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Contenido adulto.

Lejos del terror que se había apoderado de mi ser en la madrugada, ahora no puedo evitar observar a Harry mientras duerme plácidamente, sujetando entre sus brazos mientras alrededor la tormenta rompe en vientos y truenos que llenan por completo mis oídos.

Con el paso de los días me he acostumbrado al sonido de fondo que parece estar musicalizando mi vida como la banda sonora oficial de mi vida.

Parece hace años que estoy encerrada en el departamento con él, sin embargo no ha pasado mucho más de un mes y no recuerdo que era el no tener a Harry alrededor, el convivir con él, el verlo en la mañana y besarlo por las noches. Su presencia se ha convertido en una constante sin retorno y ahora mientras lo observo puedo darme cuenta de lo profundo que ha calado su existencia en la mía, como si estuvieran encastrando como piezas en un rompecabezas.

El problema con el rompecabezas es que aun hay piezas para completar en la imagen del hombre que está recostado a mi lado, metido en la profundidad de sus sueños pacíficos, ahora que lo he acompañado y que sus brazos están anclados a mi cintura con un barco en el puerto de su destino.

Harry respira pacíficamente mientras mis ojos intentan tomar cada una de las facciones de su cara y mi cuerpo se adapta a su calor, recibiéndolo por completo, haciéndome sentir cálida y cómoda, mientras su pecho funciona como una almohada de cinco estrellas y su corazón acompaña a la musicalización de la mañana, llevándote a pensamientos que me hacen plantearme si ese corazón latente me pertenece del mismo modo que el mío es indudablemente suyo.

— Buenos días, Glýka —, murmura y su voz me arranca un suspiro de lo profundo de mi amor, volviéndome una estúpida sin retorno.

Esa maldita palabra se ha encargado de hacerme olvidar hasta de mi nombre. Sobre todo así, susurrado de esta forma, con sus dulces labios sonrientes y sus ojos océanos siendo el único lugar donde quiero habitar. No importa la tierra o si el mundo se transforma en una versión extendida de Venecia, siempre preferiré el color de sus ojos y la calma que alivia mi tormenta antes que nada.

— ¿Has dormido bien? —, me animo a preguntar. Después de todo su noche ha sido pésima y más allá del terror que me ha dado encontrarlo en aquella situación, eso habrá sido peor para él que para mí, de todas las maneras inimaginables.

— Lo hice —, murmura y entonces su suave boca de miel reconforta la piel de mi frente, la cual ha estado esperando ser besada por el. — ¿Has podido dormir o he arruinado tu noche por completo? —, pregunta y entonces su rostro queda tan cerca del mío que descubro sus pestañas rubias y rizadas brillando a través de la tenue luz que sale de la ventana.

Puedo recordar con precisión el color dorado de sus ojos en la noche, iluminando como un rayo en la oscuridad de la noche, pero me quito eso de la cabeza, porque se que es demasiado fantasioso para ser real y el verde de sus ojos me está invitando a sumergirme en sus lagos y permanecer en su calma.

— La verdad he estado un poco tensa desde anoche, pero he podido dormir un poco más —, respondo, con sinceridad, porque no hace falta mentir, sobre todo cuando deseo permanecer en esa cama hasta que el calor del mundo se extinga y solo me quede su piel.

— Lamento que hayas tenido que pasar por eso, cariño —, su voz es suave y me invita a observar su boca, él pareció notarlo porque su expresión seria se transforma en una mueca que reconozco antes de que tome mi barbilla y busque mi boca en un suave toque matutino. — Permíteme hacer algo para compensarlo. 

La calma de mi interior se incendia en una tormenta tropical cuando sus labios tocan los míos y puedo saborear la gloria directo de ellos. Parece una eternidad desde la última vez que lo bese, sin embargo han pasado solo unas cuantas horas, y ahora estoy preguntándome cuanto pasara para volver a tenerlos, pero la respuesta llega a mi mas pronto de lo que imagino, porque Harry está repartiendo besos dulces en todas las direcciones de mi boca, incluso en aquellas que creo que no han sido besadas jamás, porque se extiende en mis comisuras y mis suspiros lo alientan a ir por las mejillas y el resto de mi rostro, recolectando alivios verdaderos cuando mi piel conoce su boca.

Ocean eyes | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora