Capítulo 10

2.8K 43 0
                                    

MELODY

Me llevó un rato digerir lo que acababa de ver, me sacó mucho de onda la idea de que mamá y Paco, su propio hijo, estuvieran teniendo sexo, pero más allá de eso, lo que en realidad me sorprendió y me puso muy nerviosa, fue el hecho de que me hubiera puesto tan cachonda al verlos en esa complicada e incómoda situación, un estado que no logré superar cuando regresé a la sala y me senté junto a mi hermana Ariana.

Fue en el momento en que me vi a mí misma compartiendo un instante con mis hermanas, cuando de pronto comencé a recordar todo lo que había pasado desde que Paco regresó a casa, viendo las cosas con otros ojos, hallando en mi recorrido por los días anteriores, algunas pistas que me sugirieron que no era la primera vez que pasaba algo entre esos dos, tras acordarme de los gemidos que escapaban del cuarto de mamá durante algunas noches; y ojalá pudiera decir que eso fue todo lo que encontré en mi pequeña investigación, pero no fue así.

El estómago se me revolvió cuando recordé también aquella noche en que escuché a Diana gimiendo en el baño, la misma en la que luego me fue a decir que Paco se había metido a la ducha antes de que yo lo hiciera, un recuerdo que me hizo sentir celosa y a la vez un poco tonta al haber dado por hecho que solamente se había tratado de Diana dándose gusto solita, un hallazgo que a su vez me llevó a considerar, con algo de disgusto, que tal vez también había pasado algo entre Ariana y mi hermano, una suposición que me hizo enfadar un poco y me hizo sentirme relegada al entender que, al parecer, yo era la única que no había hecho el amor con mi hermano.

- ¿Estás bien? Te ves rara - me preguntó Ariana, sacándome de mis pensamientos, mirándome con el ceño fruncido, haciendo que la volteara a ver apenas de reojo y que Diana me mirara también tras escuchar sus palabras, mientras mis ojos volvían a fijarse en el televisor, aunque en realidad no sabía lo que estaba viendo. Un suspiro muy prolongado se me escapó.

- ¿Desde cuándo se cogen a Paco? - pregunté sin rodeos, y debo admitir que disfruté, tal vez demasiado, la cara que pusieron las dos cuando las tomé por sorpresa y se miraron entre ellas, revolviéndose incómodas en sus asientos, parpadeando rápidamente, moviendo las bocas tratando de decirme algo pero sin lograr decir una sola palabra, hasta que al fin Ariana suspiró con fuerza, se logró calmar un poco y luego comenzó a hablar.

- Escucha, solo lo hemos hecho un par de veces, ¿Vale? - contestó mi hermana mayor, temerosa, sin dejar de mirar a Diana de tanto en tanto, haciendo evidente el temblor de su boca, confirmando todas y cada una de mis sospechas, haciendo que el dolor en mi estómago se hiciera más fuerte al saber entonces que, efectivamente, Paco me había hecho a un lado - escucha, no creas que...

- ¿Por qué no lo ha hecho conmigo? Quiero decir, ¿Acaso no soy tan bonita como ustedes o...? - pregunté, más para mí misma que para mis hermanas, sintiendo una opresión en el pecho que no me gustaba en absoluto, pues surgía de un sentimiento muy feo que me provocó saberme apartada de algo que toda mi familia compartía a excepción de mí, que me hizo tratar de encontrar una razón por la que Paco había estado con todas las mujeres de la casa menos conmigo.

- Mira, no creo que tenga nada que ver con lo bonita que seas... es que, bueno... más bien... en realidad eso no podríamos saberlo porque el único que tendría una razón, si es que existe, es Paco, pero... Melody, no lo tomes de esa forma, él no nos buscó a ninguna de nosotras, más bien... bueno es que creo que nosotras fuimos quienes lo buscamos... osea, no fue que se lo dijéramos, simplemente se dio... entonces... - trató de explicar Diana, o tal vez de excusarse, pero no pudo decir nada que tuviera sentido ya que no dejaba de temblar de nervios mientras hablaba.

- Mira, las cosas se dieron de manera más o menos natural, y una vez que pasó, pues han seguido pasando más cosas, pero... - Ariana se detuvo, intercambiando de nuevo una mirada con Diana, una significativa, que ocurrió en medio de una expresión que me hizo sentir la lástima que esas dos de pronto sentían por mí, a la vez que miraba la forma como sus rostros se ponían muy rojos.

Verónica: mi hijo vuelve a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora