9

62 11 0
                                    

Las noticias sobre las tormentas siguen en la televisión mientras Harry está intentando tocar esa guitarra vieja que ha estado en algún rincón de un closet desde que mi padre se ha ido. Aparentemente las mareas están tan altas y turbulentas que la otra noche, hace dos semanas, la noche que Harry me despertó por sus pesadillas, unos cuantos barcos perdieron por completo la guía y no se han podido contactar.

Muchos creen que se han hundido.

He hablado con papá y le he pedido que no se suba a un barco hasta que la situación mejore, sin embargo él está tan preocupado como todos, sobre todo después de enterarse que en uno de los barcos desaparecidos está Matted, un amigo suyo de toda la vida.

Harry intenta controlar las cuerdas en el mástil de la guitarra mientras su ceño está fruncido y su cabello cae sobre su frente y sus ojos, lo que hace que sople hacia arriba para quitarla de su visión, intentando seguir con aquella idea que se le ha implantado en la cabeza. Se ve hermoso concentrado, aunque claro, se ve hermoso siempre, pero de alguna manera la lluvia y las suaves cuerdas hacen que mi cuerpo se relaje en mi esquina favorita del sillón, en donde puedo observarlo.

Sonrío cuando veo que intenta quitar aquellos rizos rebeldes de su frente y bebo de mi taza de nube para evitar ser descubierta. Le he ofrecido cortarle el cabello, después de todo corto el mio y el de papá desde hace años, pero el hecho de que le haya dicho que los hombres de cabello largo son guapos, fue suficiente para que dijera algo como "creo que probaré algo diferente".

Mis pies descalzos encuentran la alfombra y la textura provoca satisfacción en mi cuerpo. Adoro estar descalza, aunque a Harry no le agrade del todo. De igual manera mi pie está excelente y ahora que puedo caminar, he vuelto a estos hábitos.

Tomó un pequeño broche del cabello que he tenido guardado desde siempre en los cajones de mi escritorio, listo para colocármelo cuando hago algo de skincare, y entonces vuelvo hacia la sala. Me arrodillo junto al Adonis, lo que aparentemente quita la atención del aparato que me ha robado su atención por unas cuantas horas y entonces me encargo de tomar sus mechones para juntarlos en un pequeño y para nada ordenado rodete en lo alto de su cabeza, dejando su rostro despejado y su vista limpia.

— Así será más fácil, por mucho que me guste como te queda el cabello sobre la frente —, menciono y el mira mis acciones, mientras alza sus comisuras en una suave sonrisa.

— ¿Te gusta mi cabello, Glýka? —, pregunta y entonces sus manos dejan la guitarra y la reemplazan por mi cintura.

Inmediatamente quiero decirle que no hace falta que deje de tocar, pero me sienta en sus piernas y quedó muda. Sus pulgares acarician la piel que ha quedado expuesta debajo de mi suéter y mi mirada oceánica me está invitando a navegar en ella.

Quizás debería darme miedo el océano también, pero es inevitable no querer perderse en su profundidad.

— Si, me gusta tu cabello —, murmuró, tomando la confianza que ha nacido en mi pecho para poder besar su boca con suavidad.

No es que tuviera tanta como para hacer las cosas que quiero, pero al menos eso me deja satisfecha por ahora.

— ¿Sabes que me gusta? —, pregunta y entonces me tomo el atrevimiento de pasar una de mis piernas por su muslo contrario, lo que me hace estar a horcajadas de él, mientras lo abrazo por los hombros.

— ¿tocar la guitarra? —, preguntó, mientras llevo mis dedos por el cabello de su nuca. Sus rizos se enredan en mis uñas y se curvan de forma suave mientras acaricio su cuero cabelludo.

Está sonriendo y no puedo evitar darme cuenta que es demasiado hermoso mientras cierra sus ojos y disfruta de lo que sea que sea esto.

No ha quedado nada en claro desde el beso en el almacén, sin embargo no nos hemos dejado de besar y aunque desearía, realmente desearía, poder llevarnos a un paso más, hay una pequeña voz en mi cabeza que dice que disfrute esto, porque es todo lo que tendré de un hombre que, evidentemente, está por encima de cualquier rango que me pertenezca.

Ocean eyes | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora