Capitulo 9: Constelaciones a tu nombre.

136 36 38
                                    

—Maia, no tenemos nada que hablar nosotros dos. — habló Jacob mostrando un semblante serio. —Puedes irte.

El castaño intentó cerrar la puerta, pero del otro lado la chica lo impidió.

—Oh, vamos, solo soy tu exnovia, no una desconocida. — intentaba tranquilizar la situación, mostró una sonrisa inocente.

«Qué hipócrita.»

—Dejé de conocerte el día que te vi haciendo algo que me juraste que detestabas. — el chico frunció el ceño.

—Y detesto las infidelidades, pero sabes que siempre estuve atraída por Stan.

—Es mi mejor amigo, y aún así no tiene justificación. — Jacob abrió la puerta completamente, haciendo que Maia tropezara, ya que aún ejercía presión sobre ella.

—¿Y pudiste perdonarlo a él y a mí no? — preguntó haciendo una mueca. —Esto no es algo igualitario.

—Demasiada igualitaria fuiste tú, —rio el chico. —te cogiste a todos los de la casa. —dijo con sarcasmo, observando con desprecio a su actual exnovia.

Maia nunca conoció a un Jacob enojado, en toda su relación él se esforzó en permanecer feliz a su lado, aunque ella no apreciara nunca aquel gesto.

El ojiazul cerró la puerta con brusquedad, posteriormente se sentó de nuevo en el sofá, cubriendo su rostro con sus manos debido a la frustración del momento.

La chica se quedó afuera del departamento con un rostro enojado.

—¿Qué le pasa a este? — preguntó para sí misma, dándose la vuelta mientras sacaba su teléfono y abría la aplicación de mensajes.

Maia:
Chico, realmente no estoy dispuesta a perderte, te juro que mis últimos dos años fueron hermosos gracias a ti.

Maia:
No dejes que este pequeño altercado arruine lo bonito que tenemos, te quiero.

«Puras palabras vacías.» Concluyó Jacob en su cabeza luego de recibir y leer el mensaje de la chica.

Decidió dejarla en visto, tampoco es que tuviera mucho que decir.

¿Que se había equivocado?, ya sus amigas se lo dijeron. Hizo sufrir al único chico que daría la vida por ella, también se lo dijeron.

Ella fue la única que no valoró su relación.

«Si me hubieses amado, no me hubieses asesinado por dentro. Si en serio creías que teníamos algo bonito, no te esforzarías por arruinarlo. Si en realidad me quisiste, no tenías que hacer eso.»

«Era amarme, no destrozarme

La cabeza del castaño estaba revuelta de emociones y pensamientos, tampoco podía dejar de pensar en aquel pelinegro que había olvidado su nombre.

No sabía que hacer, Maia lo había afectado más de lo creía. Pensaba olvidarla y dejar que sucediera lo que el tiempo deseara, pero al fin al cabo él tenía sentimientos.

Esas ganas de ver aquel anime habían desaparecido, por lo que se dirigió a su habitación y se dejó caer encima de su cama, mientras unas pocas lágrimas caían, humedeciendo las sábanas por el líquido transparente.

No sabía por qué lloraba, solo era consciente de que debía llorar y llorar hasta quedarse dormido.

. . .


El viernes amaneció radiante, Luca en la tarde se encontraba en la escuela con sus útiles de pintura acomodando su lugar de trabajo, dejando sus pinceles y lápices acomodados por color y tamaño.

La Belleza De Volver A Encontrarte [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora