque si te llegas a cortar, la herida que te hagas te va a doler menos que la paliza que te voy a dar, niña - dijo mamá, mostrándose tan preocupada como una madre podría mostrarse por sus hijas, pero Melody solamente sonrió antes de darle una gran mordida a su pan de dulce.

- Entonces, no se diga más, vamos a sacar el asador de papá y lo subimos a la troca, luego las voy a dejar en la carnicería a Melody y a Diana para que laven el asador mientras Ariana y yo vamos al mercado por lo que nos hace falta, también hay que llevarnos los molcajetes para preparar las salsas, un par de cucharas y... bueno, chicas, hay que darnos prisa, hoy tiene que ser un buen día - dijo mi hermano, mostrándose más animado de lo que acostumbraba hacerlo, una actitud que inevitablemente me hizo voltear a ver a mi madre antes de intercambiar una mirada con Diana, entendiendo que ambas habíamos pensado lo mismo, que tal vez lo que mamá hacía con Paco y quizás lo que hizo con nosotras, a lo mejor era lo que él había necesitado para mejorar su ánimo y poner una mejor cara a los malos tiempos por los que la familia estaba pasando.

Debo admitir que hacer algo que requería de la participación de todos, fue muy divertido y también nos hizo sentir como un equipo cuando conseguimos subir el asador de papá a la troca, algo que nos costó tanto trabajo que al final nos dejó una placentera sensación de triunfo compartido.

- Melody y Diana, les toca lavar el asador mientras Ari y yo vamos al mercado, asegúrense de que quede muy limpio porque ahí vamos a poner la carne y no queremos que nadie se enferme por nuestra culpa, hay algunos cepillos y estropajos en el baño junto con detergentes y una cubeta, háganlo lo mejor posible y nos vemos en un rato ¿Vale?

- No te preocupes, Paco, estamos acostumbradas a tratar con porquerías - aseguró Melody en un tono desenfadado, sin ser consciente de lo mucho que incomodó a los demás con su comentario.

- ¡Melody! - le reclamó Diana algo avergonzada.

- Ay, como si mi hermano no supiera lo que hacíamos - contestó mi hermana menor, que desde algunos días atrás había desarrollado una curiosa habilidad para incomodar a todos con tan solo unas pocas palabras.

Verónica: mi hijo vuelve a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora